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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Jeremías 40-42

Jeremías es puesto en libertad

40 Este es el mensaje que el SEÑOR le dio a Jeremías después de que Nabuzaradán, comandante de la guardia lo liberó en Ramá. Allí Nabuzaradán lo había encontrado preso y encadenado entre todos los prisioneros de Jerusalén y de Judá, que iban deportados a Babilonia. El comandante de la guardia tomó aparte a Jeremías y le dijo: «El SEÑOR tu Dios advirtió sobre este desastre contra este lugar. El SEÑOR ahora ha cumplido su amenaza. Todo esto ha ocurrido porque ustedes pecaron contra el SEÑOR y no lo obedecieron. Sin embargo, hoy te libero de las cadenas que te atan las manos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, ven, que yo te cuidaré. Pero si no quieres venir, no vengas. Tienes todo el país para ir a donde mejor te parezca. Esta es tu última oportunidad, vuelve junto a Guedalías hijo de Ajicán, nieto de Safán, a quien el rey de Babilonia ha nombrado gobernador de las ciudades de Judá, y quédate con él y con tu pueblo. O ve a donde mejor te parezca».

Entonces el comandante de la guardia le dio provisiones y un regalo, y lo dejó en libertad. Jeremías se fue a donde estaba Guedalías hijo de Ajicán, en Mizpa, y se quedó a vivir con él y con el pueblo que quedaba en el país.

Guedalías gobernador de Judá

(2 R 25:23-24)

Todos los oficiales del ejército y sus soldados que aun estaban en el campo se enteraron de que el rey de Babilonia había nombrado a Guedalías hijo de Ajicán gobernador del país y de que lo había puesto a cargo de hombres, mujeres y niños, al igual que de alguna gente pobre que no había sido deportada a Babilonia. Los siguientes hombres fueron a Mizpa y se presentaron ante Guedalías: Ismael hijo de Netanías, Johanán y Jonatán hijos de Carea, Seraías hijo de Tanjumet, los hijos de Efay de Netofa, y Jezanías, hijo de un hombre de Macá, junto con sus soldados.

Guedalías hijo de Ajicán, nieto de Safán, les hizo esta promesa a ellos y a sus hombres: «No tengan temor de servir a los babilonios. Quédense aquí y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien. 10 Yo me voy a quedar en Mizpa para representarlos ante los babilonios que vengan aquí. Pero ustedes, almacenen vino, fruta y aceite de oliva, y vivan en las ciudades que han ocupado».

11 Todos los judíos que vivían en Moab, entre los amonitas, en Edom y en todos los otros países, se enteraron de que el rey de Babilonia había dejado un resto en Judá y de que había nombrado gobernador a Guedalías hijo de Ajicán, nieto de Safán. 12 Entonces estos judíos regresaron a la tierra de Judá de los lugares donde estaban dispersos y se presentaron en Mizpa, ante Guedalías. También empezaron a almacenar vino y fruta en abundancia.

13 Johanán hijo de Carea y todos los oficiales del ejército que estaban en el campo se presentaron ante Guedalías, en Mizpa, 14 y le dijeron:

—¿No sabes que Balís, rey de los amonitas, ha enviado a Ismael hijo de Netanías a matarte?

Pero Guedalías hijo de Ajicán no les creyó. 15 Entonces Johanán hijo de Carea le dijo en secreto a Guedalías, en Mizpa:

—Déjame matar a Ismael hijo de Netanías sin que nadie se entere de quién lo hizo. ¿Por qué vamos a permitir que él te mate? Eso causaría que se disperse el pueblo de Judá que se ha reunido ahora y que el resto de Judá sea destruido.

16 Guedalías hijo de Ajicán le dijo a Johanán hijo de Carea:

—No lo hagas, porque lo que dices sobre Ismael no es cierto.

El asesinato de Guedalías

(2 R 25:25-26)

41 En el mes séptimo, Ismael, hijo de Netanías y nieto de Elisama, que era de la familia real y uno de los oficiales del rey, fue con diez de sus hombres a Mizpa para presentarse ante Guedalías hijo de Ajicán. Ismael era miembro de la familia real y había sido uno de los oficiales del rey. Mientras comían juntos en Mizpa, Ismael hijo de Netanías y los diez hombres que estaban con él, agarraron y asesinaron a espada a Guedalías, hijo de Ajicán y nieto de Safán. Así mataron a quien el rey de Babilonia había nombrado gobernador del país. Ismael también mató a todos los judíos que estaban con Guedalías en Mizpa y a los soldados de Babilonia que se encontraban allí.

Al día siguiente del asesinato de Guedalías y cuando aun nadie se había dado cuenta de ello, llegaron de Siquén, Siló y Samaria 80 hombres con la barba afeitada, la ropa rasgada y el cuerpo lleno de cortadas que ellos mismos se habían hecho. Traían ofrendas de cereal e incienso, para ofrecerlos al SEÑOR en el templo. Ismael hijo de Netanías salió de Mizpa a saludarlos, llorando por el camino. Al llegar a ellos, les dijo:

—Vengan a ver a Guedalías hijo de Ajicán.

Cuando los hombres entraron a la ciudad, Ismael hijo de Netanías y sus hombres los mataron y los echaron a un pozo. Pero diez de esos 80 hombres dijeron:

—¡No nos maten! Tenemos trigo, cebada, aceite de oliva y miel escondidos en el campo.

Ismael se detuvo y no los mató como a sus compañeros. El rey Asá había hecho un pozo cuando Basá, rey de Israel, lo atacó[a], y en ese pozo fue donde Ismael echó los cuerpos de los hombres que había matado cuando se hizo pasar por amigo de Guedalías. Ismael hijo de Netanías lo llenó con los cadáveres. 10 Luego capturó a las hijas del rey y al resto del pueblo que estaba en Mizpa, sobre quienes Nabuzaradán, comandante de la guardia, había nombrado a Guedalías hijo de Ajicán como gobernador. Ismael hijo de Netanías los capturó y huyó hacia donde estaban los amonitas.

11 Johanán hijo de Carea y todos los jefes militares que estaban con él se enteraron del crimen que había cometido Ismael hijo de Netanías, 12 reunieron a sus hombres y fueron a pelear contra él. Lo encontraron cerca del gran estanque que está en Gabaón. 13 Cuando el pueblo que Ismael tenía prisionero vio a Johanán hijo de Carea y a los oficiales de su ejército que estaban con él, se alegraron mucho. 14 Así que todo el pueblo que Ismael había capturado en Mizpa se dio vuelta y se fue con Johanán hijo de Carea. 15 Pero Ismael hijo de Netanías y ocho de sus hombres escaparon de Johanán y se fueron con los amonitas.

16 Entonces Johanán hijo de Carea y los oficiales de su ejército que estaban con él rescataron al pueblo que Ismael hijo de Netanías había capturado en Mizpa después de haber matado a Guedalías hijo de Ajicán. Entre los rescatados de Gabaón había hombres, soldados, mujeres, niños y altos funcionarios.

El escape a Egipto

17 Salieron y llegaron a Guerut Quimán, que está junto a Belén. Querían llegar hasta Egipto 18 por temor a los babilonios. Les tenían temor porque Ismael hijo de Netanías había matado a Guedalías hijo de Ajicán, a quien el rey de Babilonia había nombrado gobernador del país.

42 Los oficiales del ejército, Johanán hijo de Carea y Azarías hijo de Osaías, se acercaron junto con todo el pueblo, grandes y chicos, al profeta Jeremías y le dijeron:

—Escucha nuestra petición y ruega al SEÑOR tu Dios por los que quedamos. Como puedes ver, sólo quedamos unos cuantos en comparación de los muchos que éramos antes. Ruega al SEÑOR tu Dios que nos diga qué camino debemos seguir y lo que debemos hacer.

El profeta Jeremías les dijo:

—Los he oído. Voy a orar al SEÑOR su Dios como me lo han pedido. Les diré todo lo que el SEÑOR me conteste sin ocultarles nada.

Ellos le dijeron a Jeremías:

—Que el SEÑOR tu Dios sea un testigo fiel y verdadero contra nosotros si no hacemos todo lo que el SEÑOR nos diga por medio de ti. Gústenos o no, nosotros obedeceremos al SEÑOR, a quien ahora te enviamos a consultar. Así lo haremos para que nos vaya bien al obedecer al SEÑOR nuestro Dios.

Después de diez días, vino mensaje del SEÑOR a Jeremías, quien convocó a Johanán hijo de Carea, a los oficiales del ejército que estaban con él, y a todo el pueblo, grandes y chicos, y les dijo:

—Esto dice el SEÑOR Dios de Israel, a quien me enviaron para presentarle su petición: 10 “Si se quedan en esta tierra, yo los edificaré, no los destruiré. Los plantaré y no los arrancaré, pues lamento haberlos hecho sufrir. 11 No teman al rey de Babilonia, al que ahora le tienen tanto miedo. No le teman porque yo estoy con ustedes, yo los rescataré y los salvaré de sus manos. Lo dice el SEÑOR. 12 Yo tendré compasión de ustedes, de manera que el rey de Babilonia también les tendrá compasión y los dejará regresar al país de ustedes”.

13 »Pero si no se quedan en esta tierra, si desobedecen al SEÑOR su Dios, 14 y dicen: “Vayamos a Egipto, donde no veremos guerra y no oiremos el sonido de la trompeta de guerra ni nos moriremos de hambre”, 15 entonces ustedes, los que quedan de Judá aquí, escuchen el mensaje del SEÑOR. Esto dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: “Si ustedes insisten en irse a Egipto a vivir como inmigrantes, 16 los alcanzará la guerra que tanto temen, los perseguirá el hambre que tanto les preocupa, y morirán allí. 17 Todos los que insisten en irse a vivir a Egipto, morirán por la guerra, el hambre o las enfermedades. No habrá sobrevivientes ni ninguno que se libre del sufrimiento que les enviaré”.

18 »Pueden estar seguros de esto porque el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel, afirma: “Así como descargué mi ira y enojo sobre los habitantes de Jerusalén, así mismo descargaré mi furor sobre ustedes si se van a Egipto. Serán un ejemplo de lo que es ser malditos, desolados y objetos de burla. Nunca más volverán a ver este lugar”. 19 El SEÑOR les dio instrucciones de no ir a Egipto, resto de Judá. Sepan bien que se lo advertí. 20 Ustedes mismos cometieron un error fatal cuando me enviaron al SEÑOR, Dios de ustedes, diciendo: “Ruega por nosotros al SEÑOR nuestro Dios, y dinos exactamente lo que diga el SEÑOR nuestro Dios, y nosotros lo haremos”. 21 Pero aunque hoy les he dicho lo que él me dijo, ustedes no quieren obedecer al SEÑOR su Dios en nada de lo que yo les he comunicado. 22 Por lo tanto, sepan bien que ustedes morirán, ya sea por la guerra, el hambre o las enfermedades, en el país al que se quieren ir a vivir».

Hebreos 4

Así que debemos tener mucho cuidado porque, aunque todavía está vigente la promesa que Dios le dio a ese pueblo de entrar a disfrutar del reposo de Dios, puede ser que algunos de ustedes no entren allí. Porque nosotros, al igual que ellos, también recibimos la buena noticia, pero a ellos no les sirvió de nada porque no se unieron por la fe con aquellos que hicieron caso. (A)Sólo nosotros, los creyentes, entramos a ese reposo. Como Dios dijo:

«Estaba enojado e hice una promesa:
    “Ese pueblo nunca entrará a disfrutar de mi reposo”».[a]

Aunque en realidad, Dios ya había preparado todo desde la creación del mundo. (B)Pues en alguna parte de la Escritura dice esto sobre el séptimo día: «Dios reposó de todo su trabajo en el séptimo día».[b] Y en el texto que ya mencioné dice: «Ese pueblo nunca entrará a disfrutar de mi reposo».

Es verdad que todavía falta que algunos entren a disfrutar del reposo de Dios, pero los primeros que escucharon la buena noticia no entraron porque no obedecieron. (C)Entonces Dios planeó otro día aparte, un nuevo «hoy» y habló de ese día mucho tiempo después, por medio de David en el texto ya mencionado:

«Si escuchan hoy la voz de Dios,
    no se opongan como antes».[c]

Porque si Josué les hubiera dado el reposo que Dios prometió, el texto no habría hablado de otro «hoy». Esto nos demuestra que todavía está por llegar otro día de reposo para el pueblo de Dios. 10 Dios reposó después de que terminó su trabajo, y el que entre a disfrutar del reposo de Dios será aquel que también haya terminado su trabajo. 11 Hagamos todo lo posible por entrar a disfrutar del reposo de Dios, pues el que desobedezca a Dios, como lo hizo el pueblo de Israel, no entrará.

12 La palabra de Dios vive, es poderosa y es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra tan profundo que divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los huesos, y juzga los pensamientos y sentimientos de nuestro corazón. 13 No hay nada creado en el mundo que se pueda esconder de Dios; todo está desnudo y expuesto a su vista. Es a él a quien tendremos que rendirle cuentas de nuestra vida.

Jesús, sumo sacerdote, nos ayuda

14 En Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha entrado al cielo. Así que sigamos firmes en la fe que tenemos. 15 Él fue tentado tal como somos tentados nosotros, con la única diferencia de que él nunca cometió pecado. 16 Entonces, acerquémonos con confianza al trono de Dios que es generoso. Allí recibiremos su compasión y su bondad para ayudarnos cuando lo necesitemos.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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