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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
2 Samuel 15

Rebelión de Absalón

15 Después de esto, Absalón comenzó a usar un carruaje con varios caballos y 50 hombres que iban corriendo delante de él. Absalón se levantaba temprano y se colocaba junto a la entrada[a] de la ciudad para ver a los que iban a presentar sus casos para ser juzgados ante el rey David. Entonces Absalón hablaba con ellos y les decía: «¿De qué ciudad eres?» La persona contestaba: «Soy de tal y tal tribu de Israel». Entonces Absalón le decía: «Tú estás en lo justo, pero el rey no te escuchará». También le decía: «¡Cómo quisiera que me nombraran juez de este país! Así podría ayudar con una solución justa a todos los que vinieran a mí con sus problemas».

También si alguien se le acercaba y se postraba rostro en tierra, Absalón lo saludaba y le daba un beso. Hacía lo mismo con todos los israelitas que iban a ver al rey David para resolver asuntos judiciales. Así Absalón se ganó el corazón de todo el pueblo de Israel.

Después de cuatro[b] años, Absalón le dijo al rey David:

—Permítame Su Majestad ir a Hebrón para cumplir una promesa que le hice al SEÑOR. Cuando vivía en Guesur de Aram, le prometí que si el SEÑOR me permitía regresar a Jerusalén, yo le serviría al SEÑOR en Hebrón.[c]

El rey David le dijo:

—Ve en paz.

Entonces Absalón partió para Hebrón, 10 pero envió espías a todas las tribus de Israel para que les dijeran: «Cuando oigan la trompeta, digan: “¡Absalón es rey en Hebrón!”» 11 Absalón invitó a 200 hombres para que fueran con él, pero ellos no sabían los planes de Absalón. 12 Cuando Absalón ofrecía sacrificios, mandó llamar a Ajitofel, uno de los consejeros de David que era del pueblo de Guiló. Así la conspiración de Absalón fue tomando forma y más gente lo apoyaba.

13 Un mensajero le dio la noticia a David:

—El pueblo de Israel está siguiendo a Absalón.

14 Entonces David les dijo a los oficiales que se habían quedado con él en Jerusalén:

—¡Vámonos, huyamos de aquí! Absalón no dejará a nadie vivo. Démonos prisa, porque si nos alcanza nos matará a todos y destruirá a Jerusalén.

15 Los oficiales del rey le dijeron:

—Como ordene Su Majestad.

16 El rey David salió con toda la gente de su casa. Sólo dejó a diez de sus concubinas a cargo de la casa. 17 El rey se fue con toda la gente que lo atendía. Al llegar a la última casa, 18 todos los oficiales se pusieron al lado del rey, al igual que todos los mercenarios cretenses, filisteos y 600 hombres guititas que se le unieron en Gat.[d] 19 Entonces el rey le dijo a Itay de Gat:

—¿Por qué nos acompañas? Regresa y quédate con el nuevo rey Absalón. Tú eres extranjero, esta no es tu tierra. 20 Apenas viniste ayer. Como no sé a dónde voy, no te voy a obligar a ir conmigo. Toma a tus hermanos y regresa. Que el SEÑOR sea fiel y leal contigo.[e]

21 Pero Itay le contestó al rey:

—¡Tan cierto como que el SEÑOR y Su Majestad viven, juro que me quedaré con Su Majestad para vida o para muerte!

22 David le dijo a Itay:

—Está bien, ven con nosotros.

Así que Itay de Gat y toda su gente cruzaron con él el arroyo de Cedrón. 23 Todo el pueblo[f] iba llorando amargamente. El rey David cruzó el arroyo de Cedrón y entonces todo el pueblo salió al desierto. 24 Sadoc y los levitas que iban con él llevaban el cofre del pacto. Lo dejaron reposar un rato en el suelo para que Abiatar orara[g] hasta que todo el pueblo saliera de Jerusalén. 25 El rey le dijo a Sadoc:

—Devuelve el cofre de Dios a Jerusalén. Si el SEÑOR quiere, él permitirá que yo regrese y vea su templo. 26 Pero si dice que no soy de su agrado, entonces él hará conmigo lo que bien le parezca.

27 También el rey le dijo a Sadoc:

—Escúchame, regresa a la ciudad en paz. Lleva contigo a tu hijo Ajimaz y a Jonatán hijo de Abiatar. 28 Te esperaré cerca del cruce del río que lleva al desierto hasta que sepa de ti.

29 Así que Sadoc y Abiatar devolvieron el cofre del pacto a Jerusalén y se quedaron allí. 30 David subió al Monte de los Olivos llorando, con la cara cubierta y los pies descalzos. Todos los que estaban con David también se cubrieron la cabeza y acompañaron a David en su llanto. 31 Alguien le contó a David que Ajitofel era uno de los que planeó la conspiración con Absalón. Entonces David oró: «Te pido SEÑOR que fracasen los planes de Ajitofel».

32 David subió a la cima del monte, donde solía adorar a Dios. Esperándolo allí estaba Husay el arquita, quien estaba con la ropa rasgada y con ceniza en la cabeza en señal de duelo. 33 David le dijo a Husay:

—Si vas conmigo, serás uno más a quien cuidar. 34 Pero si regresas a Jerusalén, puedes hacer fracasar los planes de Ajitofel. Di a Absalón: “Su Majestad, estoy para servirle. De la misma manera que serví a su papá, ahora le serviré a usted”. 35 El sacerdote Sadoc y Abiatar estarán contigo y deberás informarles todo lo que oigas en el palacio del rey. 36 Ajimaz hijo de Sadoc y Jonatán hijo de Abiatar estarán allí con ellos para que los envíes a informarme lo que oigas.

37 Husay, que era amigo de David, llegó a la ciudad al mismo tiempo que Absalón.

2 Corintios 8

La ofrenda generosa

Hermanos, ahora queremos que sepan de la oportunidad que han tenido las iglesias de Macedonia de recibir y expresar el generoso amor de Dios. Ellos han pasado por muchos sufrimientos. Viven en la pobreza, pero a pesar de ella y de las dificultades, han sido muy generosos porque están llenos de alegría. Les puedo asegurar que ellos dieron todo voluntariamente, y hasta entregaron más de lo que podían. Incluso, nos han rogado una y otra vez que les demos el privilegio de participar en esta ofrenda para el pueblo de Dios. No dieron simplemente de la manera que esperábamos, sino que primero se entregaron al Señor y luego a nosotros siguiendo la voluntad de Dios. Por eso le rogamos a Tito que terminara de recoger la ofrenda bondadosa de ustedes, ya que él fue quien empezó a recogerla. Ustedes son ricos en todo: en fe, en habilidad para hablar, en conocimientos, en buena voluntad para ayudar y en el amor que han aprendido de nosotros. Por eso esperamos que al ayudar en esta ofrenda bondadosa también demuestren su generosidad.

Pero esto no lo digo como una orden. Lo que quiero es que vean que otros están decididos a ayudar para que así ustedes demuestren que su amor es verdadero. Ustedes conocen el generoso amor de nuestro Señor Jesucristo, quien siendo rico se hizo pobre por ustedes, para que por medio de su pobreza, ustedes se hicieran ricos. 10 Les doy mi consejo sobre este asunto: pienso que ahora les conviene aprovechar esta oportunidad ya que hace un año ustedes fueron los primeros en dar, e incluso fueron los primeros que quisieron hacerlo. 11 Terminen entonces ahora lo que comenzaron y den de lo que tienen. Así demostrarán que la buena voluntad que mostraron al principio era sincera. 12 Si quieren dar, su ofrenda será recibida teniendo en cuenta lo que tienen y no lo que no tienen. 13 No se trata de que ustedes tengan que pasar necesidades por ayudar a otros, sino que haya igualdad para todos. 14 Mi intención es que ustedes, que ahora tienen en abundancia, ayuden a otros que no tienen lo necesario. Luego, cuando a ustedes les falte, otros que tienen en abundancia los ayudarán, y así habrá igualdad para todos. 15 (A)Así dicen las Escrituras:

«Al que recogió mucho, no le sobró;
    y al que recogió poco, no le faltó».[a]

Tito y sus compañeros

16 Doy gracias a Dios porque le dio a Tito los mismos deseos de ayudarlos que tengo yo. 17 Tito hizo todo lo que le pedimos y como estaba tan dispuesto a ayudarlos, se ofreció a ir a visitarlos. 18 Junto con él, enviamos al hermano de quien hablan muy bien en todas las iglesias por su trabajo a favor de las buenas noticias. 19 Además, todas las iglesias eligieron a este hermano para que viajara con nosotros mientras organizamos esta ofrenda. Hacemos esta ofrenda para glorificar al Señor y para demostrar que en realidad queremos ayudar. 20 Hemos sido muy cuidadosos para que nadie nos critique por la manera en que estamos manejando esta ofrenda. 21 Hemos tratado de hacer lo correcto, no sólo ante los ojos del Señor, sino también ante los ojos de la gente.

22 Con ellos también estamos enviando a nuestro hermano que siempre está dispuesto a ayudar y que lo ha demostrado de muchas formas. Él ahora quiere ayudar mucho más porque confía mucho en ustedes. 23 Sobre Tito, les digo que es mi compañero de trabajo y que está trabajando junto a mí para ayudarlos. Sobre los otros hermanos, les puedo decir que son enviados por las iglesias y que también honran a Cristo. 24 Entonces les pido que les den a ellos una demostración de su amor y de la razón por la cual estamos tan orgullosos de ustedes, para que todas las iglesias lo sepan.

Ezequiel 22

Ezequiel habla contra Jerusalén

22 Entonces el SEÑOR me dijo: «Tú, hijo de hombre, ¿juzgarás a esta ciudad sanguinaria y les dirás todas las cosas horribles que hizo? Diles que el Señor DIOS dice: Jerusalén es una ciudad que derrama sangre, ciudad en busca de castigo. Hizo ídolos repugnantes para deshonrarse a sí misma. Recibirás el castigo por la sangre que derramaste y serás deshonrada por los repugnantes ídolos que hiciste. ¡Te ha llegado la hora! ¡Has llegado al final de tus días! Así que te haré el hazmerreír de las naciones y se burlarán de ti en todos los países. Se reirán de ti todas las naciones, de ti cuyo nombre ha sido deshonrado por tantas provocaciones.

»Mira, todos los líderes de Israel que están en ti, Jerusalén, se han levantado en armas para derramar sangre. En ti, Jerusalén, no se respeta a los padres. Se maltrata a los inmigrantes que viven en tu tierra, y las viudas y los huérfanos se quejan, no reciben ayuda. Has despreciado lo sagrado y has profanado mis días de descanso. Jerusalén, en ti habitan alborotadores que derraman sangre. Suben a las montañas para comer sus comidas sagradas y dentro de tus muros hacen cosas detestables. 10 Los hombres tienen relaciones sexuales con las esposas de sus padres. Violan a las mujeres y hasta las deshonran durante su menstruación. 11 Los hombres hacen cosas detestables con las mujeres de sus vecinos. Los hombres deshonran con lascivia a sus propias nueras. Violan a sus hermanas, ¡a las hijas de su mismo papá! 12 Los líderes que habitan en ti han aceptado sobornos para derramar sangre. Tú has sido un usurero, te has beneficiado ilegalmente de tus vecinos por medio de la extorsión. Y te has olvidado totalmente de mí. El Señor DIOS lo ha dicho.

13 »Pero yo mostraré mi ira contra todo lo que has explotado a los demás y contra la sangre inocente derramada dentro de tus muros. 14 ¿Crees que todavía vas a ser valiente después de que haga lo que te estoy diciendo que haré? Yo, el SEÑOR, lo he dicho y lo cumpliré. 15 Te dispersaré por todas las naciones, en tierras extranjeras, y acabaré con tu deshonra. 16 Serás deshonrada ante las naciones, pero entonces aprenderás que yo soy el SEÑOR».

17 Entonces el SEÑOR me dijo: 18 «Hijo de hombre, el pueblo de Israel se ha vuelto como la escoria. Son como el cobre, el estaño, el hierro y el plomo que se queda en el horno, a pesar de que una vez fueron plata pura. 19 Por lo tanto el Señor DIOS dice: Como se han vuelto escoria, los reúno ahora a todos en Jerusalén. 20 Serán como una colección de plata, cobre, hierro, plomo y estaño que se echa en el horno para que las llamas la derritan. De la misma manera, los reuniré en mi enojo, y en mi ira ardiente los echaré al horno para derretirlos. 21 Los reuniré, los incendiaré con mi ira y serán derretidos en Jerusalén. 22 Como la plata se derrite en el horno, así ustedes serán derretidos en Jerusalén. Entonces sabrán que yo, el SEÑOR, derramé mi ira ardiente sobre ustedes».

23 Entonces el SEÑOR me dijo: 24 «Hijo de hombre, dile a Israel: “Tú eres una tierra impura[a] que no ha sido lavada con la lluvia en el día de la ira”. 25 El grupo de profetas en Israel son como leones rugientes que devoran a su presa hasta consumir su vida. Se apoderan de la riqueza y cosas valiosas y hacen aumentar el número de viudas. 26 Sus sacerdotes han violado mis enseñanzas. Han profanado lo sagrado, no han hecho distinción entre lo sagrado y lo profano. No le enseñan a nadie sobre lo que es puro y lo impuro, se rehúsan a observar mis días de descanso consagrados, y por lo tanto yo he sido profanado entre ellos. 27 Los líderes de Israel son como lobos que devoran a su presa, derramando sangre, destruyendo vidas para conseguir ganancia ilegal. 28 Sus profetas esconden la verdad, enyesando las paredes que se desploman con visiones falsas y predicciones mentirosas. Afirman que el Señor DIOS lo ha dicho cuando en realidad el SEÑOR no les ha dicho nada. 29 Oprimen a la gente común y corriente, robándoles su dinero. Han oprimido al pobre y al necesitado. Al inmigrante que vive en Israel lo oprimen y lo privan de justicia. 30 He buscado a alguien que sea un pacificador, alguien que se interponga entre mí y el pueblo que voy a destruir, pero no lo he encontrado. 31 Así que derramaré mi ira contra ellos. Los consumiré con el fuego de mi ira. Y los haré rendirme cuentas de sus hechos. El Señor DIOS lo ha dicho».

Salmos 69

Sácame del lodo

Al director. Al compás de la melodía «Los Lirios». Canción de David.

¡Dios mío, sálvame,
    que me llega el agua al cuello!
Me estoy hundiendo en el lodo
    y no tengo de dónde agarrarme.
Estoy en un mar de aguas profundas,
    y la corriente me está arrastrando.
Estoy cansado de tanto llamarte;
    mi garganta está seca de tanto gritar;
    mis ojos están cansados de tanto buscar a mi Dios.
Tengo más enemigos que cabellos en la cabeza;
    me odian sin razón.
Tratan de destruirme y dicen mentiras de mí;
    mienten, me acusan de haber robado,
    y ahora tengo que devolver lo que no he robado.

Dios mío, tú sabes las locuras que he cometido,
    no puedo esconderte mis pecados.
Señor DIOS, Todopoderoso,
    no permitas que los que confían en ti
    se sientan avergonzados por mi causa.
Dios de Israel,
    no dejes que los que te buscan
    se sientan defraudados por culpa mía.
Por ti he soportado ofensas,
    mi cara se ha cubierto de deshonra.
Mis hermanos me tratan como a un extraño;
    los hijos de mi madre me tratan como a un desconocido.

La emoción que siento por tu casa me está consumiendo;
    recibo las ofensas de los que te insultan.
10 Cuando lloro y ayuno,
    ellos se burlan de mí.
11 Me visto de luto
    y hacen chistes a costa mía.
12 Hablan mal de mí en los lugares públicos;
    los borrachos me dedican canciones.

13 SEÑOR, ruego tu buena voluntad en este momento.
    Dios mío, por tu fiel amor respóndeme;
por tu lealtad,
    sálvame.
14 Sácame del lodo,
    no dejes que me hunda;
Líbrame de mis enemigos
    y de las aguas profundas.
15 No dejes que la corriente me arrastre,
    ni que me trague el hondo remolino,
    que no se cierre sobre mí como la boca de un pozo.
16 SEÑOR, respóndeme con todo tu fiel amor;
    por tu gran compasión, ven a mí y ayúdame.
17 No te alejes de mí que soy tu siervo.
    Estoy en problemas, respóndeme pronto.
18 Ven a rescatarme,
    líbrame de mis enemigos.

19 Tú conoces mi dolor, mi vergüenza y deshonor;
    tienes presente quiénes son mis enemigos.
20 Las ofensas me han destrozado,
    estoy enfermo;
he buscado quien se compadezca de mí,
    pero no lo hay;
quien me consuele,
    pero no hallé a nadie.
21 Me dieron veneno en lugar de comida,
    vinagre cuando tuve sed.

22 Que su mesa se convierta en una trampa
    y sus momentos de paz en tropiezos;
23 que queden ciegos
    y pierdan toda su fuerza.
24 Dios mío, hazles sentir toda tu furia,
    que tu ardiente enojo los alcance.
25 Destruye sus hogares.
    Haz que sus hogares queden vacíos,
    que no quede nadie en ellos,
26 porque ellos persiguen a los que tú has afligido;
    y se burlan del dolor del que tú has herido.
27 Dales maldad sobre la maldad de ellos;
    no permitas que se beneficien de tu justicia.
28 Borra sus nombres del libro de la vida;
    que no aparezcan inscritos con los justos.

29 Yo estoy triste y adolorido;
    Dios mío, levántame y sálvame.

30 Con canciones alabaré el nombre de Dios;
    lo honraré con canciones de agradecimiento.
31 Esto hará más feliz al SEÑOR
    que ofrecerle en sacrificio un toro
    o un novillo con cuernos y pezuñas.
32 La gente humilde que ha venido a adorar a Dios
    se sentirá feliz por la alegría de Dios.
33 El SEÑOR escucha a la gente necesitada
    y no olvida a los que están presos.

34 Alaben al Señor el cielo, la tierra y el mar,
    y todos los seres que viven en ellos.
35 Porque Dios salvará a Sion;
    él reconstruirá las ciudades de Judá;
    allí habitarán y la poseerán.
36 Los descendientes de sus siervos la heredarán;
    vivirán en ella los que aman el nombre de Dios.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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