Revised Common Lectionary (Complementary)
Libro 5 (Salmos 107—150)
Dios es bueno con su pueblo
SALMO 107 (106)
107 ¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Démosle gracias, porque él es bueno!
¡Dios nunca deja de amarnos!
2 ¡Digámoslo nosotros,
pues él nos liberó
del poder de los egipcios!
3 Digámoslo nosotros,
que somos su pueblo,
pueblo que él reunió
de países del norte y del sur,
del este y del oeste.
17 Nuestros abuelos fueron tan rebeldes
que se portaron como unos tontos;
sufrieron mucho por su maldad.
18 ¡Tan enfermos se pusieron
que al ver la comida vomitaban!
19 Llenos de angustia, oraron a Dios,
y él los salvó de su aflicción;
20 con sólo una orden los sanó.
¡Así los salvó de la muerte!
21 ¡Demos gracias a Dios
por su amor,
por todo lo que ha hecho
en favor nuestro!
22 ¡Démosle muestras de gratitud,
y presentémosle ofrendas!
¡Anunciemos entre gritos de alegría
las maravillas que ha hecho!
5 Yo, Daniel, vi también a otros dos hombres. Uno de ellos estaba en una de las orillas del río, y el otro estaba en la orilla opuesta. 6 Mientras el ángel vestido con ropa de lino estaba parado sobre las aguas del río, uno de aquellos hombres le preguntó:
—¿Cuándo dejarán de suceder estas cosas tan maravillosas?
7 El ángel levantó las manos al cielo y, en el nombre del Dios de la vida, juró:
—Esto terminará cuando termine la destrucción del pueblo de Dios, es decir, dentro de tres años y medio.
8 Yo oí lo que el ángel dijo, pero no entendí nada. Por eso le pregunté:
—Mi señor, y después de que haya pasado todo esto, ¿qué sucederá?
9 El ángel me contestó:
—A ti, Daniel, te toca llevar una vida normal. Nadie debe saber nada de todo esto, hasta que llegue la hora final. 10 Muchos van a sufrir por todo lo que te he dicho, pero después de ese sufrimiento serán mejores personas. La gente malvada seguirá siendo malvada, y no se dará cuenta de lo que estará sucediendo. Pero los maestros sabios sí se darán cuenta de todo.
11-12 »A partir del momento en que no se permita presentar las ofrendas diarias, y que se ofrezca en el templo de Dios algo horrible y asqueroso, pasarán mil doscientos noventa días. Felices los que esperen todo ese tiempo confiando en Dios. 13 Y tú, Daniel, vive tranquilo hasta el día de tu muerte. Cuando llegue la hora final, te levantarás de entre los muertos para recibir tu premio.»
7-8 Por la muerte de Cristo en la cruz, Dios perdonó nuestros pecados y nos liberó de toda culpa. Esto lo hizo por su inmenso amor. Por su gran sabiduría y conocimiento, 9 Dios nos mostró el plan que había mantenido en secreto, y que había decidido realizar por medio de Cristo. 10 Cuando llegue el momento preciso, Dios completará su plan y reunirá todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, y al frente de ellas pondrá como jefe a Cristo.
11 Por medio de Cristo, Dios nos eligió desde un principio, para que fuéramos suyos y recibiéramos todo lo que él había prometido. Así lo había decidido Dios, quien siempre lleva a cabo sus planes. 12 Dios quiso que los judíos fuéramos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que lo alabemos por su gran poder.
13 Ustedes oyeron y creyeron la buena noticia de su salvación, que es un mensaje verdadero, y gracias a Cristo pasaron a formar parte del pueblo de Dios y recibieron el Espíritu Santo, que nos había prometido. 14 Ustedes lo recibieron como prueba de que Dios cumplirá su promesa, cuando haya liberado totalmente a los que formamos su pueblo. Por eso, alabamos la grandeza de Dios.
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