Read the Gospels in 40 Days
Advertencias a los discípulos
17 Y Jesús dijo a sus discípulos: Es inevitable que vengan tropiezos[a], pero ¡ay de aquel por quien vienen(A)! 2 Mejor le sería si se le colgara una piedra de molino al cuello y fuera arrojado al mar, que hacer tropezar[b] a uno de estos pequeños(B). 3 ¡Tened cuidado[c]! Si tu hermano peca, repréndelo(C); y si se arrepiente, perdónalo. 4 Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: «Me arrepiento», perdónalo[d](D).
La fe y el servicio
5 Y los apóstoles(E) dijeron al Señor(F): ¡Auméntanos la fe! 6 Entonces el Señor(G) dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza(H), diríais a este sicómoro(I): «Desarráigate y plántate en el mar». Y os obedecería[e]. 7 ¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando ovejas, y cuando regresa del campo, le dice: «Ven enseguida y siéntate[f] a comer»? 8 ¿No le dirá más bien: «Prepárame algo para cenar, y vístete[g] adecuadamente, y sírveme(J) hasta que haya comido y bebido; y después[h] comerás y beberás tú»? 9 ¿Acaso le da las gracias al siervo porque hizo lo que se le ordenó? 10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: «Siervos inútiles somos; hemos hecho solo lo que debíamos haber hecho».
Los diez leprosos
11 Y aconteció que mientras iba camino a Jerusalén(K), pasaba entre[i] Samaria(L) y Galilea, 12 y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia(M), 13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro(N)! ¡Ten misericordia de nosotros! 14 Cuando Él los vio, les dijo: Id y mostraos a los sacerdotes(O). Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. 15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios(P) en alta voz. 16 Y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús[j], dándole gracias; y este era samaritano(Q). 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo ninguno que regresara[k] a dar gloria a Dios(R), excepto este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha sanado[l](S).
Llegada del reino de Dios
20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios(T), Jesús les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales(U) visibles[m], 21 ni dirán: «¡Mirad, aquí está!» o: «¡Allí(V) está!» Porque he aquí, el reino de Dios entre[n] vosotros está.
22 Y dijo a los discípulos: Vendrán días(W) cuando ansiaréis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis. 23 Y os dirán: «¡Mirad allí! ¡Mirad aquí!». No vayáis, ni corráis tras ellos(X). 24 Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo[o] del cielo hasta el otro extremo[p] del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día(Y). 25 Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación(Z). 26 (AA)Tal como ocurrió en los días de Noé(AB), así será también en los días del Hijo del Hombre. 27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. 28 Fue lo mismo que[q] ocurrió en los días de Lot(AC): comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; 29 pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos. 30 Lo mismo[r] acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea revelado(AD). 31 En ese día, el que esté en la azotea y tenga sus bienes en casa, no descienda a llevárselos; y de igual modo, el que esté en el campo no vuelva atrás(AE). 32 Acordaos de la mujer de Lot(AF). 33 Todo el que procure preservar su vida[s], la perderá; y todo el que la pierda, la conservará(AG). 34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; uno será tomado y el otro será dejado. 35 Estarán dos mujeres moliendo en el mismo lugar; una será tomada y la otra será dejada(AH). 36 [t]Dos estarán en el campo; uno será tomado y el otro será dejado(AI). 37 Respondiendo ellos, le dijeron*: ¿Dónde, Señor? Y Él les dijo: Donde esté el cuerpo, allí también se juntarán los buitres[u](AJ).
Parábola de la viuda y el juez injusto
18 Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar(AK) en todo tiempo, y no desfallecer(AL), 2 diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno(AM). 3 Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: «Hazme justicia de mi adversario». 4 Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: «Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno(AN), 5 sin embargo, porque esta viuda me molesta(AO), le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia[v](AP)». 6 Y el Señor(AQ) dijo: Escuchad lo que dijo* el juez injusto. 7 ¿Y no hará Dios justicia(AR) a sus escogidos(AS), que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles[w](AT)? 8 Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe[x](AU) en la tierra?
Parábola del fariseo y el publicano
9 Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos(AV) como justos, y despreciaban a los demás(AW): 10 Dos hombres subieron al templo a orar(AX); uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos[y]. 11 El fariseo puesto en pie, oraba(AY) para sí de esta manera: «Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. 12 Yo ayuno(AZ) dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano(BA)». 13 Pero el recaudador de impuestos, de pie(BB) y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo(BC), sino que se golpeaba el pecho(BD), diciendo: «Dios, ten piedad de[z] mí, pecador». 14 Os digo que este descendió a su casa justificado pero aquel no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado(BE).
Jesús y los niños
15 (BF)Y le traían aun a los niños muy pequeños para que los tocara, pero al ver esto los discípulos, los reprendían. 16 Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como estos[aa] es el reino de Dios. 17 En verdad os digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él(BG).
El joven rico
18 (BH)Y cierto hombre prominente[ab] le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios. 20 Tú sabes los mandamientos: «No cometas adulterio, No mates, No hurtes, No des falso testimonio, Honra a tu padre y a tu madre(BI)». 21 Y él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22 Cuando Jesús oyó esto, le dijo: Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos(BJ); y ven, sígueme(BK). 23 Pero al oír esto, se puso muy triste, pues era sumamente rico. 24 Mirándolo Jesús, dijo: ¡Qué difícil es que entren en el reino de Dios los que tienen riquezas(BL)! 25 Porque es más fácil que un camello pase[ac] por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios(BM). 26 Los que oyeron esto, dijeron: ¿Y quién podrá salvarse? 27 Y Él respondió: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios(BN). 28 Y Pedro dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo[ad] y te hemos seguido(BO). 29 Entonces Él les dijo: En verdad os digo: no hay nadie que haya dejado casa, o mujer, o hermanos, o padres o hijos por la causa del reino de Dios(BP), 30 que no reciba muchas veces más en este tiempo, y en el siglo venidero(BQ), la vida eterna.
Jesús anuncia su muerte por tercera vez
31 (BR)Tomando aparte a los doce, Jesús les dijo: Mirad, subimos a Jerusalén(BS), y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre(BT). 32 Pues será entregado a los gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido(BU); 33 y después de azotarle, le matarán, y al tercer día resucitará. 34 Pero ellos no comprendieron nada de esto; este dicho les estaba encubierto(BV), y no entendían lo que se les decía.
Curación de un ciego
35 (BW)Y aconteció que al acercarse a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando(BX). 36 Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. 37 Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret. 38 Entonces gritó, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí(BY)! 39 Y los que iban delante lo reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí(BZ)! 40 Jesús se detuvo y[ae] ordenó que se lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: 41 ¿Qué deseas que haga por ti? Y él dijo: Señor, que recobre la vista. 42 Jesús entonces le dijo: Recibe[af] la vista, tu fe te ha sanado[ag](CA). 43 Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios(CB); cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios(CC).
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