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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 119:9-16

Sólo obedeciendo tu palabra
pueden los jóvenes corregir su vida.
10-11 Yo te busco de todo corazón
y llevo tu palabra en mi pensamiento.
Manténme fiel a tus enseñanzas
para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito seas, mi Dios!
¡Enséñame a obedecer tus mandatos!
13-15 Siempre estoy repitiendo
las enseñanzas que nos diste.
En ellas pongo toda mi atención,
pues me hacen más feliz
que todo el oro del mundo.
16 Mi mayor placer son tus mandatos;
jamás me olvido de ellos.

Deuteronomio 23:21-24:4

21-22 »Cumplan sus promesas a Dios. El que no promete no comete pecado. En cambio, el que promete y no cumple, sí comete pecado. Dios castigará a quien no cumpla sus promesas. 23 Si alguien, por su propia voluntad, le hace una promesa, tiene la obligación de cumplirla.

24 »Si alguien entra al viñedo de otra persona, tiene derecho a comer allí todas las uvas que quiera, pero no podrá llevarse ni una sola. 25 De igual manera, si entra a un campo de trigo ajeno, tiene derecho a arrancar con la mano todas las espigas que quiera, pero no podrá cortarlas con ninguna herramienta».

Instrucciones acerca del divorcio

24 Acerca del divorcio, Moisés dijo:

«Si un hombre se casa, y más tarde encuentra en su esposa algo indecente, podrá divorciarse de ella. Para hacerlo, deberá entregarle una carta de divorcio y la despedirá de su casa.

»Si esa mujer se casa después con otro hombre, y el nuevo esposo también se divorcia de ella, o se muere, el primer esposo no podrá volver a casarse con ella. No podrá hacerlo porque la mujer ya tuvo relaciones sexuales con otro hombre. Si llegaran a casarse de nuevo, Dios se enojaría. No debemos contaminar con el pecado la tierra que Dios nos ha dado».

Deuteronomio 24:10-15

10-11 »Cuando presten dinero a alguien, no entren en su casa para tomar ustedes mismos la garantía de pago. Quédense a la puerta, y esperen a que esa persona les entregue la garantía.

12-13 »Si la persona a quien le prestan es pobre, y lo único que puede dar como garantía es su capa, acéptenla pero no se queden con ella toda la noche. Entréguenla a su dueño al anochecer, para que al dormir tenga con qué cubrirse. Así el dueño les estará agradecido, y pedirá a Dios que les dé su bendición. Y Dios verá que ustedes son buenos, y los bendecirá.

14-15 »Si le dan trabajo a una persona pobre, al terminar el día páguenle lo que sea justo. La gente pobre, sea israelita o extranjera, trabaja para poder comer, así que necesita ese dinero. Sigan estas instrucciones, pues si no lo hacen, esa gente se quejará ante Dios, y él los castigará a ustedes.

Santiago 2:1-13

¡No tengan favoritos!

Hermanos míos, ustedes han confiado en nuestro poderoso Señor Jesucristo, así que no deben tratar a unas personas mejor que a otras. Imagínense que un rico, vestido con ropa muy fina y con un anillo de oro, entra en donde ustedes se reúnen, y que al mismo tiempo entra un pobre, vestido con ropa muy gastada. Si ustedes atienden mejor al rico y le dicen: «Ven, siéntate en el mejor lugar», pero al pobre le dicen: «Quédate allí de pie», o «Siéntate en el suelo», serán como los malos jueces, que favorecen a unos más que a otros.

Escúchenme bien, hermanos queridos: Dios eligió a la gente pobre de este mundo para que la confianza en Dios sea su verdadera riqueza, y para que reciban el reino que él ha prometido a los que lo aman. ¿Cómo se atreven ustedes a maltratar y despreciar a los pobres? ¿Acaso no son los ricos quienes los maltratan a ustedes y los meten en la cárcel? ¿Acaso no son los ricos los que insultan a nuestro Señor?

Si ustedes obedecen el mandamiento más importante que Dios nos ha dado, harán muy bien. Ese mandamiento dice: «Recuerden que cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo.» Pero si ustedes les dan más importancia a unas personas, y las tratan mejor que a otras, están pecando y desobedeciendo la ley de Dios.

10 Si ustedes obedecen todas las leyes, menos una de ellas, es lo mismo que si desobedecieran todas. 11 Porque el mismo Dios que dijo: «No sean infieles en su matrimonio», también dijo: «No maten». Por eso, si tú eres fiel en el matrimonio, pero matas, eres culpable de haber desobedecido la ley de Dios.

12 En el día del juicio, Dios nos juzgará de acuerdo con la ley que nos libera del pecado. Por eso, debemos tener mucho cuidado en todo lo que hacemos y decimos. 13 Porque Dios no tendrá compasión de quienes no se compadecieron de otros. Pero los que tuvieron compasión de otros, saldrán bien del juicio.