Old/New Testament
45 Isaías dijo:
«Dios hizo que Ciro
llegara a ser rey de Persia.
Le permitió dominar a las naciones
y dejar desarmados a sus reyes.
Dios hizo que ninguna ciudad
resistiera los ataques de Ciro.
Entonces Dios le dijo:
2 “Yo avanzaré delante de ti
y convertiré los montes en llanuras;
romperé los portones de bronce
y haré pedazos sus barras de hierro.
3 ”Yo te daré tesoros escondidos
que tengo en lugares secretos.
Así sabrás que yo soy Dios,
el único Dios de Israel.
4 Israel es mi pueblo elegido,
y mi fiel servidor.
Por amor a él,
y aunque tú no me conocías,
yo te llamé por tu nombre
y te di el título de rey.
5 ”Yo soy Dios,
y fuera de mí no hay otro.
Tú no me conocías,
pero yo te preparé para la lucha,
6 para que todo el mundo supiera
que yo soy el único Dios.
7 Yo he creado la luz y la oscuridad;
yo hago el bien y envío la desgracia.
Yo soy el único Dios,
y sólo yo hago todo esto”».
Isaías pide la salvación del pueblo
8 Isaías dijo:
«Que Dios mande justicia
desde los cielos,
que la justicia descienda
como rocío del cielo,
como lluvia de las nubes.
¡Que haya justicia en la tierra
y Dios traiga salvación!»
El misterioso poder de Dios
9 Dios dijo:
«El barro no le dice al alfarero:
“¿Qué estás haciendo?”,
ni la vasija lo critica, diciendo:
“Tú no sabes trabajar”.
10 Un hijo no le reprocha a sus padres
el haberlo traído a este mundo.
11 »Por eso, yo, el Dios santo,
que formó al pueblo de Israel, les digo:
“Ustedes no pueden pedirme cuentas
sobre el futuro de mi pueblo
ni enseñarme lo que debo hacer.
12 Yo hice la tierra y a sus habitantes,
yo extendí el cielo con mis manos
y allí coloqué los astros.
13 Yo hice triunfar a Ciro, el rey de Persia,
y ahora lo ayudaré en todo
para que reconstruya Jerusalén,
que es mi ciudad.
”Ciro pondrá en libertad a los israelitas
que viven como esclavos
en el país de Babilonia;
los liberará sin pedirles nada a cambio”».
14 Dios también le dijo a Israel:
«Los campesinos de Egipto,
los comerciantes de Etiopía
y los hombres de Jabá,
que son todos muy altos,
desfilarán ante ti
y se volverán tus esclavos.
Se arrodillarán ante ti y te dirán:
“Sólo entre ustedes está Dios;
no hay ningún otro”».
La humillación de los idólatras
15 Isaías dijo:
«Dios nuestro,
tú eres un Dios misterioso,
el Dios salvador de Israel.
16 »Todos los que fabrican ídolos
se llenarán de vergüenza,
serán humillados
y quedarán en ridículo.
17 Pero al pueblo de Israel
lo salvarás para siempre
y nunca más se llenará de vergüenza
ni volverá a ser humillado».
Dios desafía a los ídolos
18 Isaías dijo:
«Dios desafía a los ídolos
y dice:
“¡Yo soy el único Dios!
Yo he creado los cielos
y he formado la tierra
para que sea habitada.
Yo no formé la tierra
como un desierto seco,
19 ni hablé desde un lugar oscuro y secreto;
tampoco les dije a los israelitas:
‘Búsquenme, pero no me encontrarán’.
”Yo, el único Dios,
siempre hablo con la verdad,
y por eso le digo
a la gente de los pueblos
que ha escapado con vida:
20 ‘Reúnanse y acérquense.
Hay gente ignorante
que carga ídolos de madera
y ora a dioses que no pueden salvar.
’Esa gente no entiende nada.
21 Vamos ante el juez,
para ver si pueden responderme:
¿Quién anunció estas cosas
mucho antes de que sucedieran?
Fui yo, el único Dios,
y no hay otro dios fuera de mí.
Sólo yo tengo el poder
para ofrecer justicia y salvación.
22 ’Vengan a mí todos los pueblos
que habitan en lugares lejanos.
Yo los salvaré,
porque yo soy Dios y no hay otro.
23 Lo que digo es verdad,
y mi palabra no dejará de cumplirse.
Ante mí, todos doblarán la rodilla
y me adorarán.
Les juro que así será’.
24 ”Entonces todos dirán:
‘Sólo Dios puede dar la victoria’.
Los que se enojaron conmigo,
se llenarán de vergüenza,
y volverán a obedecerme.
25 Gracias a mí,
los israelitas triunfarán
y se llenarán de orgullo”».
La derrota de los dioses de Babilonia
46 Isaías dijo:
«Las estatuas de Bel y Nebo,
dioses de Babilonia,
se tambalean y caen al suelo.
Los babilonios las ponen
sobre animales de carga
que no soportan tanto peso.
2 Estas estatuas se caen al suelo
y son llevadas a otros países,
porque son incapaces de salvarse».
3 Dios dijo:
«Óiganme ustedes,
israelitas que aún quedan con vida:
Yo los he cuidado
desde antes que nacieran,
los he llevado en brazos
4 y seguiré haciendo lo mismo
hasta que lleguen a viejos
y peinen canas;
los sostendré y los salvaré
porque yo soy su creador.
5 »¿Con quién pueden compararme?
Yo no me parezco a nadie.
6 Hay gente que gasta mucho oro y plata
para contratar un artesano
que le fabrique un dios.
Luego se arrodilla ante él para adorarlo.
7 Cargan la estatua del dios
sobre sus hombros,
lo ponen en su sitio,
y de allí no se mueve.
Por más que griten
pidiéndole agua,
ese dios no les responde
ni puede librarlos de sus males.
8 »Recuerden esto, pecadores,
y piénsenlo bien:
9 recuerden todo lo que ha pasado
desde tiempos antiguos.
Yo soy Dios, y no hay otro;
soy Dios, y no hay nadie igual a mí.
10 Yo anuncio desde el principio
lo que va a pasar al final,
y doy a conocer el futuro
desde mucho tiempo antes.
Les aseguro que todos mis planes
se cumplirán tal como yo quiero.
11 »Yo he llamado de Persia
a un rey llamado Ciro;
él vendrá desde lejos,
como un ave de rapiña,
y hará lo que yo diga.
Tengo un plan, y haré que se cumpla.
Juro que así será.
12 »Escúchenme, gente terca:
ustedes no están a salvo.
13 Pero pronto vendré a salvarlos;
ya no demoraré más.
Yo le daré a Jerusalén la salvación,
y mi honor al pueblo de Israel».
3 Por eso, cuando ya no pudimos resistir el deseo de saber de ustedes, decidimos quedarnos solos en Atenas 2 y enviarles a Timoteo, nuestro querido amigo. Él colabora con nosotros y sirve a Dios anunciando la buena noticia de Cristo. Lo enviamos a ustedes para que los animara y ayudara a confiar firmemente en Jesucristo; 3 así las dificultades y problemas que ustedes afrontan no los harán dudar. Ustedes saben que tenemos que hacer frente a esos problemas. 4 Además, cuando todavía estábamos con ustedes, les advertimos que tendríamos dificultades. Y como ustedes bien saben, así ha sido. 5 Por eso, como ya no pude resistir más, envié a Timoteo, pues necesitaba saber si ustedes seguían confiando en Dios. ¡Yo temía que el diablo los hubiera hecho caer en sus trampas, y que hubiera echado a perder todo lo que hicimos por ustedes!
6 Pero ahora Timoteo ha regresado de la ciudad de Tesalónica, y nos ha contado que ustedes se aman unos a otros y no han dejado de confiar en Dios. También nos dijo que ustedes nos recuerdan siempre con cariño, y que desean vernos, así como nosotros deseamos verlos a ustedes.
7 Hermanos, a pesar de todos nuestros problemas y sufrimientos, nos alegra saber que siguen confiando en el Señor Jesús. 8 Ahora que sabemos esto, sentimos nuevas fuerzas para seguir viviendo. 9 ¡No sabemos cómo dar gracias a Dios por la gran alegría que ustedes nos han dado! 10 Día y noche rogamos a Dios que nos permita verlos personalmente, para ayudarlos a confiar completamente en él.
Oración de Pablo y de sus compañeros
11 Pedimos a Dios nuestro Padre, y a nuestro Señor Jesús, que nos den la oportunidad de ir a visitarlos. 12 Le pedimos al Señor que los haga amarse más los unos a los otros, y amar también a todos por igual. Porque así los amamos nosotros a ustedes. 13 También le pedimos al Señor Jesús que les dé fuerzas para confiar plenamente en Dios, y les dé también un corazón puro y sin pecado. Así, cuando él venga con todo su pueblo elegido, nadie podrá acusarlos de nada delante de Dios. Amén.
Copyright © 2000 by United Bible Societies