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Historical

Read the books of the Bible as they were written historically, according to the estimated date of their writing.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
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Nehemías 7-8

Una vez que la muralla fue reconstruida y se colocaron las puertas, se nombraron porteros, cantores y ayudantes de los sacerdotes. Luego, dejé a mi hermano Jananí, junto con Jananías, el jefe militar, a cargo de Jerusalén. Jananí era un hombre honesto y respetaba a Dios más que la mayoría de gente. Entonces les dije: «Las puertas de Jerusalén no deben abrirse sino hasta cuando el sol comience a calentar, y deben ser cerradas y aseguradas mientras los guardias estén en su turno de vigilancia. Designen gente que viva en Jerusalén para hacer turnos de vigilancia, tanto en puestos de guardia como frente a sus propias casas».

Exiliados que regresaron

(Esd 2:1-70)

La ciudad era muy grande pero tenía pocos habitantes y no había un número suficiente de casas reconstruidas, así que Dios me inspiró para que reuniera a todo el pueblo. Reuní a las personas importantes, a los oficiales y al resto del pueblo para que fueran registrados por familias. Encontré el libro de los registros familiares[a] de los primeros exiliados que regresaron, y esto estaba escrito en él:

Esta es la lista de los exiliados de esa provincia que regresaron del cautiverio al que habían sido sometidos por el rey Nabucodonosor de Babilonia. Ellos regresaron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su lugar de origen. Los que dirigían eran Zorobabel[b], Jesúa, Nehemías, Azarías, Raamías, Najamani, Mardoqueo, Bilsán, Mispéret, Bigvay, Nehúm y Baná. Esta es la lista y el número de los israelitas que regresaron:

Descendientes de Parós, 2172;

de Sefatías, 372;

10 de Araj, 652;

11 de Pajat Moab, es decir, los de Jesúa y Joab, 2818;

12 de Elam, 1254;

13 de Zatú, 845;

14 de Zacay, 760;

15 de Binuy, 648;

16 de Bebay, 628;

17 de Azgad, 2322;

18 de Adonicán, 667;

19 de Bigvay, 2067;

20 de Adín, 655;

21 de Ater, es decir, los de Ezequías, 98;

22 de Jasún, 328;

23 de Besay, 324;

24 de Jarif, 112;

25 de Gabaón, 95.

26 De los pueblos de Belén y Netofa regresaron 188;

27 de Anatot, 128;

28 de Bet Azmávet, 42;

29 de Quiriat Yearín, Cafira y Berot, 743;

30 de Ramá y Gueba, 621;

31 de Micmás, 122;

32 de los pueblos de Betel y Hai, 123;

33 del otro pueblo de Nebo, 52;

34 del otro pueblo de Elam, 1254;

35 de Jarín, 320;

36 de Jericó, 345;

37 de los pueblos de Lod, Jadid y Ono, 721;

38 de Sená, 3930.

39 Sacerdotes:

Descendientes de Jedaías, principalmente de la familia de Jesúa, 973;

40 de Imer, 1052;

41 de Pasur, 1247;

42 de Jarín, 1017.

43 Levitas:

Descendientes de Jesúa, principalmente de Cadmiel, de la familia de Hodavías, 74.

44 Cantores:

Descendientes de Asaf, 148.

45 Porteros:

Descendientes de Salún, Ater, Talmón, Acub, Jatitá y Sobay, 138.

46 Servidores del templo:

Descendientes de Zijá, Jasufá, Tabaot, 47 Querós, Sigajá, Padón, 48 Lebaná, Jagabá, Salmay, 49 Janán, Guidel, Gajar, 50 Reaías, Rezín, Necoda. 51 Gazán, Uza, Paseaj, 52 Besay, Meunín, Nefisesín, 53 Bacbuc, Jacufá, Jarjur, 54 Baslut, Mejidá, Jarsa, 55 Barcós, Sísara, Temá, 56 Neziaj y Jatifá.

57 Descendientes de los servidores de Salomón:

Los descendientes de Sotay, Soféret, Peruda, 58 Jalá, Darcón, Guidel, 59 Sefatías, Jatil, Poquéret Hasebayin, y Amón.

60 En total los servidores del templo y los descendientes de los servidores de Salomón sumaban en total 392.

61 Estos son los que volvieron a Jerusalén desde Tel Melaj, Tel Jarsá, Querub, Adón e Imer, pero no pudieron demostrar que sus antepasados eran de Israel:

62 642 descendientes de Delaías, Tobías y Necoda,

63 De los sacerdotes, los siguientes tampoco pudieron demostrar que sus antepasados eran israelitas:

Los descendientes de Jabaías, Cos y Barzilay (este Barzilay tenía en realidad otro nombre, pero como se casó con la hija de un hombre de Galaad llamado Barzilay, decidió tomar ese nombre).

64 Ellos buscaron los registros de sus familias en la lista oficial pero no los encontraron y como no pudieron probar que sus antepasados eran sacerdotes, fueron excluidos del sacerdocio. 65 El gobernador les dijo a ellos que no se les permitiría participar del alimento sagrado hasta que hubiera un sacerdote que pudiera usar el urim y tumim para preguntarle a Dios qué hacer.

66 El grupo que regresó estaba compuesto de un total de 42 360 personas, 67 sin contar sus siervos y siervas que eran 7337. También había 245 cantores, hombres y mujeres. 68 Tenían además 736 caballos, 245 mulas, 69 435 camellos y 6720 burros.

70 Algunos jefes de familia donaron dinero para la construcción. El gobernador donó cerca de 8 kilos[c] de oro, 50 tazones y 530 túnicas para los sacerdotes. 71 Los jefes de familia donaron cerca de 160 kilos de oro y cerca de 1210 kilos[d] de plata. 72 El resto de la gente donó cerca de 160 kilos de oro, 1100 kilos de plata y 67 túnicas para los sacerdotes.

73 Los sacerdotes, levitas, porteros, cantores, gente del pueblo, servidores del templo y algunos de la gente común en se instalaron en Jerusalén. De esta manera todo Israel se instaló en sus ciudades. Cuando llegó el séptimo mes[e], todo el pueblo de Israel estaba establecido en sus ciudades.

Esdras lee la ley

Todo el pueblo de Israel se reunió en la plaza frente a la puerta de las Aguas. Le pidieron al maestro Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el SEÑOR le había entregado al pueblo de Israel para que lo obedeciera. Entonces el sacerdote Esdras llevó el libro de la ley ante la multitud que estaba compuesta por hombres, mujeres y niños capaces de escuchar y entender. Era el primer día[f] del séptimo mes del año. Desde el amanecer hasta el mediodía, Esdras leyó el libro de la ley en la plaza frente a la puerta de las Aguas. Todos los hombres y mujeres que estaban escuchando prestaron mucha atención a la lectura del libro.

El maestro Esdras se ubicó en una tarima de madera hecha especialmente para la ocasión. A su derecha estaban Matatías, Semá, Anías, Urías, Jilquías, y Maseías. A su lado izquierdo estaban Pedaías, Misael, Malquías, Jasún, Jasbadana, Zacarías y Mesulán. Esdras abrió el libro ante los ojos de todos, ya que él estaba parado sobre una torre. Cuando abrió el libro, todos se pusieron de pie. Esdras bendijo al SEÑOR, el gran Dios y todos con las manos levantadas respondieron: «Así sea, así sea». Todos se postraron rostro en tierra y alabaron al SEÑOR.

Los levitas Jesúa, Baní, Serebías, Jamín, Acub, Sabetay, Hodías, Maseías, Quelitá, Azarías, Jozabed, Janán y Pelaías enseñaron la ley al pueblo, que permanecía de pie junto a ellos. Ellos leyeron el libro de la ley de Dios y explicaron parte por parte lo que significaba para que todos pudieran entender. El gobernador Nehemías, el sacerdote y maestro Esdras, y los levitas que estaban enseñando dijeron a todos: «Este día es sagrado[g] para el SEÑOR, su Dios. No lloren ni estén tristes». Esto lo decían porque todo el pueblo lloraba escuchando las palabras de Dios en la ley. 10 Esdras les dijo: «Vayan, coman una cena, beban vino dulce y denle una parte a aquellos que no tienen nada preparado porque este día es sagrado para nuestro SEÑOR. No estén tristes porque la alegría en el SEÑOR es su fortaleza».

11 Los levitas ayudaban al pueblo a calmarse diciéndoles: «Tranquilos, este día es sagrado, no se pongan tristes».

12 Entonces toda la gente se fue a comer, a beber, a compartir la comida y a celebrar con mucha alegría porque habían entendido las palabras que les habían explicado.

Fiesta de las Enramadas

13 En el segundo día del mes[h] los jefes de todas las familias, los sacerdotes y los levitas se reunieron con el maestro Esdras para estudiar las palabras de la ley. 14 Encontraron escrito en la ley lo que el SEÑOR ordenó a través de Moisés: que los israelitas debían vivir en chozas durante la fiesta del séptimo mes[i]. 15 Además debían ir por todos los pueblos y por Jerusalén diciendo: «Salgan al monte y traigan ramas de olivo, de mirto, de palmeras y de cualquier árbol para hacer sus chozas tal como lo ordena la ley».

16 Entonces la gente salió y trajo ramas para hacer chozas en las azoteas, en los patios de las casas, en los patios del templo, en la plaza cercana a la puerta de las Aguas y a la puerta de Efraín. 17 Todo el grupo de gente que había vuelto del cautiverio hizo chozas y acampó allí. Desde la época de Josué hijo de Nun hasta ese día, el pueblo de Israel no había celebrado la fiesta de las Enramadas de esa manera. Su alegría fue inmensa.

18 Esdras leyó el libro de la ley de Dios desde el primer hasta el último día de la fiesta. Celebraron el festival durante siete días y en el octavo día hubo una ceremonia tal como lo ordenaba la ley.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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