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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera Antigua (RVA)
Version
Éxodo 31

31 Y HABLO Jehová á Moisés, diciendo:

Mira, yo he llamado por su nombre á Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

Y lo he henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio,

Para inventar diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en metal,

Y en artificio de piedras para engastar las, y en artificio de madera; para obrar en toda suerte de labor.

Y he aquí que yo he puesto con él á Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan: y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado:

El tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio, y la cubierta que está sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo;

Y la mesa y sus vasos, y el candelero limpio y todos sus vasos, y el altar del perfume;

Y el altar del holocausto y todos sus vasos, y la fuente y su basa;

10 Y los vestidos del servicio, y las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para que ejerzan el sacerdocio;

11 Y el aceite de la unción, y el perfume aromático para el santuario: harán conforme á todo lo que te he mandado.

12 Habló además Jehová á Moisés, diciendo:

13 Y tú hablarás á los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

14 Así que guardaréis el sábado, porque santo es á vosotros: el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en medio de sus pueblos.

15 Seis días se hará obra, mas el día séptimo es sábado de reposo consagrado á Jehová; cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente.

16 Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo:

17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó.

18 Y dió á Moisés, como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

Juan 10

10 DE cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador.

Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.

A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y á sus ovejas llama por nombre, y las saca.

Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

Mas al extraño no seguirán, antes huirán de él: porque no conocen la voz de los extraños.

Esta parábola les dijo Jesús; mas ellos no entendieron qué era lo que les decía.

Volvióles, pues, Jesús á decir: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y robadores; mas no los oyeron las ovejas.

Yo soy la puerta: el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

10 El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

11 Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas.

12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas.

13 Así que, el asalariado, huye, porque es asalariado, y no tiene cuidado de las ovejas.

14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.

15 Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla á tomar.

18 Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla á tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

19 Y volvió á haber disensión entre los Judíos por estas palabras.

20 Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿para qué le oís?

21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado: ¿puede el demonio abrir los ojos de los ciegos?

22 Y se hacía la fiesta de la dedicación en Jerusalem; y era invierno;

23 Y Jesús andaba en el templo por el portal de Salomón.

24 Y rodeáronle los Judíos y dijéronle: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínos lo abiertamente.

25 Respondióles Jesús: Os lo he dicho, y no creéis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;

26 Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;

28 Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano.

29 Mi Padre que me las dió, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

30 Yo y el Padre una cosa somos.

31 Entonces volvieron á tomar piedras los Judíos para apedrearle.

32 Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de esas me apedreáis?

33 Respondiéronle los Judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.

34 Respondióles Jesús: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, Dioses sois?

35 Si dijo, dioses, á aquellos á los cuales fué hecha palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada);

36 ¿A quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?

37 Si no hago obras de mi Padre, no me creáis.

38 Mas si las hago, aunque á mí no creáis, creed á las obras; para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.

39 Y procuraban otra vez prenderle; mas él se salió de sus manos;

40 Y volvióse tras el Jordán, á aquel lugar donde primero había estado bautizando Juan; y estúvose allí.

41 Y muchos venían á él, y decían: Juan, á la verdad, ninguna señal hizo; mas todo lo que Juan dijo de éste, era verdad.

42 Y muchos creyeron allí en él.

Proverbios 7

HIJO mío, guarda mis razones, Y encierra contigo mis mandamientos.

Guarda mis mandamientos, y vivirás; Y mi ley como las niñas de tus ojos.

Lígalos á tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón.

Di á la sabiduría: Tú eres mi hermana; Y á la inteligencia llama parienta:

Para que te guarden de la mujer ajena, Y de la extraña que ablanda sus palabras.

Porque mirando yo por la ventana de mi casa, Por mi celosía,

Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, Un mancebo falto de entendimiento,

El cual pasaba por la calle, junto á la esquina de aquella, E iba camino de su casa,

A la tarde del día, ya que oscurecía, En la oscuridad y tiniebla de la noche.

10 Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro Con atavío de ramera, astuta de corazón,

11 Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa;

12 Unas veces de fuera, ó bien por las plazas, Acechando por todas las esquinas.

13 Y traba de él, y bésalo; Desvergonzó su rostro, y díjole:

14 Sacrificios de paz había prometido, Hoy he pagado mis votos;

15 Por tanto he salido á encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.

16 Con paramentos he ataviado mi cama, Recamados con cordoncillo de Egipto.

17 He sahumado mi cámara Con mirra, áloes, y cinamomo.

18 Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores.

19 Porque el marido no está en casa, Hase ido á un largo viaje:

20 El saco de dinero llevó en su mano; El día señalado volverá á su casa.

21 Rindiólo con la mucha suavidad de sus palabras, Obligóle con la blandura de sus labios.

22 Vase en pos de ella luego, Como va el buey al degolladero, Y como el loco á las prisiones para ser castigado;

23 Como el ave que se apresura al lazo, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasó su hígado.

24 Ahora pues, hijos, oidme, Y estad atentos á las razones de mi boca.

25 No se aparte á sus caminos tu corazón; No yerres en sus veredas.

26 Porque á muchos ha hecho caer heridos; Y aun los más fuertes han sido muertos por ella.

27 Caminos del sepulcro son su casa, Que descienden á las cámaras de la muerte.

Gálatas 6

HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote á ti mismo, porque tú no seas también tentado.

Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley de Cristo.

Porque el que estima de sí que es algo, no siendo nada, á sí mismo se engaña.

Así que cada uno examine su obra, y entonces tendrá gloria sólo respecto de sí mismo, y no en otro.

Porque cada cual llevará su carga.

Y el que es enseñado en la palabra, comunique en todos los bienes al que lo instruye.

No os engañeis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado.

10 Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.

11 Mirad en cuán grandes letras os he escrito de mi mano.

12 Todos los que quieren agradar en al carne, éstos os constriñen á que os circuncidéis, solamente por no padecer persecución por la cruz de Cristo.

13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; sino que quieren que vosotros seáis circuncidados, para gloriarse en vuestra carne.

14 Mas lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado á mí, y yo al mundo.

15 Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura.

16 Y todos los que anduvieren conforme á esta regla, paz sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de Dios.

17 De aquí adelante nadie me sea molesto; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.

18 Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.