Old/New Testament
Los músicos del templo
25 1-6 David y los jefes encargados del templo apartaron a Asaf, a Hemán y a Jedutún, junto con todos sus hijos, para que se encargaran de la música de los cultos. Estos músicos comunicaban mensajes de Dios por medio de sus cantos o acompañados por instrumentos musicales, y estaban bajo las órdenes directas del rey David. Asaf, Hemán y Jedutún dirigían a sus hijos cuando alababan a Dios en el templo, acompañados de arpas, platillos y otros instrumentos de cuerdas. Ésta es la lista de sus nombres:
Los hijos de Asaf:
Jacur,
José,
Netanías,
Asarela.
Los hijos de Jedutún:
Guedalías,
Serí,
Isaías,
Simí,
Hasabías,
Matatías.
Los hijos de Hemán:
Buquías,
Matanías,
Uziel,
Sebuel,
Jeremot,
Hananías,
Hananí,
Eliatá,
Guidalti,
Romamti-ézer,
Josbecasa,
Malotí,
Hotir,
Mahaziot.
Estos catorce hombres, junto con sus tres hermanas, formaban la familia de Hemán, y por eso llegó a ser muy poderoso, pues así se lo había prometido Dios.
7 Los que estaban entrenados para cantar a Dios fueron en total doscientos ochenta y ocho. 8 Éstos se turnaron, por medio de un sorteo, para prestar su servicio, sin importar que fueran adultos o jóvenes, maestros o estudiantes. 9-31 Se organizaron en grupos de doce; cada grupo estaba compuesto por el jefe de familia, sus hijos y hermanos. Cada grupo tenía el nombre del jefe de familia; éste es el orden en que les tocó servir:
José,
Guedalías,
Zacur,
Isrí,
Netanías,
Buquías,
Jesarela,
Isaías,
Matanías,
Simí,
Azarel,
Hasabías,
Subael,
Matatías,
Jeremot,
Hananías,
Josbecasa,
Hananí,
Malotí,
Eliatá,
Hotir,
Guidalti,
Mahaziot,
Romamti-ézer.
Organización de los vigilantes
26 1-19 Los encargados de vigilar las entradas del templo de Dios también hicieron un sorteo para repartir los turnos de vigilancia. Así, los turnos se asignaron sin importar de qué familia era el vigilante, pues todos fueron tratados de la misma manera en que fueron tratados los ayudantes de los sacerdotes. Quedaron repartidos de acuerdo al siguiente orden:
Del grupo familiar de Coré:
Meselemías, hijo de Coré y nieto de Asaf, y sus siete hijos:
Zacarías,
Jediael,
Zebadías,
Jatniel,
Elam,
Johanán,
Eliehoenai.
Obed-edom y sus ocho hijos:
Semaías,
Jozabad,
Joah,
Sacar,
Natanael,
Amiel,
Isacar,
Peultai.
Semaías y sus seis hijos:
Otní,
Rafael,
Obed,
Elzabad,
Elihú,
Samaquías.
Estos seis fueron los jefes de sus grupos familiares. Obed-edom tuvo entonces sesenta y dos descendientes, pues Dios lo bendijo dándole muchos hijos. Los hijos y hermanos de Meselemías que sirvieron como vigilantes fueron dieciocho en total. Todos estos fueron hombres famosos por la valentía que mostraban como vigilantes del templo.
Del grupo familiar de Merarí:
Hosá y sus hijos:
Simrí,
Hilquías,
Tebalías,
Zacarías.
Los hijos y hermanos de Hosá fueron en total trece. Hosá nombró a Simrí como el jefe, aunque éste no era su hijo mayor.
Cada día los que vigilaban las entradas se repartían de la siguiente manera:
Seis hombres en la entrada del este, entre los que estaba Selemías.
Cuatro hombres en la entrada del norte, entre los que estaba un consejero sabio llamado Zacarías hijo de Selemías.
Cuatro hombres en la entrada del sur, para vigilar las dos bodegas que allí había. Dos hombres para cada bodega; entre ellos estaban Obed-edom y sus hijos.
Cuatro hombres en la entrada del oeste. Esta entrada estaba junto a la gran cuesta que lleva al patio oeste, y se le llamaba Saléquet. Entre estos vigilantes estaban Supím y Hosá.
Dos hombres para vigilar el patio oeste.
Los tesoreros
20-28 Otros hombres de la tribu de Leví cuidaban los tesoros del templo y las ofrendas especiales que el profeta Samuel, el rey Saúl, el oficial Abner y el oficial Joab habían dado para Dios. Entre esas ofrendas también estaba parte del botín de guerra que el rey David, los jefes de las tribus, y todos los jefes del ejército habían entregado para los gastos del templo de Dios.
Entre estos vigilantes había descendientes de Guersón hijo de Moisés, y descendientes de Amram, Zetam y Joel. Unos eran hijos de Jehiel y nietos de Ladán; otros eran hijos de Ishar, Hebrón y Uziel, descendientes de Amram. Otros eran descendientes de Eliézer, el hermano de Guersón, entre los cuales estaban Rehabías, Isaías, Joram, Zicrí y Selomit.
Como jefe de todos estos tesoreros nombraron a Sebuel, descendiente de Guersón.
Otros trabajos fuera del templo
29 Quenanías y sus hijos fueron los líderes y jueces encargados de los asuntos del gobierno, y no trabajaban en el templo. Ellos eran descendientes de Ishar.
30 Hasabías, que era descendiente de Hebrón, tenía un total de mil setecientos parientes. Todos eran hombres muy valientes, que estaban encargados de todos los asuntos religiosos y políticos de los israelitas que vivían al oeste del Jordán.
31-32 Cuando David tenía ya cuarenta años gobernando, ordenó que se revisaran las listas de los descendientes de Hebrón. El rey se dio cuenta de que entre esos descendientes había en Jazer de Galaad hombres muy valientes. El jefe de todos esos hombres era Jerías, y en total sumaban dos mil setecientos jefes de familia. Entonces el rey David los puso a cargo de todos los asuntos religiosos y políticos de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés.
Organización del ejército
27 El ejército de Israel estaba formado por doce grupos, que se turnaban para servir al rey una vez al año. Cada grupo estaba formado por veinticuatro mil hombres, entre los que había jefes de grupos familiares y oficiales del ejército.
2-15 Ésta es la lista de los jefes de los grupos militares que cada mes prestaban sus servicios al rey:
Primer mes: Jasobeam hijo de Zabdiel, descendiente de Fares.
Segundo mes: Dodai el ahohíta, y su ayudante Miclot.
Tercer mes: Benaías hijo del jefe de los sacerdotes Joiadá, y jefe de los treinta valientes; pero en realidad, su hijo Amizabad era el jefe del grupo.
Cuarto mes: Asael hermano de Joab; luego ocupó su lugar su hijo Zebadías.
Quinto mes: Samhut el izraíta.
Sexto mes: Irá hijo de Iqués, el tecoíta.
Séptimo mes: Heles el pelonita, descendiente de Efraín.
Octavo mes: Sibecai el de Husá, descendiente de los zarjítas.
Noveno mes: Ebiézer el de Anatot, descendiente de Benjamín.
Décimo mes: Maharai el de Netofá, descendiente de los zarjítas.
Decimoprimer mes: Benaías el de Piratón, descendiente de Efraín.
Duodécimo mes: Heldai el de Netofá, descendiente de Otoniel.
Organización de las tribus de Israel
16-22 Ésta es la lista de los jefes de las tribus de Israel:
Eliézer hijo de Zicrí, de la tribu de Rubén.
Sefatías hijo de Maacá, de la tribu de Simeón.
Hasabías hijo de Quemuel, de la tribu de Leví.
Elihú, hermano de David, de la tribu de Judá.
Omrí hijo de Micael, de la tribu de Isacar.
Ismaías hijo de Abdías, de la tribu de Zabulón.
Jerimot hijo de Azriel, de la tribu de Neftalí.
Oseas hijo de Azazías, de la tribu de Efraín.
Joel hijo de Pedaías, de la media tribu de Manasés.
Idó hijo de Zacarías, de la otra media tribu de Manasés, en Galaad.
Jaasiel hijo de Abner, de la tribu de Benjamín.
Azarel hijo de Jeroham, de la tribu de Dan.
Además, Sadoc fue el jefe de los descendientes de Aarón.
23 Como Dios había prometido que los israelitas se multiplicarían tanto que nadie los podría contar, David no hizo una lista de los que eran menores de veinte años. 24 Y aunque Joab había comenzado a contarlos, no pudo terminar, porque Dios envió una enfermedad sobre los israelitas como castigo. Por esta razón, en el libro que narra los hechos más importantes del reinado de David nunca se anotó cuántos eran.
Administradores del rey David
25-31 Ésta es la lista de los que estaban encargados de cuidar y administrar las propiedades del rey David:
Azmávet hijo de Adiel: Era el principal tesorero.
Jonatán hijo de Ozías: Cuidaba los tesoros que estaban guardados en diferentes lugares del territorio de Israel.
Ezrí hijo de Quelub: Era el jefe de los campesinos que cultivaban las tierras del rey.
Simí de Ramat: Administraba y cuidaba los viñedos.
Zabdí de Sefam: Era el encargado de llevar el vino a las bodegas.
Baal-hanán de Guederá: Administraba los olivares y los árboles de higos silvestres que había en la llanura.
Joás: Cuidaba los depósitos de aceite.
Sitrai de Sarón: Atendía el ganado que pastaba en Sarón.
Safat hijo de Adlai: Cuidaba el ganado que pastaba en los valles.
Obil el ismaelita: Vigilaba los camellos.
Jehedías de Meronot: Era el encargado de cuidar las burras.
Jaziz el agareno: Era el encargado de cuidar las ovejas.
Otros ayudantes de David
32-34 Éstos son los hombres que ayudaban a David en otros trabajos:
Jonatán el tío de David: Era secretario, y un sabio consejero.
Jehiel hijo de Hacmoní: Cuidaba siempre de los hijos del rey.
Ahitófel: Era consejero del rey; luego ocuparon su lugar Joiadá hijo de Benaías, y Abiatar.
Husai el arquita: Consejero y amigo del rey.
Joab: Era el jefe del ejército.
Jesús sana a un ciego
9 Cuando Jesús salió del templo, vio por el camino a un joven que había nacido ciego. 2 Los discípulos le preguntaron a Jesús:
—Maestro, ¿quién tiene la culpa de que este joven haya nacido ciego? ¿Fue por algo malo que hizo él mismo, o por algo malo que hicieron sus padres?
3 Jesús les respondió:
—Ni él ni sus padres tienen la culpa. Nació así para que ustedes vean cómo el poder de Dios lo sana. 4 Mientras yo esté con ustedes, hagamos el trabajo que Dios mi Padre me mandó hacer; vendrá el momento en que ya nadie podrá trabajar. 5 Mientras yo estoy en el mundo, soy la luz del mundo.
6 Enseguida Jesús escupió en el suelo, hizo un poco de lodo con la saliva, y se lo puso al joven en los ojos. 7 Entonces le dijo: «Ve a la piscina de Siloé,[a] y lávate los ojos.»
El ciego fue y se lavó, y cuando regresó ya podía ver. 8 Sus vecinos y todos los que antes lo habían visto pedir limosna se preguntaban: «¿No es éste el joven ciego que se sentaba a pedir dinero?» 9 Unos decían: «Sí, es él.» Otros decían: «No, no es él, aunque se le parece mucho.» Pero él mismo decía: «¡Claro que soy yo!» 10 Entonces le preguntaron:
—¿Cómo es que ya puedes ver?
11 Él respondió:
—Un hombre llamado Jesús hizo lodo, me lo puso en los ojos, y me dijo que fuera a la piscina de Siloé y que me lavara. Yo fui, y en cuanto me lavé los ojos pude ver.
12 —¿Y dónde está Jesús? —le preguntaron.
—No lo sé —contestó él.
Los fariseos y el ciego sanado
13-14 Cuando Jesús hizo lodo y sanó al ciego era día de descanso obligatorio. Por eso, algunos llevaron ante los fariseos al joven que había sido sanado. 15 Los fariseos le preguntaron:
—¿Cómo es que ya puedes ver?
El joven les respondió:
—Jesús me puso lodo en los ojos, y ahora puedo ver.
16 Algunos fariseos dijeron: «A ese hombre no lo ha enviado Dios, pues desobedece la ley que prohíbe trabajar en sábado.» Pero otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer milagros como éste?» Y no se ponían de acuerdo. 17 Entonces le preguntaron al que había sido ciego:
—Ya que ese hombre te dio la vista, ¿qué opinas de él?
—Yo creo que es un profeta —les contestó.
18 Pero los jefes judíos no creían que ese joven hubiera sido ciego y que ahora pudiera ver. Entonces llamaron a los padres del joven 19 y les preguntaron:
—¿Es éste su hijo? ¿Es cierto que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver?
20 Los padres respondieron:
—De que éste es nuestro hijo, y de que nació ciego, no tenemos ninguna duda. 21 Pero no sabemos cómo es que ya puede ver, ni quién lo sanó. Pregúntenselo a él, pues ya es mayor de edad y puede contestar por sí mismo.
22-23 Los padres dijeron esto porque tenían miedo de los jefes judíos, ya que ellos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga a todo el que creyera y dijera que Jesús era el Mesías.
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