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New Testament in a Year

Read the New Testament from start to finish, from Matthew to Revelation.
Duration: 365 days
Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Marcos 9:1-29

»Algunos de los que están aquí no morirán sin contemplar el advenimiento del reino de Dios con poder —añadió Jesús.

La transfiguración

Seis días más tarde, Jesús llevó a Pedro, a Jacobo y a Juan a una montaña alta. Estaban solos. Y allí, delante de ellos, Jesús cambió de apariencia:

Su ropa adquirió un color blanco y resplandeciente. ¡Ningún lavador de la tierra habría podido lograr tanta blancura! Y aparecieron Elías y Moisés, que se pusieron a hablar con Jesús.

―Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! —exclamó Pedro—. Construiremos tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

Hablaba sin saber lo que decía, ya que todos estaban asustados. En eso, una nube los cubrió. Desde la nube resonó una voz que les dijo: «Este es mi Hijo amado. Óiganlo a él».

En ese mismo momento, cuando miraron a su alrededor, los discípulos vieron solamente a Jesús.

Mientras descendían del monte les suplicó que no dijeran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara. 10 Por eso guardaron el secreto, aunque entre ellos se preguntaban qué sería aquello de «resucitar».

11 ―¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías tiene que regresar primero? —le preguntaron.

12-13 ―Es cierto —les respondió Jesús—. Elías vendrá primero a restaurar todas las cosas; pero lo cierto es que ya vino y la gente lo maltrató, tal como está escrito de él. Y lo mismo está escrito acerca del Hijo del hombre, que sufrirá mucho y que será rechazado.

Jesús sana a un muchacho endemoniado

14 Al llegar a donde estaban los discípulos encontraron que un gran gentío los rodeaba, y a varios maestros de la ley que discutían con ellos. 15 La llegada de Jesús sorprendió al gentío, que corrió a su encuentro a saludarlo.

16 ―¿Qué están discutiendo con ellos? —les preguntó.

17 Alguien le dijo:

―Maestro, te traía a mi hijo porque tiene un espíritu que no lo deja hablar. 18 Cada vez que el espíritu lo toma, lo arroja al suelo y le hace echar espumarajos por la boca y crujir los dientes; y mi hijo se queda tieso. Pedí a tus discípulos que echaran fuera al espíritu, pero no lo lograron.

19 ―¡Oh generación incrédula! —les respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo he de soportarlos? Traigan acá al muchacho.

20 Así lo hicieron, pero cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió al muchacho con tal violencia que este cayó al suelo, se revolcó y echó espumarajos por la boca.

21 ―¿Cuánto tiempo lleva en estas condiciones? —le preguntó Jesús al padre.

―Desde pequeño —contestó—. 22 Muchas veces el espíritu lo arroja en el fuego o en el agua, tratando de matarlo. Por favor, si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.

23 ―¿Que si puedo? —dijo Jesús—. Cualquier cosa es posible si crees.

24 Al instante el padre exclamó:

―Creo; pero ayúdame a no dudar.

25 Cuando Jesús vio que el gentío se agolpaba, reprendió al espíritu impuro con estas palabras:

―Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de este muchacho y que no entres más en él.

26 El espíritu gritó, sacudió violentamente al muchacho, y salió de él. El muchacho quedó inmóvil como si estuviera muerto. Por eso, muchos decían:

―¡Está muerto!

27 Pero Jesús lo tomó de la mano, y con su ayuda el muchacho se puso de pie.

28 Cuando Jesús entró a la casa, los discípulos le preguntaron en privado:

―¿Por qué no pudimos echar fuera aquel espíritu?

29 ―Esta clase de espíritus no puede salir sino por medio de oración —les respondió Jesús.

Nueva Biblia Viva (NBV)

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