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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
La Palabra (España) (BLP)
Version
1 Crónicas 28

Instrucciones de David

28 David reunió en Jerusalén a todas las autoridades de Israel: a los jefes de tribus y de las secciones que servían al rey, a los capitanes de compañías y batallones, a los administradores de la hacienda y el ganado del rey y de sus hijos, a los cortesanos, a los héroes de guerra y a toda la gente de valía. Luego el rey David se puso en pie y dijo:

— Hermanos míos y pueblo mío, escuchadme. Yo había proyectado edificar un Templo para descanso del Arca de la alianza del Señor y escabel de los pies de nuestro Dios y había hecho los preparativos para su construcción. Pero Dios me dijo: “Tú no edificarás un Templo en mi honor, pues eres un hombre belicoso y has derramado sangre”. Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me ha elegido entre toda mi familia para convertirme en rey de todo Israel por siempre, pues escogió a Judá como príncipe; y entre la tribu de Judá, a la familia de mi padre; y entre mis hermanos, a mí para hacerme rey de todo Israel. Y entre todos mis hijos (pues el Señor me ha dado numerosos hijos) ha elegido a mi hijo Salomón para sentarse en el trono del reino de Dios sobre Israel. Y me dijo: “Tu hijo Salomón será quien edifique mi Templo y mis atrios, pues lo he elegido como hijo y yo seré su padre. Yo consolidaré su reino para siempre, si se mantiene firme en el cumplimiento de mis mandatos y decretos, como hoy lo hace”.

Ahora, pues, ante todo Israel, que es la asamblea del Señor, y ante nuestro Dios, guardad y seguid todos los mandatos del Señor vuestro Dios, para que sigáis poseyendo esta magnífica tierra y la podáis legar después a vuestros hijos para siempre.

Y tú, hijo mío, Salomón, reconoce al Dios de tu padre y sírvelo de forma exclusiva y generosa, pues él sondea todos los corazones y penetra en todas las intenciones. Si lo buscas, se dejará encontrar; pero si lo abandonas, él te abandonará para siempre. 10 Piensa que el Señor te ha escogido para que le edifiques el santuario. ¡Valor y manos a la obra!

11 David entregó a su hijo Salomón el diseño del atrio del Templo y de sus edificaciones anejas: almacenes, cámaras superiores, dependencias interiores y el lugar de la expiación; 12 junto con el diseño que tenía proyectado para los atrios del Templo, para todas las dependencias circundantes; para los tesoros del Templo y las ofrendas consagradas; 13 para los turnos sacerdotales y levíticos, para los diversos servicios del culto y para todos los utensilios del Templo. 14 Además, le indicó las respectivas cantidades de oro y plata que debían contener, según su función, los distintos objetos de culto; 15 así como el peso de los distintos candelabros y lámparas de oro y plata, según la función de cada candelabro; 16 la cantidad de oro para las mesas de oro de los panes de la ofrenda, y la de plata para las mesas de plata; 17 el oro puro de los tenedores, cuencos y jarrones; el peso de oro y plata para las diversas copas; 18 el peso de oro fino para el altar del incienso y el diseño del carro de los querubines de oro que cubren con sus alas extendidas el Arca de la alianza del Señor. 19 Todo de acuerdo con un escrito que el Señor había dado a David, explicando todos los detalles del diseño.

20 Luego David añadió a su hijo Salomón:

— ¡Ten valor y ánimo, y pon manos a la obra! No temas ni te acobardes, porque Dios, el Señor, mi Dios, te acompaña, y no te dejará ni abandonará hasta que culmines toda la obra del servicio del Templo. 21 Tienes a tu disposición a las clases sacerdotales y levíticas para todos los servicios del Templo de Dios, y en los distintos trabajos podrás contar con voluntarios expertos en cada especialidad y con las autoridades y todo el pueblo, que estarán a tus órdenes.

2 Pedro 2

Los falsos maestros

Pero así como antaño hubo falsos profetas en medio del pueblo de Israel, así también habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán divisiones perniciosas. Se atreverán incluso a negar al Señor que los ha salvado, y de este modo se acarrearán un desastre fulminante. Muchos secundarán sus desenfrenos, y el camino de la verdad será cubierto de oprobio por su culpa. En su ambición querrán, con palabras engañosas, utilizaros a vosotros como objetos de compraventa; pero hace tiempo que está dictada su condena, y pronta para consumarse su ruina. Dios, en efecto, no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó a las cavernas tenebrosas del abismo, donde los mantiene encarcelados para el juicio. Como tampoco perdonó a la humanidad primitiva, con excepción de Noé —preservado con otros siete por ser el pregonero de la justicia divina—, sino que desencadenó el diluvio sobre aquel mundo de impíos. Ni libró de la destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, antes bien las redujo a cenizas para escarmiento de futuras generaciones pecadoras. Salvó, en cambio, al intachable Lot que se hallaba abrumado por la conducta lujuriosa de aquellos desalmados, pues, bueno como era y viviendo en medio de ellos, sentía rompérsele su buen corazón más y más cada día al ver y oír sus perversidades.

El Señor sabe librar de la prueba a los creyentes y reservar, en cambio, a los impíos para castigarlos el día del juicio; 10 sobre todo a quienes corren en pos de sucias apetencias carnales y desprecian la autoridad del Señor. Osados y arrogantes, injurian sin recato a los seres gloriosos, 11 siendo así que los mismos ángeles, superiores en fuerza y poder, no se atreven a difamarlos en presencia del Señor. 12 Tales individuos son como bestias sin seso, destinados por su naturaleza a ser atrapados en el cepo y a morir. Injurian lo que ignoran, y morirán con la muerte de las bestias, 13 recibiendo daño en pago del daño que causaron. Ponen su felicidad en el libertinaje a plena luz; impuros y viciosos, se entregan a sus placeres mientras banquetean alegremente con vosotros. 14 Miran con ojos cargados de pasión a la mujer adúltera; están siempre hambrientos de pecado; seducen a los débiles; su corazón rebosa avaricia; ¡son unos malditos! 15 Han abandonado el buen camino y se han extraviado, siguiendo el ejemplo de Balaán, hijo de Bosor, que buscó una recompensa inicua. 16 Pero Balaán fue recriminado por su maldad: una bestia de carga, incapaz de hablar, tomó voz humana y se opuso a la insensatez del profeta.

17 Esos individuos son manantiales sin agua, nubes arrastradas por el huracán. Densas tinieblas los aguardan, 18 pues son declamadores ampulosos y vacíos que seducen con la promesa de placeres carnales desenfrenados a quienes acaban de escapar de las garras del error. 19 Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos del vicio, pues quien te vence te esclaviza. 20 En efecto, si los que han sido liberados de la corrupción del mundo, al haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y atrapar en ella, su situación final resulta peor que la primera. 21 Preferible les hubiera sido no conocer el camino de la salvación que, una vez conocido, volver la espalda a los santos mandamientos recibidos. 22 A ellos se aplica la verdad de aquel proverbio: “El perro vuelve a su propio vómito” y “La cerda recién lavada vuelve a revolcarse en el cieno”.

Miqueas 5

El rey mesiánico

En cuanto a ti, Belén Efrata,
tan pequeña entre los clanes de Judá,
de ti saldrá el caudillo de Israel,
cuyo origen se remonta a días antiguos,
a un tiempo inmemorial.
Por eso el Señor abandonará a los suyos
hasta que dé a luz la que ha de dar a luz.
Y el que aún quede de sus hermanos
volverá a reunirse con el pueblo de Israel.
[El que ha de nacer] se mantendrá firme
y pastoreará con la fuerza del Señor
y con la majestad del Señor, su Dios.
Ellos, por su parte, vivirán seguros,
porque él extenderá su poder
hasta los confines mismos de la tierra.
Él nos traerá la paz;
y cuando Asiria invada nuestra tierra
e irrumpa en nuestros palacios,
nos enfrentaremos a ella
con siete pastores y ocho príncipes
que pastorearán Asiria con la espada
y el país de Nemrod con el acero.
Porque él será quien nos libre
cuando Asiria invada nuestra tierra
y ponga su pie en nuestro territorio.

Un resto entre las naciones

Será entonces el resto de Jacob
como rocío del Señor entre las naciones,
como lluvia que cae sobre la hierba
y para nada depende de humanos.
Será entonces el resto de Jacob,
entre pueblos y naciones numerosas,
como un león entre fieras salvajes,
como un cachorro de león
en medio de rebaños de ovejas:
penetra, pisotea y desgarra
sin que haya nadie que defienda.

No sirven los apoyos humanos ni los ídolos

¡Muestra tu poder contra tus adversarios
y destruye a todos tus enemigos!
Aquel día —oráculo del Señor—
exterminaré tus caballos
y haré desaparecer tus carros.
10 Eliminaré las ciudades de tu país
y demoleré todas tus fortalezas;
11 acabaré con tus hechicerías
y no te quedarán adivinos.
12 Destruiré tus ídolos y tus estelas
y no adorarás más la obra de tus manos;
13 Arrancaré tus postes sagrados
y convertiré en ruinas tus ciudades.
14 Con cólera y con furor me vengaré
de las naciones que no han obedecido.

Lucas 14

De nuevo Jesús cura en sábado

14 Sucedió que un sábado Jesús fue a comer a casa de uno de los jefe de los fariseos. Ellos, que lo estaban espiando, le colocaron delante un hombre enfermo de hidropesía. Jesús, entonces, preguntó a los doctores de la ley y a los fariseos:

— ¿Está o no está permitido curar en sábado?

Pero ellos no contestaron. Así que Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió. Luego les dijo:

— Si a uno de vosotros se le cae el hijo o un buey en un pozo, ¿no correrá a sacarlo aunque sea en sábado?

A esto no pudieron contestar nada.

Lección de buen comportamiento

Al ver Jesús que los invitados escogían para sí los puestos de honor en la mesa, les dijo a modo de ejemplo:

— Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar de honor, no sea que entre los invitados haya otro más importante que tú y, cuando llegue el que os invitó a ambos, te diga: “Tienes que dejarle el sitio a este”, y entonces tengas que ir avergonzado a sentarte en el último lugar. 10 Al contrario, cuanto te inviten, siéntate en el último lugar; así, al llegar el que te invitó, te dirá: “Amigo, sube hasta este lugar de más categoría”. Entonces aumentará tu prestigio delante de los otros invitados. 11 Porque a todo el que se ensalce a sí mismo, Dios lo humillará; pero al que se humille a sí mismo, Dios lo ensalzará.

12 Dirigiéndose luego al que lo había invitado, le dijo:

— Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, a tus hermanos, a tus parientes o a tus vecinos ricos, porque después ellos te invitarán a ti y quedarás así recompensado. 13 Por el contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos. 14 Ellos no pueden corresponderte; y precisamente por eso serás feliz, porque tendrás tu recompensa cuando los justos resuciten.

Parábola de la gran cena (Mt 22,1-10)

15 Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa dijo a Jesús:

— ¡Feliz aquel que sea invitado a comer en el reino de Dios!

16 Jesús le contestó:

— Una vez, un hombre dio una gran cena e invitó a muchos. 17 Cuando llegó el día de la cena, envió a su criado para que dijera a los invitados: “Venid, que ya está todo preparado”. 18 Pero todos ellos, uno por uno, comenzaron a excusarse. El primero dijo: “He comprado unas tierras y tengo que ir a verlas. Discúlpame, por favor”. 19 Otro dijo: “Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes y tengo que ir a probarlas. Discúlpame, por favor”. 20 El siguiente dijo: “No puedo ir, porque acabo de casarme”. 21 El criado volvió a casa y refirió a su señor lo que había ocurrido. Entonces el dueño de la casa, muy enojado, ordenó a su criado: “Sal en seguida por las plazas y las calles de la ciudad y trae aquí a los pobres, los inválidos, los ciegos y los cojos”. 22 El criado volvió y le dijo: “Señor, he hecho lo que me ordenaste y aún quedan lugares vacíos”. 23 El señor le contestó: “Pues sal por los caminos y veredas y haz entrar a otros hasta que mi casa se llene. 24 Porque os digo que ninguno de los que estaban invitados llegará a probar mi cena”.

Condiciones para seguir a Jesús (Mt 10,37-38)

25 Iba mucha gente acompañando a Jesús. Y él, dirigiéndose a ellos, les dijo:

26 — Si uno quiere venir conmigo y no está dispuesto a dejar padre, madre, mujer, hijos, hermanos y hermanas, e incluso a perder su propia vida, no podrá ser discípulo mío. 27 Como tampoco podrá serlo el que no esté dispuesto a cargar con su propia cruz para seguirme. 28 Si alguno de vosotros quiere construir una torre, ¿no se sentará primero a calcular los gastos y comprobar si tiene bastantes recursos para terminarla? 29 No sea que, una vez echados los cimientos, no pueda terminarla, y quede en ridículo ante todos los que, al verlo, 30 dirán: “Ese individuo se puso a construir, pero no pudo terminar”. 31 O bien: si un rey va a la guerra contra otro rey, ¿no se sentará primero a calcular si con diez mil soldados puede hacer frente a su enemigo, que avanza contra él con veinte mil? 32 Y si ve que no puede, cuando el otro rey esté aún lejos, le enviará una delegación para proponerle la paz. 33 Del mismo modo, aquel de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.

La sal que se vuelve insípida (Mt 5,13; Mc 9,50)

34 La sal es buena; pero si se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? 35 Ya no es útil para la tierra ni sirve para abono, de modo que se tira. Quien pueda entender esto, que lo entienda.

La Palabra (España) (BLP)

La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España