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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 17

La oración de un hombre justo

17 Oración de David.

Escucha, oh SEÑOR, una causa justa; atiende a mi clamor.
Presta oído a mi oración que es
de labios sin engaño.
Proceda de tu presencia mi
vindicación;
vean tus ojos la rectitud.
Tú has examinado mi corazón; me has visitado de noche.
Me has probado y nada infame has hallado
porque me he propuesto que mi boca no se exceda.
En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios me he guardado de las sendas de los violentos.
Mis pasos se han mantenido en tus caminos
para que mis pies no resbalen.
Yo te invoco, porque tú oirás, oh Dios. Inclina a mí tu oído; escucha mi palabra.
Muestra tus maravillosos actos
de misericordia,
tú que, a los que confían, libras con tu diestra de los que se levantan contra ti.
Guárdame como a la niña de tu ojo;
escóndeme bajo la sombra de tus alas
de la vista de los impíos que
me oprimen,
y de mis enemigos mortales que me rodean.
10 Ellos están protegidos con su propio sebo;
con su boca hablan con soberbia.
11 Han rodeado nuestros pasos; sobre nosotros ponen sus ojos para echarnos por tierra.
12 Se parecen al león que anhela la presa,
o al cachorro de león que se agacha en secreto.
13 ¡Levántate, oh SEÑOR!
¡Hazle frente! ¡Somételo!
Con tu espada libra mi alma de los impíos.
14 Oh SEÑOR, líbrame con tu mano
de los hombres,
de los hombres de este mundo cuya parte está en esta vida;
cuyos vientres llenas con tus tesoros, cuyos hijos se sacian
y aun dejan para sus pequeños.
15 En cuanto a mí,
en justicia veré tu rostro;
quedaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.

1 Crónicas 21:1-17

Censo militar de David

21 Satanás se levantó contra Israel e incitó a David a que hiciera un censo de Israel. David dijo a Joab y a los jefes del ejército:

—Vayan, cuenten a los de Israel desde Beerseba hasta Dan, y tráiganme el número de ellos para que yo lo sepa.

Pero Joab respondió:

—¡Que el SEÑOR añada a su pueblo cien veces más! Oh rey y señor mío, ¿no son todos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor hacer esto? ¿Por qué ha de ser motivo de culpabilidad para Israel?

Pero la palabra del rey prevaleció contra Joab. Entonces salió Joab y recorrió todo Israel, y regresó a Jerusalén. Luego Joab dio a David el resultado del censo del pueblo: Todos los hombres de Israel que sacaban espada eran un millón cien mil. (Los hombres de Judá que sacaban espada eran cuatrocientos setenta mil). Joab no incluyó entre estos a los levitas ni a los hijos de Benjamín, porque el mandato del rey era detestable a Joab.

El censo provoca la ira del SEÑOR

Este mandato también era malo a los ojos de Dios, quien hirió a Israel. Y David dijo a Dios:

—He pecado gravemente al haber hecho esto. Pero ahora, quita, por favor, el pecado de tu siervo, porque he actuado muy neciamente.

Entonces el SEÑOR habló a Gad, vidente de David, diciendo:

10 —Ve y di a David que así ha dicho el SEÑOR: “Tres cosas te propongo; escoge para ti una de ellas, y yo te la haré”.

11 Entonces Gad fue a David y le dijo:

—Así ha dicho el SEÑOR: 12 “Elige para ti tres años de hambre; o ser derrotado durante tres meses ante tus adversarios y que la espada de tus enemigos te alcance; o tres días la espada del SEÑOR, es decir, que haya epidemia en el país y el ángel del SEÑOR cause destrucción en todo el territorio de Israel”. Ahora pues, mira qué he de responder al que me ha enviado.

13 Entonces David dijo a Gad:

—Estoy muy angustiado. Por favor, caiga yo en mano del SEÑOR, porque grande en extremo es su misericordia. Y no caiga yo en mano de los hombres.

14 Así que el SEÑOR envió una epidemia a Israel, y cayeron setenta mil hombres de Israel.

Se aplaca la ira contra el pueblo

15 Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla. Pero cuando iba a destruirla, el SEÑOR miró y cambió de parecer acerca de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía:

—¡Basta ya! ¡Detén tu mano!

El ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán el jebuseo. 16 Entonces David alzó sus ojos y vio al ángel del SEÑOR que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio. 17 Y David dijo a Dios:

—¿No soy yo el que hizo contar al pueblo? Yo soy el que ha pecado, y en verdad he actuado mal. Pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, por favor, sea tu mano contra mí y contra mi casa paterna, pero no haya epidemia en tu pueblo.

1 Juan 2:1-6

Hijitos míos, estas cosas les escribo para que no pequen. Y si alguno peca, abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo. Él es la expiación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros sino también por los de todo el mundo.

El mandamiento del amor

En esto sabemos que nosotros lo hemos conocido: en que guardamos sus mandamientos. El que dice: “Yo lo conozco” y no guarda sus mandamientos es mentiroso y la verdad no está en él. Pero en el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios ha sido perfeccionado. Por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano