Old/New Testament
Gratitud al ser librado de la muerte
116 Amo al SEÑOR,
pues ha escuchado mi voz
y mis súplicas,
2 porque ha inclinado a mí su oído. Por tanto, le invocaré todos mis días.
3 Me rodearon las ataduras
de la muerte;
me encontraron las angustias del Seol. En angustia y en dolor me encontraba.
4 Entonces invoqué el nombre del SEÑOR
diciendo: “¡Libra, oh SEÑOR,
mi vida!”.
5 Clemente y justo es el SEÑOR;
sí, misericordioso es nuestro Dios.
6 El SEÑOR guarda a los ingenuos;
estaba yo postrado, y él me salvó.
7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo porque el SEÑOR te ha favorecido.
8 Porque tú has librado
mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas
y mis pies de la caída.
9 Andaré delante del SEÑOR
en la tierra de los vivientes.
10 Creí; por tanto[a], hablé
estando afligido en gran manera.
11 Y dije en mi apresuramiento: “Todo hombre es mentiroso”.
12 ¿Qué daré al SEÑOR
por todas sus bendiciones
para conmigo?
13 Alzaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre del SEÑOR.
14 Cumpliré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo.
15 Estimada es en los ojos del SEÑOR
la muerte de sus fieles.
16 Escúchame, oh SEÑOR, porque yo soy tu siervo;
soy tu siervo, hijo de tu sierva. Tú rompiste mis cadenas.
17 Te ofreceré sacrificio de acción
de gracias
e invocaré el nombre del SEÑOR.
18 Cumpliré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo
19 en los atrios de la casa del SEÑOR,
en medio de ti, oh Jerusalén. ¡Aleluya!
Llamado a la alabanza
117 ¡Alaben al SEÑOR, naciones todas!
¡Pueblos todos, alábenle!
2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia,
y la verdad del SEÑOR es para siempre. ¡Aleluya!
La misericordia eterna del SEÑOR
118 ¡Alaben al SEÑOR porque es bueno;
porque para siempre es su
misericordia!
2 Diga, por favor, Israel:
“¡Para siempre es su misericordia!”.
3 Diga, por favor, la casa de Aarón: “¡Para siempre es su misericordia!”.
4 Digan, por favor, los que temen
al SEÑOR:
“¡Para siempre es su misericordia!”.
5 Al SEÑOR[b] invoqué desde
la angustia,
y el SEÑOR[c] me respondió
poniéndome en lugar espacioso.
6 El SEÑOR está conmigo;
no temeré lo que me pueda hacer
el hombre.
7 El SEÑOR está conmigo, con los que me ayudan.
Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
8 Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre.
9 Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en los poderosos.
10 Todas las naciones me rodearon;
en el nombre del SEÑOR yo
las destruiré.
11 Me rodearon y me asediaron;
en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
12 Me rodearon como abejas,
ardieron[d] como fuego de espinos;
en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
13 Fui empujado[e] con violencia para que cayese;
pero el SEÑOR me socorrió.
14 El SEÑOR[f] es mi fortaleza
y mi canción;
él es mi salvación.
15 ¡Voz de júbilo y de salvación hay en las moradas de los justos!
¡La diestra del SEÑOR hace proezas!
16 ¡La diestra del SEÑOR está
levantada, en alto!
¡La diestra del SEÑOR hace proezas!
17 No moriré, sino que viviré
y contaré las obras del SEÑOR[g].
18 Duramente me castigó el SEÑOR[h] pero no me entregó a la muerte.
19 ¡Ábranme las puertas de la justicia! Entraré por ellas y daré gracias
al SEÑOR[i].
20 Esta es la puerta del SEÑOR; por ella entrarán los justos.
21 Te daré gracias
porque me has respondido
y has sido mi salvación.
22 La piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser la principal del ángulo.
23 De parte del SEÑOR es esto;
es una maravilla a nuestros ojos.
24 Este es el día que hizo el SEÑOR; nos gozaremos y nos alegraremos
en él.
25 ¡Oh SEÑOR, sálvanos, por favor! ¡Oh SEÑOR, haznos prosperar!
26 ¡Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR!
Desde la casa del SEÑOR los bendecimos.
27 El SEÑOR es Dios
y nos ha resplandecido.
Aten ramas festivas junto[j] a los cuernos del altar.
28 Mi Dios eres tú; a ti te daré gracias. Oh Dios mío, a ti te ensalzaré.
29 ¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su
misericordia!
El deber conyugal
7 En cuanto a las cosas de que me escribieron, bueno es para el hombre no tocar mujer. 2 Pero a causa de la inmoralidad sexual, cada hombre tenga su esposa, y cada mujer tenga su esposo. 3 El esposo cumpla con su esposa el deber conyugal; asimismo la esposa con su esposo. 4 La esposa no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo; asimismo el esposo tampoco tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposa.
5 No se nieguen el uno al otro, a menos que sea de acuerdo mutuo por algún tiempo, para que se dediquen a la oración y vuelvan a unirse en uno, para que no los tiente Satanás a causa de su incontinencia. 6 Esto digo a modo de concesión, no como mandamiento. 7 Más bien, quisiera que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don procedente de Dios: uno de cierta manera y otro de otra manera.
8 Digo, pues, a los no casados y a las viudas que les sería bueno si se quedasen como yo. 9 Pero si no tienen don de continencia, que se casen; porque mejor es casarse que quemarse.
La permanencia del matrimonio
10 Pero a los que se han casado mando, no yo, sino el Señor: que la esposa no se separe de su esposo 11 (pero si ella se separa, que quede sin casarse o que se reconcilie con su esposo), y que el esposo no abandone a su esposa.
12 A los demás digo yo, no el Señor: que si algún hermano tiene esposa no creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y si alguna esposa tiene esposo no creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14 Porque el esposo no creyente es santificado en la esposa, y la esposa no creyente en el creyente. De otra manera sus hijos serían impuros, pero ahora son santos. 15 Pero si el no creyente se separa, que se separe. En tal caso, el hermano o la hermana no han sido puestos bajo servidumbre, pues Dios los[a] ha llamado a vivir en paz. 16 Porque, ¿cómo sabes, oh esposa, si quizás harás salvo a tu esposo? ¿O cómo sabes, oh esposo, si quizás harás salva a tu esposa?
El cristiano en su ambiente social
17 Solamente que viva cada uno como el Señor le asignó, y tal como era cuando Dios lo llamó; así ordeno en todas las iglesias. 18 ¿Fue llamado alguien ya circuncidado? No disimule su circuncisión. ¿Ha sido llamado alguien incircunciso? No se circuncide. 19 La circuncisión no es nada, y la incircuncisión no es nada; más bien, lo que vale es guardar los mandamientos de Dios.
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