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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 119:33-40

33-35 Dios mío,
enséñame a cumplir tus mandamientos,
pues obedecerlos me hace feliz;
¡los cumpliré toda mi vida!
Aclara mi entendimiento,
y los seguiré de todo corazón.
36 Hazme pensar sólo en tu palabra,
y no en las ganancias egoístas.
37-38 No me dejes seguir a dioses falsos,
pues quiero adorarte sólo a ti.
¡Cumple tu promesa y dame ánimo!
39-40 Lo que más deseo es tu palabra.
Me asusta pensar
que mis enemigos me desprecien.
Ponme a salvo y dame ánimo,
pues tú eres un juez justo.

Levítico 6:1-7

Pecados contra el prójimo

1-3 Dios también le dijo a Moisés lo que se debe hacer cuando la gente cometa los siguientes pecados:

«Si alguno de ustedes engaña a otro israelita en algún negocio, o se niega a devolverle algo que había dejado a su cuidado, o que le había entregado en depósito, me engaña a mí. Y si le roba algo, o le quita por la fuerza lo que le pertenece, me roba a mí. Y si encuentra un objeto perdido, y luego niega haberlo encontrado, también peca contra mí. Aunque jure no haber cometido ninguno de estos pecados, será considerado culpable.

4-6 »En todos estos casos, la persona deberá devolver todo lo que haya robado. El día que presente su ofrenda para pedirme perdón, deberá devolverlo todo, y añadir un veinte por ciento más. Además, llevará al sacerdote un carnero sin ningún defecto, o el dinero equivalente a su precio. El sacerdote me presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré».

Gálatas 5:2-6

Pero quiero decirles algo: Si ustedes se circuncidan, lo que hizo Cristo ya no les sirve de nada. Les advierto una vez más: cualquiera que se circuncida está obligado a obedecer la ley. Los que quieren que Dios los acepte por obedecer la ley, rechazan el amor de Dios y dejan de estar unidos a Cristo. En cambio, a nosotros, el Espíritu nos da la seguridad de que Dios nos acepta porque confiamos en Cristo. Gracias a lo que Cristo hizo, ya no importa si estamos circuncidados o no. Lo que sí importa es que confiamos en Cristo, y que esa confianza nos hace amar a los demás.