Revised Common Lectionary (Complementary)
El Señor siempre está conmigo
Poema de David.
1 Dios mío, protégeme,
pues en ti me refugio.
2 Algunos dijeron: «SEÑOR, tú eres mi dueño,
sin ti soy un infeliz».[a]
3 Y al mismo tiempo dijeron a los dioses santos[b] del país:
«Ustedes también son fuertes y muy agradables».
4 Los que siguen a otro dios sufrirán mucho.
Yo no participaré en las ofrendas sangrientas que ellos hacen a sus ídolos.
Ni siquiera permitiré que mis labios pronuncien el nombre de esos dioses falsos.
5 SEÑOR, tú eres mi alimento,
lo único que poseo de valor y la copa de la que bebo.
¡Mi futuro está en tus manos!
6 Con la tierra mía fue como ganarme la lotería.[c]
La mía es una herencia hermosa.
7 Adoro al SEÑOR porque él me guía;
incluso en la noche, me orienta y guía mis pasos.
8 Siempre tomo en cuenta primero al SEÑOR;
nada me hará tambalear, pues él está a mi lado.
9 Por eso mi corazón y mi alma estarán llenos de alegría
y hasta mi cuerpo vivirá seguro por siempre.
10 Porque yo sé que nunca me abandonarás en el lugar de los muertos.
Nunca dejarás que tu fiel servidor se hunda[d] en la muerte.
11 Tú me enseñas el camino que lleva a la vida.
Hay mucha alegría en tu presencia;
a tu derecha hay placeres que duran para siempre.
Mensaje para Ocozías
1 Después de la muerte de Acab, Moab se rebeló contra Israel.
2 Una vez, Ocozías estaba en el primer piso de su casa y al ceder el piso bajo sus pies, se cayó y quedó gravemente herido. Estando en cama, mandó llamar a sus mensajeros y les dijo: «Vayan a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, y pregúntenle si me voy a recuperar de este accidente o no».
3 Pero el ángel del SEÑOR le dijo a Elías el tisbita: «Ve y encuéntrate con los mensajeros del rey Ocozías y pregúntales: “¿Acaso no hay un Dios en Israel? ¿Por qué van a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón?” 4 Por haber hecho eso el SEÑOR te dice: “No te levantarás de la cama, vas a morir”». Y Elías se fue.
5 Cuando los mensajeros regresaron, Ocozías les preguntó:
—¿Por qué regresaron tan pronto?
6 Los mensajeros le dijeron a Ocozías:
—Nos encontramos con un hombre que nos dijo que volviéramos al rey que nos mandó y le comunicáramos lo que dice el SEÑOR: “Si hay un Dios en Israel, ¿por qué mandaste mensajeros a consultar el futuro a Baal Zebub, dios de Ecrón? Por haber hecho eso, no te levantarás de la cama. ¡Ciertamente morirás!”
7 Ocozías les preguntó a sus mensajeros:
—¿Cómo era el hombre con el que se encontraron?
Ellos le dijeron:
8 —El hombre llevaba un manto de piel[a] y un cinturón de cuero ajustado a la cintura.
Ocozías respondió:
—Era Elías el tisbita.
9 Ocozías ordenó que un capitán con 50 soldados fuera a buscar a Elías. Lo encontraron sentado en la cima de un monte, y el capitán le dijo a Elías:
—Hombre de Dios,[b] el rey te ordena bajar.
10 Elías le contestó:
—Si soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te destruya a ti y a toda tu tropa.
Así que bajó fuego del cielo y destruyó al capitán y a los 50 soldados.
11 Ocozías le mandó a otro capitán con 50 soldados. El capitán le dijo a Elías:
—Hombre de Dios, el rey te ordena bajar.
12 Elías le dijo:
—Si soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te destruya a ti y a toda tu tropa.
Entonces, bajó fuego del cielo y destruyó al capitán y a los 50 soldados. 13 Ocozías mandó a un tercer capitán con 50 soldados. Este se encontró con Elías, se puso de rodillas y le rogó a Elías:
—Hombre de Dios, te ruego que nos respetes la vida a mí y a mis 50 soldados. 14 Ya bajó fuego del cielo y devoró a los dos capitanes anteriores con sus tropas. Te ruego que aprecies en algo mi vida ahora. 15 El ángel del SEÑOR le dijo a Elías:
—Ve con el capitán; no le tengas miedo.
Así que Elías fue con el capitán a ver al rey Ocozías.
16 Elías le dijo a Ocozías:
—Así dice el SEÑOR: “Por haber mandado mensajeros a consultar el futuro a Baal Zebub, dios de Ecrón, como si no hubiera un Dios en Israel a quien consultar, no te levantarás de la cama. ¡Ciertamente morirás!”
Pablo ama a los creyentes de Galacia
8 En el pasado, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de dioses falsos. 9 Pero ahora conocen al verdadero Dios. Mejor dicho, ahora Dios los conoce. Entonces, ¿por qué vuelven a esas reglas elementales, inútiles y débiles que tenían antes? ¿Quieren ser esclavos de ellas otra vez? 10 Ustedes están celebrando ciertos días, meses, estaciones y años. 11 ¡Me temo que todo el trabajo que he hecho por ustedes no haya servido para nada!
12 Hermanos, les ruego que se adapten a mí, así como yo me he adaptado a ustedes. No me han hecho ningún mal. 13 Los visité por primera vez debido a que estaba enfermo. En ese tiempo les anuncié la buena noticia de salvación. 14 Mi condición física era una molestia para ustedes, pero no me despreciaron ni me rechazaron[a]. Al contrario, me recibieron como si yo fuera un ángel de Dios, ¡como si yo fuera Jesucristo mismo! 15 En ese momento estaban muy felices. ¿Dónde está esa alegría ahora? Yo soy testigo de que hasta se habrían sacado los ojos para dármelos si hubiera sido posible. 16 ¿Acaso me he convertido en su enemigo por decirles la verdad?
17 Esa gente[b] está haciendo todo lo posible por caerles bien pero no tiene buenas intenciones. Quieren apartarlos de nosotros y que los sigan a ellos y a nadie más. 18 Es bueno que la gente se interese por ustedes, si su interés tiene buenas intenciones. Y es bueno que el interés exista todo el tiempo, no sólo cuando estoy con ustedes. 19 Hijos queridos, otra vez sufro por ustedes como una madre que da a luz hasta que en realidad sean como Cristo. 20 Cómo quisiera estar ahora entre ustedes y hablarles de otra forma. Pero como está la situación ahora, yo no sé qué más decirles.
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