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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 15

Salmo de David.

15 Señor, ¿quién puede adorar en tu santuario?
    ¿Quién puede entrar a tu presencia en tu monte santo?
Los que llevan una vida intachable y hacen lo correcto,
    los que dicen la verdad con corazón sincero.
Los que no se prestan al chisme
    ni le hacen daño a su vecino,
    ni hablan mal de sus amigos.
Los que desprecian a los pecadores descarados,
    y honran a quienes siguen fielmente al Señor
    y mantienen su palabra aunque salgan perjudicados.
Los que prestan dinero sin cobrar intereses
    y no aceptan sobornos para mentir acerca de un inocente.
Esa gente permanecerá firme para siempre.

Génesis 14:1-16

Abram rescata a Lot

14 En esos días, estalló la guerra en la región. Amrafel, rey de Babilonia;[a] Arioc, rey de Elasar; Quedorlaomer, rey de Elam; y Tidal, rey de Goim, lucharon contra Bera, rey de Sodoma; Birsa, rey de Gomorra; Sinab, rey de Adma; Semeber, rey de Zeboim, y el rey de Bela (también llamada Zoar).

Este segundo grupo de reyes unieron sus ejércitos en el valle de Sidim (que es el valle del mar Muerto[b]). Durante doce años, habían estado sometidos al rey Quedorlaomer pero, en el año trece, se rebelaron contra él.

Un año después, Quedorlaomer y sus aliados llegaron y derrotaron a los refaítas en Astarot-karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim y a los horeos en el monte Seir, hasta El-parán, al borde del desierto. Luego dieron la vuelta y llegaron a En-mispat (que ahora se llama Cades) y conquistaron todo el territorio de los amalecitas y también a los amorreos que vivían en Hazezon-tamar.

Entonces los reyes rebeldes de Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Bela (también llamada Zoar) se prepararon para la batalla en el valle del mar Muerto.[c] Lucharon contra Quedorlaomer, rey de Elam; Tidal, rey de Goim; Amrafel, rey de Babilonia; y Arioc, rey de Elasar. Eran cuatro reyes contra cinco. 10 Resulta que el valle del mar Muerto estaba lleno de pozos de brea. Así que cuando el ejército de los reyes de Sodoma y Gomorra huía, algunos de ellos cayeron en los pozos de brea, mientras que el resto escapó a las montañas. 11 Entonces los invasores victoriosos saquearon Sodoma y Gomorra y emprendieron el regreso a su tierra con el botín de guerra y los alimentos. 12 También capturaron a Lot—el sobrino de Abram que vivía en Sodoma—y se llevaron todas sus pertenencias.

13 Uno de los hombres de Lot escapó y le contó todo a Abram, el hebreo, que vivía cerca del robledo que pertenecía a Mamre, el amorreo. Mamre y sus parientes, Escol y Aner, eran aliados de Abram.

14 Cuando Abram se enteró de que su sobrino Lot había sido capturado, movilizó a los trescientos dieciocho hombres adiestrados que habían nacido en su casa. Entonces persiguió al ejército de Quedorlaomer hasta que lo alcanzó en Dan. 15 Allí dividió a sus hombres en grupos y atacó durante la noche. El ejército de Quedorlaomer huyó, pero Abram lo persiguió hasta Hoba, al norte de Damasco. 16 Abram recuperó todos los bienes que habían sido tomados, y trajo de regreso a su sobrino Lot junto con sus pertenencias, las mujeres y los demás cautivos.

Lucas 8:4-10

Parábola del sembrador

Cierto día, Jesús contó una historia en forma de parábola a una gran multitud, proveniente de varias ciudades, que se había reunido para escucharlo: «Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía las semillas por el campo, algunas cayeron sobre el camino, donde las pisotearon y los pájaros se las comieron. Otras cayeron entre las rocas. Comenzaron a crecer, pero la planta pronto se marchitó y murió por falta de humedad. Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron junto con ellas y ahogaron los brotes. Pero otras semillas cayeron en tierra fértil. Estas semillas crecieron, ¡y produjeron una cosecha que fue cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!». Después de haber dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda».

Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola. 10 Él respondió: «A ustedes se les permite entender los secretos[a] del reino de Dios, pero utilizo parábolas para enseñarles a los demás y para que se cumplan las Escrituras:

“Cuando miren, no verán realmente.
    Cuando oigan, no entenderán”[b] .

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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