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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 141

Salmo de David.

141 Oh Señor, clamo a ti. ¡Por favor, apresúrate!
    ¡Escucha cuando clamo a ti por ayuda!
Acepta como incienso la oración que te ofrezco,
    y mis manos levantadas, como una ofrenda vespertina.

Toma control de lo que digo, oh Señor,
    y guarda mis labios.
No permitas que me deslice hacia el mal
    ni que me involucre en actos perversos.
No me dejes participar de los manjares
    de quienes hacen lo malo.

¡Deja que los justos me golpeen!
    ¡Será un acto de bondad!
Si me corrigen, es un remedio calmante;
    no permitas que lo rechace.

Pero oro constantemente
    en contra de los perversos y de lo que hacen.
Cuando a sus líderes los arrojen por un acantilado,
    los perversos escucharán mis palabras y descubrirán que son verdad.
Como las piedras que levanta el arado,
    los huesos de los perversos quedarán esparcidos, sin que nadie los entierre.[a]

Busco tu ayuda, oh Señor Soberano.
    Tú eres mi refugio; no dejes que me maten.
Líbrame de las trampas que me han tendido
    y de los engaños de los que hacen el mal.
10 Que los perversos caigan en sus propias redes,
    pero a mí, déjame escapar.

Ezequiel 43:1-12

La gloria del Señor vuelve al templo

43 Después el hombre me llevó de regreso a la puerta oriental. De pronto, la gloria del Dios de Israel apareció desde el oriente. El sonido de su venida era como el rugir de aguas torrentosas y todo el paisaje resplandeció con su gloria. Esta visión fue igual a las otras que yo había tenido, primero junto al río Quebar y después cuando él vino[a] a destruir Jerusalén. Caí con el rostro en tierra y la gloria del Señor entró al templo por la puerta oriental.

Luego el Espíritu me levantó y me llevó al atrio interior, y la gloria del Señor llenó el templo. Entonces oí que alguien me hablaba desde el interior del templo, mientras el hombre que tomaba las medidas se ponía a mi lado. El Señor me dijo: «Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono y el lugar donde pondré los pies. Viviré aquí para siempre, entre los israelitas. Ni ellos ni sus reyes volverán a profanar mi santo nombre cometiendo adulterio al rendir culto a otros dioses y honrando las reliquias de sus reyes ya muertos.[b] Colocaron los altares para sus ídolos junto a mi altar, con solo un muro de separación entre ellos y yo. Profanaron mi santo nombre con ese pecado tan detestable, por eso los consumí en mi enojo. Que dejen ya de rendir culto a otros dioses y de honrar las reliquias de sus reyes, y yo viviré entre ellos para siempre.

10 »Hijo de hombre, describe al pueblo de Israel el templo que te he mostrado, para que ellos se avergüencen de todos sus pecados. Deja que estudien el plano del templo 11 y se avergonzarán[c] de lo que hicieron. Descríbeles todas las especificaciones del templo—incluidas las entradas y las salidas—y todos los demás detalles. Háblales de los decretos y las leyes del templo. Escribe todas las especificaciones y los decretos mientras ellos observan, para que sin falta los recuerden y los sigan. 12 Esta es la ley fundamental del templo: ¡santidad absoluta! Toda la cumbre del monte donde está el templo es santa. Sí, esta es la ley fundamental del templo.

Mateo 23:37-24:14

Lamento de Jesús por Jerusalén

37 »¡Oh Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos debajo de sus alas, pero no me dejaste. 38 Y ahora, mira, tu casa está abandonada y desolada.[a] 39 Pues te digo lo siguiente: no volverás a verme hasta que digas: “¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor!”[b]».

Jesús habla acerca del futuro

24 Cuando Jesús salía del terreno del templo, sus discípulos le señalaron los diversos edificios del templo. Pero él les respondió: «¿Ven todos esos edificios? Les digo la verdad, serán demolidos por completo. ¡No quedará ni una sola piedra sobre otra!».

Más tarde, Jesús se sentó en el monte de los Olivos. Sus discípulos se le acercaron en privado y le dijeron:

—Dinos, ¿cuándo sucederá todo eso? ¿Qué señal marcará tu regreso y el fin del mundo[c]?

Jesús les dijo:

—No dejen que nadie los engañe, porque muchos vendrán en mi nombre y afirmarán: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a muchos. Oirán de guerras y de amenazas de guerras, pero no se dejen llevar por el pánico. Es verdad, esas cosas deben suceder, pero el fin no vendrá inmediatamente después. Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino. Habrá hambres y terremotos en muchas partes del mundo. Sin embargo, todo eso es solo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más.

»Entonces los arrestarán, los perseguirán y los matarán. En todo el mundo los odiarán por ser mis seguidores.[d] 10 Muchos se apartarán de mí, se traicionarán unos a otros y se odiarán. 11 Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente. 12 Abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará; 13 pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. 14 Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones[e] la oirán; y entonces vendrá el fin.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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