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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Deuteronomio 30-31

Condiciones para la restauración y la bendición

30 »Cuando todo esto te haya sobrevenido, es decir, la bendición y la maldición que he puesto ante ti, si estando en medio de todas las naciones a las que el Señor tu Dios te haya arrojado te arrepientes y con todo tu corazón y con toda tu alma te vuelves al Señor tu Dios, lo mismo que tus hijos, y prestas atención a su voz conforme a todo lo que hoy te mando cumplir, entonces el Señor tu Dios hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos por donde te haya esparcido. Aun cuando tus desterrados se encuentren en los lugares más remotos que hay debajo del cielo, de allí te tomará y te recogerá el Señor tu Dios.

»El Señor tu Dios te hará volver a la tierra que tus padres recibieron en propiedad, y será tuya; y te tratará con bondad y te multiplicará más que a tus padres.

»El Señor tu Dios circuncidará tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y tengas vida.

»El Señor tu Dios pondrá todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre los que te odiaban y te perseguían. Y tú volverás, y escucharás la voz del Señor, y pondrás por obra todos los mandamientos que hoy te ordeno cumplir.

»El Señor tu Dios te hará prosperar en todo lo que hagas con tus manos, y multiplicará el fruto de tu vientre, el fruto de tu bestia, y el fruto de tu tierra. Sí, el Señor volverá a solazarse contigo para bien, tal y como se solazó con tus padres, 10 siempre y cuando obedezcas la voz del Señor tu Dios y cumplas los mandamientos y los estatutos escritos en este libro de la ley; y siempre y cuando te vuelvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

11 »Este mandamiento que hoy te ordeno cumplir no es demasiado difícil para ti, ni se halla lejos. 12 No está en el cielo, como para que digas: “¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá, para que lo escuchemos y lo cumplamos?” 13 Tampoco está al otro lado del mar, como para que digas: “¿Quién cruzará el mar por nosotros, y nos lo traerá, para que lo escuchemos y lo cumplamos?” 14 A decir verdad, la palabra está muy cerca de ti: está en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.(A)

15 »Fíjate bien: hoy he puesto delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. 16 Lo que yo te mando hoy es que ames al Señor tu Dios, que vayas por sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y para que el Señor tu Dios te bendiga en la tierra de la cual vas a tomar posesión.

17 »Pero si apartas tu corazón y no prestas atención, y te dejas llevar, y te inclinas ante dioses ajenos y les sirves, 18 en este día yo les hago saber que ustedes serán destruidos por completo, y que no prolongarán sus días en la tierra al otro lado del Jordán, de la cual van a tomar posesión. 19 Hoy pongo a los cielos y a la tierra por testigos contra ustedes, de que he puesto ante ustedes la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida, para que tú y tu descendencia vivan; 20 y para que ames al Señor tu Dios, y atiendas a su voz, y lo sigas, pues él es para ti vida y prolongación de tus días. Así habitarás la tierra que el Señor juró a tus padres, Abrahán,(B) Isaac(C) y Jacob,(D) que les daría a ustedes.»

Josué sucede a Moisés

31 Moisés fue y repitió ante todo Israel estas palabras. Les dijo:

«Hoy cumplo ciento veinte años de edad. Ya no puedo salir ni entrar. Además, el Señor me ha dicho: “Tú no vas a cruzar este río Jordán.”(E) Será Josué quien lo cruce delante de ustedes, como el Señor lo ha dicho. Con él lo cruzará el Señor su Dios, y será él quien destruya a estas naciones que tienen delante de ustedes, para que tomen posesión de ellas. El Señor hará con ellos lo mismo que hizo con Sijón y con Og, los reyes de los amorreos, a quienes destruyó,(F) y con su tierra. El Señor los pondrá en sus manos, y ustedes harán con ellos conforme a todo lo que les he ordenado. Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque contigo marcha el Señor tu Dios, y él no te dejará ni te desamparará.»

Moisés llamó a Josué, y en presencia de todo Israel le dijo:

«Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que el Señor juró a sus padres que les daría, y tú les darás posesión de ella. El Señor va delante de ti. Él estará contigo, y no te dejará ni te desamparará.(G) No temas ni te intimides.»

Moisés escribió esta ley y se la entregó a los sacerdotes hijos de Leví, los cuales llevaban el arca del pacto del Señor, y a todos los ancianos de Israel. 10 Luego, Moisés les dio la siguiente orden:

«Cada siete años,(H) en el año de la condonación de deudas y durante la fiesta de los tabernáculos,(I) 11 cuando todo Israel se presente delante del Señor tu Dios en el lugar que él escoja, leerás esta ley en voz alta, a oídos de todo Israel. 12 Congregarás a todo el pueblo, es decir, a hombres, mujeres y niños, y a los extranjeros que vivan en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman al Señor su Dios, y se dediquen a cumplir todas las palabras de esta ley. 13 Así, los hijos de ellos que no conocieron esta ley la oirán, y aprenderán a temer al Señor su Dios todos los días que vivan en la tierra al otro lado del Jordán, que es adonde se dirigen para tomar posesión de ella.»

14 El Señor le dijo a Moisés:

«Mira, el día de tu muerte se acerca, así que llama a Josué, y espérenme en el tabernáculo de reunión para que le dé mis órdenes.»

Moisés y Josué se dirigieron al tabernáculo de reunión, y allí esperaron. 15 Entonces el Señor se apareció en el tabernáculo, en la columna de nube, y ésta se detuvo sobre la puerta del tabernáculo. 16 Allí el Señor le dijo a Moisés:

«Tú vas ahora a dormir con tus padres. Pero este pueblo se rebelará y me será infiel con los dioses ajenos de la tierra a la cual van a entrar. Me abandonará y anulará el pacto que he concertado con ellos. 17 Cuando eso suceda, se encenderá mi furor contra ellos, y los abandonaré; les daré la espalda y serán destruidos, y les sobrevendrán muchos males y angustias, y entonces dirán: “¡Todos estos males nos han sobrevenido porque nuestro Dios no está en medio de nosotros!” 18 Lo cierto es que, cuando eso suceda, yo les daré la espalda por todas las maldades que ellos habrán cometido, y por haberse ido tras dioses ajenos. 19 Así que escriban este cántico. Tú mismo, enséñaselo a los hijos de Israel; ponlo en sus labios, para que este cántico me sirva de testimonio contra los hijos de Israel. 20 Porque yo los introduciré en la tierra que juré a sus padres, tierra que fluye leche y miel, y ellos comerán hasta saciarse, y engordarán, y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me harán enojar, e invalidarán mi pacto. 21 Y cuando les sobrevengan muchos males y angustias, este cántico será el testigo que les refute en su propia cara, pues será evocado por los labios de sus descendientes. En realidad, yo sé de antemano lo que se proponen, aun antes de introducirlos en la tierra que juré darles.»

22 Ese mismo día Moisés escribió este cántico, y se lo enseñó a los hijos de Israel. 23 Y el Señor le dio esta orden a Josué(J) hijo de Nun:

«Esfuérzate y anímate,(K) que tú vas a hacer que los hijos de Israel entren en la tierra que juré darles. Yo estaré contigo.»

Se ordena guardar la ley junto al arca

24 Cuando Moisés terminó de escribir en un libro todas las palabras de esta ley, 25 a los levitas que llevaban el arca del pacto del Señor les dio la siguiente orden:

26 «Tomen este libro de la ley, y pónganlo junto al arca del pacto del Señor su Dios. Déjenlo allí como testigo contra ustedes. 27 Yo se bien que ustedes son rebeldes y obstinados. Si aun ahora que vivo entre ustedes, se rebelan contra el Señor, ¡con más razón lo harán después que yo haya muerto! 28 Reúnan a mi alrededor a todos los ancianos de sus tribus, y a sus oficiales, que yo voy a decirles claramente estas palabras, y a poner a los cielos y a la tierra como testigos contra ellos. 29 Yo sé bien que después de mi muerte ustedes se van a corromper y se apartarán del camino que les he mandado seguir, y que en los últimos días les sobrevendrán males por la maldad que cometerán a los ojos del Señor, y que las obras de sus manos provocarán su enojo.»

Cántico de Moisés

30 Entonces Moisés repitió ante toda la congregación de Israel todas las palabras de este cántico:

Marcos 15:1-25

Jesús ante Pilato(A)

15 En cuanto amaneció, y luego de reunirse los principales sacerdotes, los ancianos, los escribas y todo el tribunal para ponerse de acuerdo, ataron a Jesús y se lo llevaron a Pilato. Éste le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Y Jesús le respondió: «Tú lo dices.» Los principales sacerdotes lo acusaban de muchas cosas, así que Pilato volvió a preguntarle: «¿No vas a responder? ¡Mira de cuántas cosas te acusan!» Pero Jesús ni aun así respondió, lo que sorprendió mucho a Pilato.

Jesús sentenciado a muerte(B)

En el día de la fiesta Pilato acostumbraba poner en libertad a un preso, el que la gente quisiera. Había uno que se llamaba Barrabás, que estaba preso con sus compañeros de motín porque en una revuelta habían cometido un homicidio. Cuando la multitud se aproximó, comenzó a pedirle a Pilato que hiciera lo que acostumbraba hacer. Pilato les preguntó: «¿Quieren que ponga en libertad al Rey de los judíos?» 10 Y es que Pilato sabía que los principales sacerdotes lo habían entregado por envidia. 11 Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que Pilato soltara más bien a Barrabás. 12 Pilato les preguntó: «¿Y qué quieren que haga con el que ustedes llaman Rey de los judíos?» 13 Y ellos volvieron a gritar: «¡Crucifícalo!» 14 Pilato les decía: «¿Pues qué crimen ha cometido?» Pero ellos gritaban más todavía: «¡Crucifícalo!» 15 Pilato optó por complacer al pueblo y puso en libertad a Barrabás; luego mandó que azotaran a Jesús, y lo entregó para que lo crucificaran.

16 Los soldados lo llevaron al interior del atrio, es decir, al pretorio, y llamaron a toda la compañía. 17 Lo vistieron de púrpura, le colocaron una corona tejida de espinas, 18 y comenzaron a saludarlo: «¡Salve, Rey de los judíos!» 19 Lo golpeaban en la cabeza con una caña, y lo escupían, y doblaban las rodillas para hacerle reverencias. 20 Después de burlarse de él, le quitaron la ropa de púrpura, lo vistieron con sus propios vestidos, y lo sacaron de allí para crucificarlo.

Crucifixión y muerte de Jesús(C)

21 A uno que volvía del campo y que pasaba por allí lo obligaron a llevar la cruz. Ese hombre se llamaba Simón de Cirene, y era padre de Alejandro y de Rufo.(D) 22 Llevaron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa «Lugar de la Calavera». 23 Le dieron a beber vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó. 24 Después de crucificarlo, se repartieron sus vestidos y los sortearon(E) para ver qué le tocaría a cada uno de ellos. 25 Cuando lo crucificaron eran las nueve de la mañana.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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