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New Testament in a Year

Read the New Testament from start to finish, from Matthew to Revelation.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
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Mateo 24:1-28

Jesús predice la destrucción del Templo (Mc 13,1-2; Lc 21,5-6)

24 Jesús salió del Templo, y cuando ya se iba, sus discípulos se acercaron a él para hacerle admirar las construcciones del Templo. Pero él les dijo:

— ¿Ven todo esto? Pues les aseguro que aquí no va a quedar piedra sobre piedra. ¡Todo será destruido!

Los signos del fin del mundo (Mc 13,3-13; Lc 21,7-17)

Estaba Jesús sentado en la ladera del monte de los Olivos cuando se le acercaron aparte los discípulos para preguntarle:

— Dinos, ¿cuándo sucederá todo esto? ¿Cómo sabremos que tu venida está cerca y que el fin del mundo se aproxima?

Jesús les contestó:

— Tengan cuidado de que nadie los engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a mucha gente. Llegarán a oídos de ustedes noticias de guerras y rumores de conflictos bélicos. No se alarmen, pues, aunque todo esto tenga que suceder, todavía no será el fin. Se levantarán unas naciones contra otras, y unos reinos contra otros, y por todas partes habrá hambres y terremotos. Pero todas estas calamidades serán sólo el principio de los males que han de sobrevenir.

En aquellos días a ustedes los maltratarán y matarán. Todo el mundo los odiará por causa de mí. 10 Serán días en que la fe de muchos correrá peligro, mientras otros se traicionarán y se odiarán mutuamente. 11 Aparecerán por todas partes falsos profetas, que engañarán a muchos. 12 La maldad reinante será tanta que el amor de mucha gente se enfriará. 13 Pero el que se mantenga firme hasta el fin, ese se salvará. 14 Y esta buena noticia del reino se anunciará por todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan. Entonces llegará el fin.

La gran tribulación (Mc 13,14-23; Lc 21,20-24)

15 Cuando vean ustedes que en el lugar santo se instala el ídolo abominable de la destrucción anunciado por el profeta Daniel (medite en esto el que lo lea), 16 entonces los que estén en Judea huyan a las montañas; 17 el que esté en la azotea no baje a la casa a recoger ninguna de sus cosas, 18 y el que esté en el campo no regrese ni siquiera a recoger su manto. 19 ¡Ay de las mujeres embarazadas y de las que en esos días estén criando! 20 Oren para que cuando tengan que huir no sea ni invierno ni sábado, 21 porque habrá entonces tanto sufrimiento como no lo ha habido desde que el mundo existe ni volverá a haberlo jamás. 22 Si Dios no acortara ese tiempo, nadie podría salvarse. Pero él lo abreviará por causa de los elegidos.

23 Si alguien les dice entonces: “Miren, aquí está el Mesías”, o bien: “Miren, está allí”, no lo crean. 24 Porque aparecerán falsos mesías y falsos profetas, que harán grandes señales milagrosas y prodigios con objeto de engañar, si fuera posible, incluso a los que Dios ha elegido. 25 Miren que se lo advierto de antemano. 26 Así que si alguien les dice: “El Mesías está en el desierto”, no vayan allí; y si les dice: “Está escondido en lo más secreto de la casa”, no lo crean. 27 Pues como un relámpago brilla en oriente y su resplandor se deja ver hasta occidente, así será la venida del Hijo del hombre. 28 ¡Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres!

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España