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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 119:1-8

Himno a la palabra de Dios

SALMO 119 (118)

119 1-2 Dios, tú bendices
a los que van por buen camino,
a los que de todo corazón
siguen tus enseñanzas.
Ellos no hacen nada malo:
sólo a ti te obedecen.
Tú has ordenado
que tus mandamientos
se cumplan al pie de la letra.
Quiero corregir mi conducta
y cumplir tus mandamientos.
Si los cumplo,
no tendré de qué avergonzarme.
Si me enseñas tu palabra,
te alabaré de todo corazón
y seré obediente a tus mandatos.
¡No me abandones!

Éxodo 22:1-15

Leyes acerca del robo

22 »Si alguien roba un buey o una oveja, y mata o vende el animal, deberá devolver al dueño cinco bueyes por el buey robado, y cuatro ovejas por la oveja robada. 2-4 Si el animal robado todavía está vivo y en poder del ladrón, éste deberá devolver al dueño dos animales. Todo ladrón deberá pagar el precio de lo que haya robado. Si no puede pagar, será vendido como esclavo para pagar lo robado.

»Si el dueño de una propiedad sorprende a un ladrón robando de noche, y lo mata, no será culpable de su muerte. Si lo sorprende robando de día, y lo mata, entonces sí será culpable.

Leyes contra daños en propiedad privada

»Si alguien suelta sus animales en su propiedad, y éstos van y comen en el terreno de otra persona, tendrá que pagar con lo mejor de sus cosechas los daños que causen sus animales.

»Si alguien enciende un fuego en propiedad ajena, y el fuego destruye todo el trigo y el campo, el que prendió el fuego deberá pagarle al dueño todos los daños causados.

»Si alguien le da a otra persona dinero o cosas de valor para que se las guarde, y algún ladrón se roba todo eso, el ladrón tendrá que pagar el doble de lo robado, si es que lo atrapan. Si el ladrón huye, la persona que guardaba lo que fue robado, deberá presentarse en el templo y jurar ante Dios que es inocente.

»Si dos personas afirman ser dueños del mismo buey, burro, oveja o algún otro objeto, deberán ir al templo para que su caso se resuelva ante Dios. Quien haya mentido deberá pagar el doble al verdadero dueño.

10 »Si alguien sale de viaje y deja un animal al cuidado de otra persona, esa persona no será responsable si el animal muere, o sufre algún daño, o alguien se lo roba sin ser visto. 11 Pero tendrá que jurar ante Dios que es inocente. El dueño deberá creerle, y esa persona no tendrá que pagar nada. 12 Sin embargo, si esa persona vio cuando el animal fue robado, tendrá que pagarle al dueño. 13 Si el animal fue despedazado por una fiera salvaje, y el que lo cuidaba puede presentar como prueba los restos del animal muerto, no tendrá que pagarle nada al dueño.

14 »Si alguien pide prestado un animal, y el animal resulta lastimado, o llega a morir, sin que el dueño esté presente, el que pidió prestado el animal deberá pagarlo. 15 Si el dueño del animal estaba presente, el que lo pidió prestado no deberá pagar nada. Si el animal era alquilado, sólo tendrá que pagar el alquiler.

Hebreos 9:1-12

Los antiguos sacrificios

En el primer pacto, Dios nos dio reglas para que supiéramos cómo adorarlo. Esas reglas eran para el culto aquí en la tierra. El santuario[a] para ese culto se construyó de la siguiente manera: En su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro[b] y la mesa donde se ponían los panes apartados para Dios. Detrás de la segunda cortina estaba la parte llamada Lugar Santísimo, en donde estaba el altar de oro para quemar incienso, y también el cofre del pacto, que estaba totalmente recubierto de oro. En el cofre había una jarra de oro, que contenía maná;[c] el bastón de Aarón, que había vuelto a florecer, y las tablas con los diez mandamientos. Encima del cofre se pusieron las estatuas de dos seres alados, los cuales cubrían con sus alas la tapa del cofre y representaban la presencia de Dios. Pero de momento no hace falta entrar en detalles.

Así estaban dispuestas todas las cosas en el santuario. Todos los días, los sacerdotes entraban al Lugar Santo para celebrar el culto. Pero en el Lugar Santísimo sólo podía entrar el jefe de los sacerdotes, y esto, sólo una vez al año. Entraba llevando la sangre de los animales, que él y el pueblo ofrecían para pedir perdón a Dios cuando pecaban sin darse cuenta. De este modo el Espíritu Santo da a entender que, cuando aún existía el santuario, la entrada al Lugar Santísimo no le estaba permitida a cualquiera. Todo esto se hizo así para mostrarnos lo que ahora es más importante: No podemos sentirnos perdonados sólo por haber ofrecido ofrendas y sacrificios en el culto. 10 Todo esto son reglas que tienen que ver con comidas, bebidas y ceremonias de purificación, que nos preparan para el culto. Las reglas indican lo que se debe hacer, pero no nos ayudan a cambiar nuestra manera de vivir. Esas reglas sirven sólo mientras Dios no las cambie por algo mejor.

El nuevo sacrificio

11 Pero ya Cristo vino y se ha convertido en el Jefe de sacerdotes, y a él le debemos todo lo bueno que ahora nos pasa. Porque el santuario donde él es sacerdote, es mejor y perfecto. No lo hizo ningún ser humano, así que no es de este mundo. 12 Cristo no entró a ese santuario para ofrecer a Dios la sangre de animales, sino para ofrecer su propia sangre. Entró una sola vez y para siempre; de ese modo, de una vez por todas nos libró del pecado.