New Testament in a Year
Jesucristo es ungido en Betania
12 Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos.
2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que iba a entregarle:
5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?
6 Pero dijo esto, no porque tuviese interés por los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.
8 Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
El complot contra Lázaro
9 Gran multitud de los judíos se enteraron entonces de que él estaba allí, y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
10 Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro,
11 porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.
La entrada mesiánica en Jerusalén
12 Al día siguiente, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén,
13 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro, y clamaban: ¡Hosanná! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel!
14 Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito:
15 No temas, hija de Sión;
He aquí que tu Rey viene,
Montado sobre un pollino de asna.
16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.
17 Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.
18 Por lo cual también salió la gente a su encuentro, porque oyeron que él había hecho esta señal.
19 Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.
Unos griegos buscan al Señor
20 Había ciertos griegos entre los que subían a adorar en la fiesta.
21 Éstos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús.
22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
23 Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para vida eterna.
26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo esté, allí también estará mi servidor. Al que me sirva, mi Padre le honrará.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.