Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

New Testament in a Year

Read the New Testament from start to finish, from Matthew to Revelation.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Mateo 20:17-34

Jesús anuncia por tercera vez su muerte y su resurrección (Mc 10,32-34; Lc 18,31-34)

17 Cuando Jesús iba de camino subiendo hacia Jerusalén, llamó aparte a los doce discípulos y les dijo:

18 — Ya ven que estamos subiendo a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley que lo condenarán a muerte; 19 luego lo pondrán en manos de extranjeros para que se burlen de él, lo golpeen y lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará.

Petición de los hijos de Zebedeo (Mc 10,35-45)

20 Por entonces se presentó a Jesús la madre de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, y se puso de rodillas con intención de pedirle algo. 21 Jesús le preguntó:

— ¿Qué es lo que deseas?

Ella dijo:

— Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.

22 Jesús respondió:

— No saben lo que están pidiendo. ¿Pueden beber ustedes la misma copa de amargura que yo estoy a punto de beber?

Ellos le contestaron:

— ¡Sí, podemos beberla!

23 Jesús les dijo:

— Pues bien, beberán mi copa de amargura; pero el que se sienten el uno a mi derecha y el otro a mi izquierda, no es cosa mía concederlo; eso es para quienes mi Padre lo ha reservado.

24 Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se sintieron muy molestos con los dos hermanos. 25 Pero Jesús los reunió y les dijo:

— Como muy bien saben ustedes, los que gobiernan las naciones las someten a su dominio, y los poderosos las rigen despóticamente. 26 Pero entre ustedes no debe ser así. Antes bien, si alguno quiere ser grande, que se ponga al servicio de los demás; 27 y si alguno quiere ser principal, que se haga servidor de todos. 28 De la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en pago de la libertad de todos.

Curación de dos ciegos (Mc 10,46-52, Lc 18,35-43)

29 Cuando salían de Jericó, una multitud acompañaba a Jesús. 30 En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que Jesús pasaba por allí, se pusieron a gritar:

— ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!

31 La gente les decía que se callaran, pero ellos gritaban cada vez más:

— ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!

32 Entonces Jesús se detuvo, los llamó y les preguntó:

— ¿Qué quieren que haga por ustedes?

33 Los ciegos le contestaron:

— Señor, que podamos ver.

34 Jesús, conmovido, les tocó los ojos, y al punto los ciegos recobraron la vista y se fueron tras él.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España