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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Salmos 43-45

¶ Júzgame, oh Dios, y pleitea mi pleito; de gente no misericordiosa, de varón de engaño me libra.

Porque tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán al monte de tu santidad, y a tus tabernáculos.

Y entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.

Al Vencedor: a los hijos de Coré: Masquil.

Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus tiempos, en los tiempos antiguos.

Tú con tu mano echaste los gentiles, y los plantaste a ellos en su lugar; afligiste los pueblos, y los arrojaste.

Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.

Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes a Jacob.

Por medio de ti acornearemos a nuestros enemigos; en tu Nombre atropellaremos a nuestros adversarios.

Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará.

Porque nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían.

En Dios nos alabamos todo el tiempo, y para siempre loaremos tu Nombre. (Selah.)

¶ Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales en nuestros ejércitos.

10 Nos hiciste retroceder del enemigo, y nos saquearon para sí los que nos aborrecieron.

11 Nos pusiste como a ovejas para comida, y nos esparciste entre los gentiles.

12 Has vendido tu pueblo de balde, y sin precio.

13 Nos pusiste por vergüenza a nuestros vecinos, por escarnio y por burla a los que nos rodean.

14 Nos pusiste por proverbio entre los gentiles, por movimiento de cabeza en los pueblos.

15 Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,

16 por la voz del que me blasfema y deshonra, por la voz del enemigo y del que se venga.

17 ¶ Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti; y no hemos faltado a tu pacto.

18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos.

19 Cuando nos quebrantaste en el lugar de los dragones, y nos cubriste con sombra de muerte,

20 si nos hubiéramos olvidado del Nombre de nuestro Dios, o alzado nuestras manos a dios ajeno,

21 ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón.

22 Antes por tu causa nos matan cada día; somos tenidos como ovejas para el degolladero.

23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre.

24 ¿Por qué escondes tu rostro? ¿Olvidaste nuestra aflicción, y la opresión nuestra?

25 Porque nuestra alma se ha agobiado hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.

26 Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia.

Al Vencedor: sobre Sosanim (lirios): a los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores.

Rebosa mi corazón palabra buena; yo digo en mis obras del Rey; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu hermosura.

Y con tu hermosura sé prosperado; cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia; y tu diestra te enseñará cosas terribles.

Tus saetas agudas con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey.

¶ Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre; vara de justicia, la vara de tu reino.

Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de gozo más que a tus compañeros.

Mirra, áloe, y casia exhalan todos tus vestidos; desde palacios de marfil te alegraron.

Hijas de reyes entre tus ilustres; está la reina a tu diestra con corona de oro finísimo de Ofir.

10 ¶ Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

11 y deseará el Rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu Señor.

12 Y las hijas de Tiro con presente; aun los ricos del pueblo suplicarán tu favor.

13 Toda ilustre es de dentro la hija del rey; de brocado de oro es su vestido.

14 Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella; sus compañeras serán traídas a ti.

15 Serán traídas con alegría y gozo; entrarán en el palacio del Rey.

16 En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra.

17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones; por lo cual pueblos te alabarán eternamente y para siempre.

Salmos 49

Al Vencedor: a los hijos de Coré: Salmo.

Oíd esto, pueblos todos; escuchad, habitadores todos del mundo:

Así los hijos de los hombres como los hijos de los varones; el rico y el pobre juntamente.

Mi boca hablará sabiduría; y el pensamiento de mi corazón inteligencia.

Acomodaré a ejemplos mi oído; declararé con el arpa mi enigma.

¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis calcañares me cercará?

¶ Los que confían en sus haciendas, y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan,

ninguno de ellos podrá en manera alguna rescatar al hermano, ni dar a Dios propiciación por él.

(Porque la redención de su vida es de gran precio, y no lo pueden hacer)

que viva adelante para siempre, y nunca vea la sepultura.

10 Pues se ve que mueren todos los sabios; el loco y el ignorante perecen, y dejan a otros sus riquezas.

11 En su interior piensan que sus casas son eternas, y sus habitaciones para generación y generación; llamaron sus tierras de sus nombres.

12 Mas el hombre no permanecerá en honra; es semejante a las bestias que son cortadas.

13 Este es su camino, su locura; y sus descendientes corren por el dicho de ellos. (Selah.)

14 Como ovejas son puestos en el Seol; la muerte los pastorea; y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; y se consumirá su bien parecer en la sepultura desde su morada.

15 ¶ Ciertamente Dios rescatará mi vida de la mano del Seol, cuando me tomará. (Selah.)

16 No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa;

17 porque en su muerte no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria.

18 Porque mientras viviere, será su vida bendita; y tú serás loado cuando fueres próspero.

19 Entrará a la generación de sus padres; no verán luz para siempre.

20 El hombre en honra que no entiende, semejante es a las bestias que son cortadas.

Salmos 84-85

Al Vencedor: sobre Gitit: A los hijos de Coré. Salmo.

¡Cuán amables son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos!

Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos en tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.

Dichosos los que habitan en tu Casa; perpetuamente te alabarán (Selah.)

Dichoso el hombre que tiene su fortaleza en ti; en cuyo corazón están tus caminos.

Cuando pasaren por el valle de Abaca lo tornarán en fuente, la lluvia también llenará las cisternas.

Irán en gran multitud y en orden, verán a Dios en Sion.

¶ SEÑOR Dios de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob (Selah.)

Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu Ungido.

10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos; escogí antes estar a la puerta en la Casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.

11 Porque sol y escudo nos es el SEÑOR Dios; gracia y gloria dará el SEÑOR; no quitará el bien a los que andan en integridad.

12 SEÑOR de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti.

Al Vencedor: A los hijos de Coré. Salmo.

Fuiste propicio a tu tierra, oh SEÑOR; volviste la cautividad de Jacob.

Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; cubriste todos los pecados de ellos. (Selah.)

Quitaste toda tu saña; te volviste de la ira de tu furor.

Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación?

¿No volverás tú a darnos vida, y tu pueblo se alegrará en ti?

Muéstranos, oh SEÑOR, tu misericordia, y danos tu salud.

¶ Escucharé lo que hablará Dios el SEÑOR; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se conviertan otra vez a la locura.

Ciertamente cercana está su salud a los que le temen; para que habite la gloria en nuestra tierra.

10 La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.

11 La verdad reverdecerá de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos.

12 El SEÑOR dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto.

13 La justicia irá delante de él; y pondrá sus pasos en camino.

Salmos 87

A los hijos de Coré: Salmo de Canción.

Su cimiento es en montes de santidad.

El SEÑOR ama las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob.

Cosas ilustres son dichas de ti, ciudad de Dios. (Selah.)

Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; he aquí Filistea, y Tiro, con Etiopía; éste nació allá.

Y de Sion se dirá: éste y aquel varón es nacido en ella; y el mismo Altísimo la fortificará.

El SEÑOR contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. (Selah.)

Y cantores y músicos con flautas en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti.

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