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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera Antigua (RVA)
Version
Éxodo 36

36 HIZO, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón, á quien Jehová dió sabiduría é inteligencia para que supiesen hacer toda la obra del servicio del santuario, todas las cosas que había mandado Jehová.

Y Moisés llamó á Bezaleel y á Aholiab, y á todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado Jehová sabiduría, y á todo hombre á quien su corazón le movió á llegarse á la obra, para trabajar en ella;

Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, á fin de hacerla. Y ellos le traían aún ofrenda voluntaria cada mañana.

Vinieron, por tanto, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía.

Y hablaron á Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que es menester para la atención de hacer la obra que Jehová ha mandado que se haga.

Entonces Moisés mandó pregonar por el campo, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más obra para ofrecer para el santuario. Y así fue el pueblo impedido de ofrecer;

Pues tenia material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.

Y todos los sabios de corazón entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas, de lino torcido, y de jacinto, y de púrpura y carmesí; las cuales hicieron de obra prima, con querubines.

La longitud de la una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos: todas las cortinas tenían una misma medida.

10 Y juntó las cinco cortinas la una con la otra: asimismo unió las otras cinco cortinas la una con la otra.

11 E hizo las lazadas de color de jacinto en la orilla de la una cortina, en el borde, á la juntura; y así hizo en la orilla al borde de la segunda cortina, en la juntura.

12 Cincuenta lazadas hizo en la una cortina, y otras cincuenta en la segunda cortina, en el borde, en la juntura; las unas lazadas enfrente de las otras.

13 Hizo también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntó las cortinas, la una con la otra; é hízose un tabernáculo.

14 Hizo asimismo cortinas de pelo de cabras para la tienda sobre el tabernáculo, é hízolas en número de once.

15 La longitud de la una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos: las once cortinas tenían una misma medida.

16 Y juntó las cinco cortinas de por sí, y las seis cortinas aparte.

17 Hizo además cincuenta lazadas en la orilla de la postrera cortina en la juntura, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina en la juntura.

18 Hizo también cincuenta corchetes de metal para juntar la tienda, de modo que fuese una.

19 E hizo una cubierta para la tienda de cueros rojos de carneros, y una cubierta encima de cueros de tejones.

20 Además hizo las tablas para el tabernáculo de madera de Sittim, para estar derechas.

21 La longitud de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura.

22 Cada tabla tenía dos quicios enclavijados el uno delante del otro: así hizo todas las tablas del tabernáculo.

23 Hizo, pues, las tablas para el tabernáculo: veinte tablas al lado del austro, al mediodía.

24 Hizo también las cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de la una tabla para sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos quicios.

25 Y para el otro lado del tabernáculo, á la parte del aquilón, hizo veinte tablas,

26 Con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.

27 Y para el lado occidental del tabernáculo hizo seis tablas.

28 Para las esquinas del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas,

29 Las cuales se juntaban por abajo, y asimismo por arriba á un gozne: y así hizo á la una y á la otra en las dos esquinas.

30 Eran, pues, ocho tablas, y sus basas de plata dieciséis; dos basas debajo de cada tabla.

31 Hizo también las barras de madera de Sittim; cinco para las tablas del un lado del tabernáculo,

32 Y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado del tabernáculo á la parte occidental.

33 E hizo que la barra del medio pasase por medio de las tablas del un cabo al otro.

34 Y cubrió las tablas de oro, é hizo de oro los anillos de ellas por donde pasasen las barras: cubrió también de oro las barras.

35 Hizo asimismo el velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, el cual hizo con querubines de delicada obra.

36 Y para él hizo cuatro columnas de madera de Sittim; y cubriólas de oro, los capiteles de las cuales eran de oro; é hizo para ellas cuatro basas de plata de fundición.

37 Hizo también el velo para la puerta del tabernáculo, de jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, obra de recamador;

38 Y sus cinco columnas con sus capiteles: y cubrió las cabezas de ellas y sus molduras de oro: pero sus cinco basas las hizo de metal.

Juan 15

15 YO soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, le limpiará, para que lleve más fruto.

Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado.

Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.

El que en mí no estuviere, será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los cogen, y los echan en el fuego, y arden.

Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho.

En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

Como el Padre me amó, también yo os he amado: estad en mi amor.

10 Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor.

11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos á los otros, como yo os he amado.

13 Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos.

14 Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando.

15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias.

16 No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.

17 Esto os mando: Que os améis los unos á los otros.

18 Si el mundo os aborrece, sabed que á mí me aborreció antes que á vosotros.

19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo.

20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si á mí mé han perseguido, también á vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.

21 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

22 Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, mas ahora no tienen excusa de su pecado.

23 El que me aborrece, también á mi Padre aborrece.

24 Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora, y las han visto, y me aborrecen á mí y á mi Padre.

25 Mas para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Que sin causa me aborrecieron.

26 Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.

27 Y vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.

Proverbios 12

12 EL que ama la corrección ama la sabiduría: Mas el que aborrece la reprensión, es ignorante.

El bueno alcanzará favor de Jehová: Mas él condenará al hombre de malos pensamientos.

El hombre no se afirmará por medio de la impiedad: Mas la raíz de los justos no será movida.

La mujer virtuosa corona es de su marido: Mas la mala, como carcoma en sus huesos.

Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño.

Las palabras de los impíos son para acechar la sangre: Mas la boca de los rectos los librará.

Dios trastornará á los impíos, y no serán más: Mas la casa de los justos permanecerá.

Según su sabiduría es alabado el hombre: Mas el perverso de corazón será en menosprecio.

Mejor es el que es menospreciado y tiene servidores, Que el que se precia, y carece de pan.

10 El justo atiende á la vida de su bestia: Mas las entrañas de los impíos son crueles.

11 El que labra su tierra, se hartará de pan: Mas el que sigue los vagabundos es falto de entendimiento.

12 Desea el impío la red de los malos: Mas la raíz de los justos dará fruto.

13 El impío es enredado en la prevaricación de sus labios: Mas el justo saldrá de la tribulación.

14 El hombre será harto de bien del fruto de su boca: Y la paga de las manos del hombre le será dada.

15 El camino del necio es derecho en su opinión: Mas el que obedece al consejo es sabio.

16 El necio luego al punto da á conocer su ira: Mas el que disimula la injuria es cuerdo.

17 El que habla verdad, declara justicia; Mas el testigo mentiroso, engaño.

18 Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.

19 El labio de verdad permanecerá para siempre: Mas la lengua de mentira por un momento.

20 Engaño hay en el corazón de los que piensan mal: Mas alegría en el de los que piensan bien.

21 Ninguna adversidad acontecerá al justo: Mas los impíos serán llenos de mal.

22 Los labios mentirosos son abominación á Jehová: Mas los obradores de verdad su contentamiento.

23 El hombre cuerdo encubre la ciencia: Mas el corazón de los necios publica la necedad.

24 La mano de los diligentes se enseñoreará: Mas la negligencia será tributaria.

25 El cuidado congojoso en el corazón del hombre, lo abate; Mas la buena palabra lo alegra.

26 El justo hace ventaja á su prójimo: Mas el camino de los impíos les hace errar.

27 El indolente no chamuscará su caza: Mas el haber precioso del hombre es la diligencia.

28 En el camino de la justicia está la vida; Y la senda de su vereda no es muerte.

Efesios 5

SED, pues, imitadores de Dios como hijos amados:

Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó á sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio á Dios en olor suave.

Pero fornicación y toda inmundicia, ó avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene á santos;

Ni palabras torpes, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias.

Porque sabéis esto, que ningún fornicario, ó inmundo, ó avaro, que es servidor de ídolos, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

No seáis pues aparceros con ellos;

Porque en otro tiempo erais tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de luz,

(Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia, y verdad;)

10 Aprobando lo que es agradable al Señor.

11 Y no comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargüidlas.

12 Porque torpe cosa es aun hablar de lo que ellos hacen en oculto.

13 Mas todas las cosas cuando son redargüidas, son manifestadas por la luz; porque lo que manifiesta todo, la luz es.

14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.

15 Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios;

16 Redimiendo el tiempo, porque los días son malos.

17 Por tanto, no seáis imprudentes, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

18 Y no os embriaguéis de vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos de Espíritu;

19 Hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;

20 Dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo:

21 Sujetados los unos á los otros en el temor de Dios.

22 Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor.

23 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo.

24 Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo.

25 Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella,

26 Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra,

27 Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.

28 Así también los maridos deben amar á sus mujeres como á sus mismos cuerpos. El que ama á su mujer, á sí mismo se ama.

29 Porque ninguno aborreció jamás á su propia carne, antes la sustenta y regala, como también Cristo á la iglesia;

30 Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

31 Por esto dejará el hombre á su padre y á su madre, y se allegará á su mujer, y serán dos en una carne.

32 Este misterio grande es: mas yo digo esto con respecto á Cristo y á la iglesia.

33 Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también á su mujer como á sí mismo; y la mujer reverencie á su marido.