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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Salmos 25

Salmo de David.

Alef

A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.

Bet

Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.

Guímel

Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Dálet

Tus caminos, oh SEÑOR, me haces saber; tus sendas me enseñas.

He

Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.

Vau

Acuérdate, oh SEÑOR, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas.

Zain

De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.

Chet Bueno y recto es el SEÑOR; por tanto él enseñará a los pecadores el camino.

Tet

Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

Yod

10 Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.

Caf

11 Por tu Nombre, oh SEÑOR, perdona también mi iniquidad; porque es grande.

Lámed

12 ¿Quién es el varón que teme al SEÑOR? El le enseñará el camino que ha de escoger.

Mem

13 Su alma reposará en el bien, y su simiente heredará la tierra.

Nun

14 El secreto del SEÑOR es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.

15 Sámec Mis ojos están siempre hacia el SEÑOR; porque él sacará mis pies de la red.

Ayin

16 Mírame, y ten misericordia de mí; porque estoy solo y pobre.

Tsade

17 Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.

Resh

18 Mira mi aflicción y mi trabajo; y perdona todos mis pecados.

Resh

19 Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio injusto me han aborrecido.

Sin

20 Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.

21 Taf Integridad y rectitud me guardarán; porque a ti he esperado.

Pe

22 Rescate, oh Dios, a Israel de todas sus angustias.

Salmos 29

Salmo de David.

Dad al SEÑOR, oh hijos de fuertes, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.

Dad al SEÑOR la gloria de su nombre; humillaos al SEÑOR en la gloria de la santidad.

Voz del SEÑOR sobre las aguas; el Dios de gloria hizo tronar; el SEÑOR sobre las muchas aguas.

Voz del SEÑOR con potencia; voz del SEÑOR con gloria.

Voz del SEÑOR que quebranta los cedros; y quebrantó el SEÑOR los cedros del Líbano.

Y los hizo saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como hijos de unicornios.

Voz del SEÑOR que corta llamas de fuego.

Voz del SEÑOR que hará temblar el desierto; hará temblar el SEÑOR el desierto de Cades.

Voz del SEÑOR que hará estar de parto a las ciervas, y desnudará los bosques; y en su templo todos los suyos le dicen gloria.

10 El SEÑOR preside en el diluvio, y se asentó el SEÑOR por rey para siempre.

11 El SEÑOR dará fortaleza a su pueblo; el SEÑOR bendecirá a su pueblo en paz.

Salmos 33

Cantad justos en el SEÑOR; a los rectos es hermosa la alabanza.

Celebrad al SEÑOR con arpa; cantadle con salterio y decacordio.

¡Cantadle canción nueva! Hacedlo bien tañendo con júbilo.

Porque recta es la palabra del SEÑOR, y toda su obra es hecha con verdad.

El ama justicia y juicio; de la misericordia del SEÑOR está llena la tierra.

Con la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos con el espíritu de su boca.

El junta como en un montón las aguas del mar; él pone por tesoros los abismos.

Tema al SEÑOR toda la tierra; teman de él todos los habitadores del mundo.

Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió.

10 El SEÑOR hace anular el consejo de los gentiles, y hace anular las maquinaciones de los pueblos.

11 El consejo del SEÑOR permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.

12 ¶ Bienaventurada la gente de que el SEÑOR es su Dios; el pueblo a quien escogió por heredad para sí.

13 Desde los cielos miró el SEÑOR; vio a todos los hijos de Adán.

14 Desde la morada de su asiento miró sobre todos los moradores de la tierra.

15 El formó el corazón de todos ellos; él considera todas sus obras.

16 El rey no es salvo con la multitud del ejército; no escapa el valiente con la mucha fuerza.

17 Vanidad es el caballo para la salvación; con la grandeza de su fuerza no librará.

18 He aquí, el ojo del SEÑOR sobre los que le temen, sobre los que esperan su misericordia;

19 para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en el hambre.

20 Nuestra alma esperó al SEÑOR; nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

21 Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, porque en el Nombre de su santidad hemos confiado.

22 Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotros, como te hemos esperado.

Salmos 36

Al Vencedor: del esclavo del SEÑOR, de David.

La rebelión del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.

Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; no quiso entender para bien hacer.

Iniquidad piensa sobre su cama; está en camino no bueno, no aborrece el mal.

¶ SEÑOR, hasta los cielos es tu misericordia; tu verdad hasta las nubes.

Tu justicia como los montes de Dios, tus juicios abismo grande: Oh SEÑOR, al hombre y al animal conservas.

¡Cuán ilustre, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de Adán se abrigan en la sombra de tus alas.

Se embriagarán de la grosura de tu Casa; y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.

Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.

10 Extiende tu misericordia a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.

11 No venga pie de soberbia contra mí; y mano de impíos no me mueva.

12 Allí cayeron los obradores de iniquidad. Fueron derribados, y no pudieron levantarse.

Salmos 39

Al Vencedor, a Jedutún: Salmo de David.

Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.

Enmudecí en silencio, me callé aun de lo bueno; y se alborotó mi dolor.

Se enardeció mi corazón dentro de mí; en mi meditación se encendió fuego; y hablé con mi lengua:

Hazme saber, SEÑOR, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.

He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)

Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta; amontona, y no sabe quién lo cogerá.

¶ Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está.

Líbrame de todas mis rebeliones; no me pongas por escarnio del loco.

Enmudecí, no abrí mi boca; porque tú lo hiciste.

10 Quita de sobre mí tu plaga; de la guerra de tu mano soy consumido.

11 Con castigos sobre la iniquidad corriges al hombre, y haces consumirse como de polilla su grandeza; ciertamente vanidad es todo hombre. (Selah.)

12 Oye mi oración, oh SEÑOR, y escucha mi clamor; no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy contigo, y advenedizo, como todos mis padres.

13 Déjame estar delante de ti, y tomaré fuerzas, antes que vaya y perezca.

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