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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 106:1-12

Confesión de los fracasos de Israel

106 ¡Aleluya!

¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno;
porque para siempre es
su misericordia!
¿Quién declarará las proezas del SEÑOR?
¿Quién hará oír todas sus alabanzas?
Bienaventurados los que guardan
el derecho,
los que en todo tiempo hacen justicia.
Acuérdate de mí, oh SEÑOR, según tu benevolencia para con
tu pueblo.
Visítame con tu salvación
para que vea el bien de tus escogidos, para que me alegre con la alegría de tu pueblo,
para que me gloríe con tu heredad.
Hemos pecado como nuestros padres; hemos hecho iniquidad;
hemos actuado impíamente.
Nuestros padres en Egipto
no entendieron tus maravillas;
no se acordaron de tus innumerables hechos de misericordia
sino que se rebelaron junto al mar,
el mar Rojo.
Sin embargo, los libró por amor
de su nombre
para dar a conocer su poder.
Reprendió al mar Rojo[a] y lo secó; los hizo ir por los abismos como por un desierto.
10 Los libró del enemigo;
los rescató de mano del adversario.
11 Las aguas cubrieron a sus enemigos[b];
no quedó uno solo de ellos.
12 Entonces creyeron en sus palabras
y cantaron su alabanza[c].

Génesis 27:1-29

Jacob usurpa la bendición de Esaú

27 Aconteció que cuando Isaac había envejecido, sus ojos se debilitaron, y no podía ver. Entonces llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo:

—Hijo mío.

Él respondió:

—Heme aquí.

Le dijo:

—He aquí, yo ya soy viejo y no sé el día de mi muerte. Toma, pues, ahora tu equipo, tu aljaba y tu arco, y ve al campo a cazar algo para mí. Luego hazme un potaje como a mí me gusta. Tráemelo para que coma, y yo te bendiga antes que muera.

Rebeca estaba escuchando cuando Isaac hablaba a su hijo Esaú. Cuando Esaú fue al campo para cazar lo que había de traer, Rebeca habló a su hijo Jacob diciendo:

—He aquí, he oído a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú, diciendo: “Caza para mí y hazme un potaje para que coma y te bendiga en presencia del SEÑOR, antes de mi muerte”. Ahora pues, hijo mío, obedéceme en lo que te mando: Ve al rebaño y tráeme de allí dos buenos cabritos; y yo haré con ellos un potaje para tu padre, como a él le gusta. 10 Tú se lo llevarás a tu padre; y comerá, para que te bendiga antes de su muerte.

11 Jacob dijo a Rebeca su madre:

—He aquí que Esaú mi hermano es hombre velludo, y yo soy lampiño. 12 Quizás me palpe mi padre y me tenga por un farsante, y traiga sobre mí una maldición en vez de una bendición.

13 Su madre le respondió:

—Hijo mío, sobre mí recaiga tu maldición. Tú solamente obedéceme; ve y tráemelos.

14 Entonces él fue, tomó los cabritos y se los trajo a su madre. Y ella hizo un potaje como le gustaba a su padre. 15 Luego Rebeca tomó la ropa más preciada de Esaú, su hijo mayor, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo menor. 16 Y puso las pieles de los cabritos sobre las manos y sobre el cuello, donde no tenía vello. 17 Luego puso el potaje y el pan, que había preparado, en las manos de Jacob su hijo. 18 Y él fue a su padre y le dijo:

—Padre mío.

Él respondió:

—Heme aquí. ¿Quién eres, hijo mío?

19 Jacob respondió a su padre:

—Yo soy Esaú, tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Por favor, levántate, siéntate y come de mi caza, para que tú me bendigas.

20 Entonces Isaac preguntó a su hijo:

—¿Cómo es que pudiste hallarla tan pronto, hijo mío?

Él respondió:

—Porque el SEÑOR tu Dios hizo que se encontrara delante de mí.

21 E Isaac dijo a Jacob:

—Por favor, acércate y te palparé, hijo mío, a ver si tú eres mi hijo Esaú, o no.

22 Jacob se acercó a su padre Isaac, quien lo palpó y dijo:

—La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú.

23 No lo pudo reconocer, porque sus manos parecían tan velludas como las manos de su hermano Esaú, y lo bendijo. 24 Le preguntó:

—¿Eres tú realmente mi hijo Esaú?

Él respondió:

—Sí, yo soy.

25 Le dijo:

—Acércamela; comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga.

Jacob se la acercó e Isaac comió. Le trajo también vino y bebió. 26 Entonces le dijo su padre Isaac:

—Acércate, por favor, y bésame, hijo mío.

27 Él se acercó y lo besó. Y al percibir Isaac el olor de su ropa, lo bendijo diciendo:

—He aquí, el olor de mi hijo

es como el olor del campo

que el SEÑOR ha bendecido.

28 Dios te dé del rocío del cielo

y de lo más preciado de la tierra:

trigo y vino en abundancia.

29 Que los pueblos te sirvan,

y las naciones se postren ante ti.

Sé señor de tus hermanos

y póstrense ante ti los hijos de tu madre.

Sean malditos los que te maldigan

y benditos los que te bendigan.

Romanos 16:1-16

Saludos personales

16 Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia que está en Cencrea, para que la reciban en el Señor como es digno de los santos, y que la ayuden en cualquier cosa que sea necesaria; porque ella ha ayudado a muchos, incluso a mí mismo.

Saluden a Priscila y a Aquilas, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron sus cuellos por mi vida, y a quienes estoy agradecido, no solo yo sino también todas las iglesias de los gentiles. Saluden también a la iglesia de su casa.

Saluden a Epeneto, amado mío, que es uno de los primeros frutos de Asia en Cristo. Saluden a María, quien ha trabajado arduamente entre ustedes. Saluden a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisiones, quienes son muy estimados por los apóstoles y también fueron antes de mí en Cristo. Saluden a Amplias, amado mío en el Señor. Saluden a Urbano, nuestro colaborador en Cristo, y a Estaquis, amado mío. 10 Saluden a Apeles, aprobado en Cristo. Saluden a los de la casa de Aristóbulo. 11 Saluden a Herodión, mi pariente. Saluden a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor. 12 Saluden a Trifena y a Trifosa, las cuales han trabajado arduamente en el Señor. Saluden a la amada Pérsida, quien ha trabajado mucho en el Señor. 13 Saluden a Rufo, el escogido en el Señor y a su madre, que también es la mía. 14 Saluden a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos. 15 Saluden a Filólogo y a Julia, a Nereo y a la hermana de él, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos. 16 Salúdense unos a otros con un beso santo. Les saludan todas las iglesias de Cristo.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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