²⁷ Porque el Hijo del Hombre^(A) ha de venir en la gloria de su Padre^(B) con sus ángeles, y entonces recompensara a cada uno según su conducta^(C).

⁷ de manera que nada os falta en ningún don, esperando ansiosamente la revelación de nuestro Señor Jesucristo^(A);

⁴ Cuando Cristo, nuestra^[a] vida^(A), sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria^(B).

⁷ y daros alivio a vosotros que sois afligidos, y también a nosotros^[a], cuando el Señor Jesús sea revelado^[b](A) desde el cielo^(B) con sus poderosos ángeles^[c](C) en llama de fuego^(D),

⁷ para que la prueba^[a] de vuestra fe^(A), más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego^(B), sea hallada que resulta en alabanza^(C), gloria y honor en la revelación de Jesucristo^(D);

¹³ antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo^(A), regocijaos, para que también en la revelación de su gloria^(B) os regocijéis con gran alegría^(C).

²⁸ Y ahora, hijos^[a](A), permaneced en Él, para que cuando se manifieste^(B), tengamos confianza^(C) y no nos apartemos de Él avergonzados^[b](D) en su venida^[c](E).