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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Nehemías 13:15 - Job 7:21

15 En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban los lagares en el día de reposo, y traían haces de trigo y los cargaban en asnos, y también vino, uvas, higos y toda clase de carga, y los traían a Jerusalén en el día de reposo(A). Y les amonesté por el día en que vendían los víveres(B). 16 También habitaban allí[a], en Jerusalén, tirios, que importaban pescado y toda clase de mercancías, y los vendían a los hijos de Judá en el día de reposo. 17 Entonces reprendí(C) a[b] los nobles de Judá, y les dije: ¿Qué acción tan mala es esta que cometéis profanando el día de reposo? 18 ¿No hicieron lo mismo vuestros padres, y nuestro Dios trajo sobre nosotros y sobre esta ciudad toda esta aflicción? Vosotros, pues, aumentáis su furor contra Israel al profanar el día de reposo(D).

19 Y aconteció que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén, antes del día de reposo, ordené que se cerraran las puertas y[c] que no las abrieran hasta después del día de reposo(E). Entonces puse algunos de mis siervos a las puertas para que no entrara ninguna carga en día de reposo. 20 Pero una o dos veces, los mercaderes y vendedores de toda clase de mercancía pasaron la noche fuera de Jerusalén. 21 Entonces les advertí[d], y les dije: ¿Por qué pasáis la noche delante de la muralla? Si lo hacéis de nuevo, usaré fuerza[e] contra vosotros(F). Desde entonces no vinieron más en el día de reposo. 22 Y ordené a los levitas que se purificaran(G) y que vinieran a guardar las puertas para santificar el día de reposo. Por esto también acuérdate de mí, Dios mío(H), y ten piedad de mí conforme a la grandeza de tu misericordia.

23 Vi también en aquellos días a judíos que se habían casado con[f] mujeres(I) asdoditas(J), amonitas y moabitas(K). 24 De sus hijos, la mitad hablaban la lengua de Asdod, y ninguno de ellos podía hablar la lengua de Judá, sino la lengua de su propio pueblo[g]. 25 Y contendí(L) con ellos y los maldije, herí a algunos de ellos(M) y les arranqué el cabello, y les hice jurar por Dios, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos; tampoco tomaréis de sus hijas para vuestros hijos ni para vosotros mismos(N). 26 ¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel(O)? Sin embargo, entre tantas naciones no hubo rey como él, y era amado por su Dios, y Dios le había hecho rey sobre todo Israel(P); pero aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras. 27 ¿Y se debe oír[h] de vosotros que habéis cometido todo este gran mal obrando infielmente contra nuestro Dios casándoos con[i] mujeres extranjeras(Q)? 28 Aun uno de los hijos de Joiada, hijo del sumo sacerdote Eliasib, era yerno de Sanbalat horonita(R), y lo eché de mi lado. 29 Acuérdate de ellos, Dios mío, porque han profanado el[j] sacerdocio(S) y el pacto del sacerdocio(T) y de los levitas.

30 Así los purifiqué de todo lo extranjero(U), y designé oficios para los sacerdotes y levitas, cada uno en su ministerio, 31 e hice arreglos para la provisión de leña en los tiempos señalados(V) y para las primicias. ¡Acuérdate de mí, Dios mío, para bien(W)!

Banquetes del rey Asuero

Aconteció en los días de Asuero[k](X), el rey Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía[l] sobre ciento veintisiete provincias(Y), que en aquellos días, estando el rey Asuero reinando desde su trono real(Z), en la fortaleza de Susa(AA), en el año tercero de su reinado, ofreció un banquete para todos sus príncipes y servidores(AB), estando en su presencia los oficiales del ejército de Persia y Media, los nobles y los príncipes de sus provincias. Y[m] él les mostró las riquezas de la gloria de su reino y el magnífico esplendor de su majestad durante muchos días, ciento ochenta días. Cuando se cumplieron estos días, el rey ofreció un banquete de siete días para todo el pueblo que se encontraba en la fortaleza de Susa, desde el mayor hasta el menor, en el atrio del jardín del palacio del rey(AC). Había colgaduras de lino blanco y violeta, sostenidas por cordones de lino fino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol, y lechos de oro y plata sobre un pavimento mosaico de pórfido, de mármol, de alabastro(AD) y de piedras preciosas. Las bebidas se servían en vasijas de oro de diferentes formas, y el vino real abundaba conforme a la liberalidad[n] del rey(AE). Y se bebía conforme a la ley, no había obligación, porque el rey así había dado órdenes a todos los oficiales de su casa para que hicieran conforme a los deseos de cada persona. La reina Vasti también hizo un banquete para las mujeres en el palacio[o] que pertenecía al rey Asuero.

La reina Vasti repudiada

10 Al séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre por el vino(AF), él ordenó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas, los siete eunucos que servían en la presencia del rey Asuero, 11 que trajeran a la reina Vasti a la presencia del rey con su corona real(AG), para mostrar al pueblo y a los príncipes su belleza, porque era muy hermosa. 12 Pero la reina Vasti rehusó venir al mandato del rey transmitido por[p] los eunucos. Entonces el rey se enojó mucho y se encendió su furor en él. 13 Y el rey dijo a los sabios(AH) que conocían los tiempos(AI) (pues era costumbre del rey consultar así a todos los que conocían la ley y el derecho, 14 y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, los siete príncipes de Persia y Media que tenían entrada a la presencia del[q] rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino(AJ)): 15 Conforme a la ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vasti, por no haber obedecido[r] el mandato del rey Asuero transmitido por[s] los eunucos? 16 Y en presencia del rey y de los príncipes, Memucán dijo: La reina Vasti no solo ha ofendido al rey sino también a todos los príncipes y a todos los pueblos que están en todas las provincias del rey Asuero. 17 Porque la conducta de la reina llegará a conocerse[t] por todas las mujeres y hará que ellas miren[u] con desdén a sus maridos, y digan: «El rey Asuero ordenó que la reina Vasti fuera llevada a su presencia, pero ella no fue». 18 Y desde hoy las señoras de Persia y Media que han oído de la conducta de la reina hablarán de la misma manera a todos los príncipes del rey, y habrá mucho desdén y enojo. 19 Si le place al rey, proclame él[v] un decreto real y que se escriba en las leyes de Persia y Media para que no sea revocado[w](AK), que Vasti no entre más a la presencia del rey Asuero, y que el rey dé su título de reina a otra[x] que sea más digna que ella. 20 Y cuando el decreto que haga el rey sea oído por todo su reino, inmenso como es, entonces todas las mujeres darán honra a sus maridos(AL), desde el mayor hasta el menor. 21 Esta palabra pareció bien al rey y a los príncipes, y el rey hizo conforme a lo dicho por Memucán. 22 Y envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura y a cada pueblo conforme a su lengua(AM), para que todo hombre fuera señor en su casa(AN) y que en ella se hablara la lengua de su pueblo.

Ester elegida reina

Después de estas cosas, cuando el furor del rey Asuero se había aplacado(AO), él se acordó de Vasti, de lo que ella había hecho y de lo que se había decretado contra ella(AP). Entonces los cortesanos al servicio del rey, dijeron: Búsquense para el rey jóvenes vírgenes y de buen parecer(AQ). Y que el rey nombre oficiales en todas las provincias de su reino(AR) para que reúnan a todas las jóvenes vírgenes y de buen parecer en la fortaleza de Susa, en el harén, bajo la custodia[y] de Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres(AS), y que se les den sus cosméticos(AT). Y la joven que agrade al rey sea reina en lugar de Vasti. Y esto le pareció bien al rey, y así lo hizo.

Y había en la fortaleza de Susa un judío que se llamaba Mardoqueo(AU), hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, benjamita, que había sido deportado de Jerusalén con los cautivos que habían sido deportados con Jeconías, rey de Judá, a quien había deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia(AV). Y Mardoqueo[z] estaba criando a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, pues ella no tenía ni padre ni madre. La joven era de hermosa figura y de buen parecer, y cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya(AW).

Y sucedió que cuando el mandato y el decreto del rey fueron oídos, muchas jóvenes fueron reunidas en la fortaleza de Susa bajo la custodia de Hegai; y Ester también fue llevada al palacio[aa] del rey, bajo la custodia de Hegai, encargado de las mujeres(AX). La joven le agradó y halló favor delante de él, por lo que se apresuró en proveerle cosméticos(AY) y alimentos[ab]; le dio siete doncellas escogidas del palacio del rey, y la trasladó con sus doncellas al mejor lugar del harén. 10 Ester no dio a conocer ni su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no los diera a conocer(AZ). 11 Y todos los días Mardoqueo se paseaba delante del patio del harén para enterarse de cómo estaba Ester y qué le sucedía.

12 Cuando le tocaba a cada joven venir al rey Asuero, al cumplirse sus doce meses, según las ordenanzas para las mujeres, pues los días de su embellecimiento se cumplían así: seis meses con óleo de mirra y seis meses con especias y cosméticos para las mujeres, 13 entonces la joven venía al rey de esta manera: cualquier cosa que ella deseaba[ac] se le concedía para que la llevara consigo del harén al palacio del rey. 14 Ella entraba por la tarde y a la mañana siguiente volvía al segundo harén, bajo la custodia de Saasgaz, eunuco del rey, encargado de las concubinas. Ella no iba otra vez al rey a menos que el rey se complaciera en ella y fuera llamada por nombre. 15 Cuando a Ester, hija de Abihail, tío de Mardoqueo, que la había tomado como hija(BA), le tocó venir al rey, ella no pidió cosa alguna sino lo que le aconsejó[ad] Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres(BB). Y Ester hallaba favor ante los ojos de cuantos la veían.

16 Ester fue llevada al rey Asuero a su palacio real el mes décimo, que es el mes Tebet, en el año séptimo de su reinado. 17 Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y ella halló gracia y bondad con él más que todas las demás vírgenes, y él puso la corona real sobre su cabeza(BC) y la hizo reina en lugar de Vasti. 18 Entonces el rey hizo un gran banquete para todos sus príncipes y siervos(BD), el banquete de Ester. También concedió un día de descanso para las provincias y dio presentes conforme a la liberalidad[ae] del rey(BE).

19 Cuando las vírgenes fueron reunidas(BF) por segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey(BG). 20 Ester todavía no había dado a conocer ni su parentela ni su pueblo, tal como Mardoqueo le había mandado(BH), porque Ester hizo lo que le había dicho[af] Mardoqueo, como cuando estaba bajo su tutela(BI). 21 En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, guardianes del umbral, se enojaron y procuraban echar mano al[ag] rey Asuero(BJ). 22 Pero el asunto llegó a conocimiento de Mardoqueo, y él se lo comunicó a la reina Ester, y Ester informó[ah] al rey en nombre de Mardoqueo(BK). 23 Y cuando fue investigado el asunto y hallado cierto, los dos eunucos fueron colgados en una horca[ai]; y esto fue escrito en el libro de las Crónicas(BL) en presencia del rey.

Conspiración de Amán

Después de esto el rey Asuero engrandeció a Amán, hijo de Hamedata agagueo(BM), y lo ensalzó y estableció su autoridad[aj] sobre todos los príncipes que estaban con él(BN). Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se inclinaban y se postraban ante Amán, porque así había ordenado el rey en cuanto a él; pero Mardoqueo ni se inclinaba ni se postraba(BO). Entonces los siervos del rey, que estaban a la puerta del rey(BP), dijeron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas el mandato del rey(BQ)? Y sucedió que después que ellos le habían hablado día tras día y él se había negado a escucharlos, se lo informaron a Amán para ver si la palabra de Mardoqueo era firme; porque él les había declarado que era judío. Cuando Amán vio que Mardoqueo no se inclinaba ni se postraba ante él, Amán se llenó de furor(BR). Y él no se contentó con[ak] echar mano solo a Mardoqueo, pues le habían informado cuál era el pueblo de Mardoqueo; por tanto Amán procuró destruir a todos los judíos(BS), el pueblo de Mardoqueo, que estaban por todo el reino de Asuero.

En el mes primero, que es el mes de Nisán, el año doce del rey Asuero, se echó el Pur, es decir la suerte, delante de Amán(BT) para cada día y cada mes hasta el[al] mes doce, que es el mes de Adar(BU). Y Amán dijo al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de tu reino; sus leyes son diferentes de las de todos los demás pueblos, y no guardan las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos vivos(BV). Si al rey le parece bien, decrétese[am] que sean destruidos, y yo pagaré diez mil talentos[an] de plata en manos de los que manejan los negocios del rey, para que los pongan en los tesoros del rey. 10 El rey tomó de su mano el anillo de sellar y se lo dio a Amán(BW), hijo de Hamedata agagueo(BX), enemigo de los judíos(BY). 11 Y el rey dijo a Amán: Quédate con[ao] la plata, y también con el pueblo, para que hagas con él lo que te parezca bien. 12 Entonces fueron llamados los escribas del rey(BZ) el día trece del mes primero, y conforme a todo lo que Amán había ordenado, fue escrito a los sátrapas del rey(CA), a los gobernadores que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia conforme a su escritura, a cada pueblo conforme a su lengua, escrito en el nombre del rey Asuero y sellado con el anillo del rey(CB). 13 Y se enviaron cartas por medio[ap] de los correos(CC) a todas las provincias del rey para destruir, matar y exterminar a todos los judíos(CD), jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un solo día, el día trece del mes doce, que es el mes de Adar(CE), y sus posesiones dadas al saqueo(CF). 14 La copia del edicto que sería promulgada[aq] ley en cada provincia fue publicada a todos los pueblos para que estuvieran preparados para ese día(CG). 15 Salieron los correos apremiados por la orden del rey. El decreto fue promulgado[ar] en la fortaleza de Susa, y mientras el rey y Amán se sentaron a beber, la ciudad de Susa estaba consternada(CH).

Mardoqueo pide a Ester que interceda

Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho, rasgó[as] sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza(CI), y salió por la ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor. Y llegó hasta la puerta del rey, porque nadie podía entrar por la puerta del rey vestido de cilicio. Y en cada una de las provincias y en todo lugar donde llegaba la orden del rey y su decreto, había entre los judíos gran duelo y ayuno(CJ), llanto y lamento; y muchos se acostaban sobre cilicio y ceniza.

Vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos y se lo comunicaron, y la reina se angustió en gran manera. Y envió ropa para que Mardoqueo se vistiera y se quitara el cilicio de encima, pero él no la aceptó. Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio[at], y le ordenó ir a Mardoqueo para saber qué era aquello y por qué. Y salió Hatac a donde estaba Mardoqueo en la plaza de la ciudad, frente a la puerta del rey. Y Mardoqueo le informó de todo lo que le había acontecido, y la cantidad exacta de dinero que Amán había prometido pagar a los tesoros del rey por la destrucción de los judíos(CK). Le dio también una copia del texto del decreto(CL) que había sido promulgado[au] en Susa para la destrucción de los judíos[av], para que se la mostrara a Ester y le informara, y le mandara que ella fuera al rey para implorar su favor y para interceder ante él por su pueblo.

Regresó Hatac y contó a Ester las palabras de Mardoqueo. 10 Entonces Ester habló a Hatac y le ordenó que respondiera a Mardoqueo: 11 Todos los siervos del rey y el pueblo de las provincias del rey saben que para cualquier hombre o mujer que vaya al rey en el atrio interior(CM), sin ser llamado, él tiene una sola ley(CN), que se le dé muerte, a menos que el rey le extienda el cetro de oro para que viva(CO). Y yo no he sido llamada para ir al rey por estos treinta días. 12 Y contaron a Mardoqueo las palabras de Ester.

13 Entonces Mardoqueo les dijo que respondieran a Ester: No pienses[aw] que estando en el palacio[ax] del rey solo tú escaparás entre todos los judíos. 14 Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación(CP) vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como esta tú habrás llegado a ser reina? 15 Y Ester les dijo que respondieran a Mardoqueo: 16 Ve, reúne a todos los judíos que se encuentran en Susa y ayunad por mí(CQ); no comáis ni bebáis por tres días, ni de noche ni de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al rey(CR), lo cual no es conforme a la ley; y si perezco, perezco. 17 Y Mardoqueo se fue e hizo conforme a todo lo que Ester le había ordenado.

El banquete de Ester

Y aconteció al tercer día que Ester se vistió con sus vestiduras reales y se puso en el atrio interior del palacio[ay] del rey delante de los aposentos[az] del rey(CS), y el rey estaba sentado en su trono real en el aposento del trono[ba](CT), frente a la entrada del palacio. Y[bb] cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, ella obtuvo gracia ante sus ojos(CU); y el rey extendió hacia Ester el cetro de oro que estaba en su mano(CV). Ester entonces se acercó y tocó el extremo del cetro. Y el rey le dijo: ¿Qué te preocupa, reina Ester? ¿Y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará(CW). Ester respondió: Si le place al rey, venga hoy el rey con Amán al banquete que le he preparado.

Entonces el rey dijo: Traed pronto a Amán para que hagamos como Ester desea[bc]. Y el rey vino con Amán al banquete que Ester había preparado(CX). Y mientras bebían el vino en el banquete[bd], el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición?, pues te será concedida. ¿Y cuál es tu deseo? Aun hasta la mitad del reino, se te dará[be](CY). Respondió Ester, y dijo: Mi petición y mi deseo es: si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si le place al rey conceder mi petición y hacer lo que yo pido[bf](CZ), que venga el rey con Amán al banquete que yo les prepararé(DA), y mañana haré conforme a la palabra del rey.

Salió Amán aquel día alegre y con corazón contento; pero cuando Amán vio a Mardoqueo en la puerta del rey(DB) y que este no se levantaba ni temblaba[bg] delante de él, Amán se llenó de furor contra Mardoqueo(DC). 10 Amán, sin embargo, se contuvo, fue a su casa, y mandó traer a sus amigos y a su mujer Zeres(DD). 11 Entonces Amán les contó la gloria de sus riquezas, la multitud de sus hijos(DE), y todas las ocasiones en que el rey le había engrandecido, y cómo le había exaltado sobre los príncipes y siervos del rey(DF). 12 Y Amán añadió: Aun la reina Ester no permitió que nadie, excepto yo, viniera con el rey al banquete que ella había preparado; y también para mañana estoy invitado por[bh] ella junto con el rey(DG). 13 Sin embargo nada de esto me satisface mientras vea al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey(DH). 14 Su mujer Zeres y todos sus amigos le dijeron: Haz que se prepare una horca[bi] de cincuenta codos[bj] de alto, y por la mañana pide al rey que ahorquen a Mardoqueo en ella(DI); entonces ve gozoso con el rey al banquete. Y el consejo[bk] agradó a Amán, e hizo preparar la horca[bl].

Mardoqueo honrado por el rey

Aquella noche el rey no podía dormir[bm](DJ) y dio orden que trajeran el libro de las Memorias, las crónicas(DK), y que las leyeran delante del rey. Y fue hallado escrito lo que Mardoqueo había informado acerca de Bigtán y Teres, dos de los eunucos del rey, guardianes del umbral, de que ellos habían procurado echar mano al[bn] rey Asuero(DL). Y el rey preguntó: ¿Qué honor o distinción se le ha dado a Mardoqueo por esto? Respondieron los siervos del rey que le servían: Nada se ha hecho por él. Entonces el rey preguntó: ¿Quién está en el atrio? Y Amán acababa de entrar al atrio exterior(DM) del palacio[bo] del rey, para pedir al rey que hiciera ahorcar a Mardoqueo en la horca que él le había preparado(DN). Y los siervos del rey le respondieron: He aquí, Amán está en el atrio. Y el rey dijo: Que entre. Cuando Amán entró, el rey le preguntó: ¿Qué se debe hacer para el hombre a quien el rey quiere honrar(DO)? Y Amán se dijo[bp]: ¿A quién desearía el rey honrar más que a mí? Y Amán respondió al rey: Para el hombre a quien el rey quiere honrar, traigan un manto real con que se haya vestido el rey, y un caballo en el cual el rey haya montado(DP) y en cuya cabeza se haya colocado una diadema real(DQ); y el manto y el caballo sean entregados en mano de uno de los príncipes más nobles del rey, y vistan al hombre a quien el rey quiere honrar, le lleven a caballo por la plaza de la ciudad y pregonen delante de él(DR): «Así se hace al hombre a quien el rey quiere honrar».

10 Entonces el rey dijo a Amán: Toma presto el manto y el caballo como has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que está sentado a la puerta del rey; no omitas nada de todo lo que has dicho. 11 Y Amán tomó el manto y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo llevó a caballo por la plaza de la ciudad, y pregonó delante de él: Así se hace al hombre a quien el rey quiere honrar. 12 Después Mardoqueo regresó a la puerta del rey, pero Amán se apresuró a volver a su casa, lamentándose, con la cabeza cubierta(DS). 13 Y Amán contó a su mujer Zeres y a todos sus amigos(DT) todo lo que le había acontecido. Entonces sus sabios y su mujer Zeres le dijeron: Si Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, es de descendencia judía[bq], no podrás con él, sino que ciertamente caerás delante de él. 14 Aún estaban hablando con él, cuando llegaron los eunucos del rey y llevaron aprisa a Amán al banquete que Ester había preparado(DU).

Amán denunciado y ahorcado

Y el rey y Amán fueron al banquete a beber vino con la reina Ester. También el segundo día, mientras bebían vino en el banquete[br], el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester? Te será concedida. ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará[bs](DV). Respondió la reina Ester, y dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, oh rey, y si le place al rey(DW), que me sea concedida la vida según mi petición, y la de mi pueblo según mi deseo; porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para el exterminio(DX), para la matanza y para la destrucción(DY). Y si solo hubiéramos sido vendidos como esclavos o esclavas, hubiera permanecido callada, porque el mal no se podría comparar con el disgusto[bt] del rey. Entonces el rey Asuero preguntó a[bu] la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está el que pretende[bv] hacer tal cosa? Y Ester respondió: ¡El adversario y enemigo es este malvado Amán(DZ)! Entonces Amán se sobrecogió de terror delante del rey y de la reina. Y dejando de beber vino[bw], el rey se levantó lleno de furor(EA) y salió al jardín del palacio(EB); pero Amán se quedó para rogar por su vida a la reina Ester, porque vio que el mal había sido determinado contra él por el rey. Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar donde estaban bebiendo vino[bx], Amán se había dejado caer sobre el lecho(EC) donde se hallaba Ester. Entonces el rey dijo: ¿Aún se atreve a hacer violencia a la reina estando yo en la casa? Al salir la palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán. Entonces Harbona, uno de los eunucos que estaban delante del rey, dijo: He aquí precisamente, la horca[by] de cincuenta codos[bz] de alto está en la casa de Amán, la cual había preparado Amán para Mardoqueo(ED), quien había hablado bien en favor del rey(EE). Y el rey dijo: Ahorcadlo en ella. 10 Colgaron, pues, a Amán en la horca[ca] que había preparado para Mardoqueo(EF), y se aplacó el furor del rey(EG).

Decreto a favor de los judíos

Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los judíos(EH); y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le había revelado lo que era él para ella(EI). Entonces el rey se quitó el anillo que había recobrado de Amán(EJ), y se lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán.

Ester habló de nuevo delante del rey, cayó a sus pies, y llorando, le imploró que impidiera los propósitos perversos de Amán agagueo y el plan que había tramado contra los judíos. Extendió el rey hacia Ester el cetro de oro(EK), y Ester se levantó y se puso delante del rey, y dijo: Si le place al rey, y si he hallado gracia delante de él(EL), si el asunto le parece bien al rey y yo soy grata ante sus ojos, que se escriba para revocar las cartas concebidas por Amán, hijo de Hamedata, agagueo, las cuales escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias del rey(EM). Porque ¿cómo podría yo ver la calamidad que caería sobre mi pueblo? ¿Cómo podría yo ver la destrucción de mi gente(EN)? Entonces el rey Asuero dijo a la reina Ester y al judío Mardoqueo: He aquí, he dado a Ester la casa de Amán(EO), y a él le han colgado en la horca porque extendió su mano contra los judíos. Vosotros, pues, escribid acerca de los judíos como os parezca bien[cb], en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey(EP); porque un decreto que está escrito en nombre del rey y sellado con el anillo del rey no puede ser revocado(EQ).

Y fueron llamados los escribas del rey en aquel momento en el mes tercero (es decir, el mes de Siván), en el día veintitrés[cc]; y conforme a todo lo que ordenó Mardoqueo se escribió a los judíos, a los sátrapas, a los gobernadores y a los príncipes de las provincias que se extendían desde la India hasta Etiopía[cd], ciento veintisiete provincias(ER), a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua(ES), y a los judíos conforme a su escritura y a su lengua. 10 Y se escribió en el nombre del rey Asuero y se selló con el anillo del rey, y se enviaron las cartas por medio[ce] de correos a caballo(ET), que montaban en corceles engendrados por caballos reales. 11 En ellas[cf] el rey concedía a los judíos que estaban en cada ciudad el derecho de reunirse y defender su vida(EU), de destruir, de matar y de exterminar(EV) al ejército de cualquier pueblo o provincia que los atacara, incluso a niños y mujeres, y de saquear sus bienes(EW), 12 en un mismo día en todas las provincias del rey Asuero, el día trece del mes doce (es decir, el mes de Adar(EX)). 13 Una copia del edicto que había de promulgarse[cg] como ley en cada provincia fue publicado a todos los pueblos, para que los judíos estuvieran listos para ese día a fin de vengarse de sus enemigos(EY). 14 Los correos, apresurados y apremiados por la orden del rey, salieron montados en los corceles reales; y el decreto fue promulgado[ch] en la fortaleza de Susa.

15 Entonces Mardoqueo salió de la presencia del rey en vestiduras reales de azul[ci] y blanco, con una gran corona de oro y un manto de lino fino y púrpura(EZ); y la ciudad de Susa dio vivas y se regocijó(FA). 16 Para los judíos fue día de luz y alegría(FB), de gozo y gloria. 17 En cada provincia, en cada ciudad y en todo lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y gozo para los judíos, banquete y día festivo[cj](FC). Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron judíos(FD), porque había caído sobre ellos el temor de los judíos.

Venganza de los judíos

En el mes doce (es decir, el mes de Adar(FE)), el día trece[ck] cuando estaban[cl] para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el mismo día que los enemigos de los judíos esperaban obtener dominio sobre ellos(FF), sucedió lo contrario, porque fueron los judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban. Se reunieron los judíos en sus ciudades por todas las provincias del rey Asuero para echar mano a[cm] los que buscaban su daño(FG); y nadie podía oponérseles, porque el temor a ellos había caído sobre todos los pueblos(FH). Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los que manejaban los negocios del rey ayudaron[cn] a los judíos(FI), porque el temor a Mardoqueo había caído sobre ellos, pues Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama se había extendido por todas las provincias, porque[co] Mardoqueo se hacía más y más grande(FJ). Y los judíos hirieron a todos sus enemigos a filo[cp] de espada, con matanza y destrucción(FK); e hicieron lo que quisieron con los que los odiaban. En la fortaleza de Susa los judíos mataron y destruyeron a quinientos hombres, también a Parsandata, Dalfón, Aspata, Porata, Adalía, Aridata, Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata, 10 los diez hijos de Amán(FL), hijo de Hamedata, enemigo de los judíos; pero no echaron mano a los bienes(FM).

11 Aquel mismo día comunicaron[cq] al rey el número de los que fueron muertos en la fortaleza de Susa. 12 Y el rey dijo a la reina Ester: En la fortaleza de Susa los judíos han matado y exterminado a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán. ¡Qué habrán hecho en las demás provincias del rey! ¿Cuál es tu petición ahora? Pues te será concedida. ¿Qué más quieres? También te será hecho(FN). 13 Entonces Ester dijo: Si le place al rey, que mañana también se conceda a los judíos que están en Susa hacer conforme al edicto de hoy(FO); y que los diez hijos de Amán sean colgados en la horca[cr]. 14 El rey ordenó que así se hiciera; y un edicto fue promulgado[cs] en Susa, y los diez hijos de Amán fueron colgados. 15 Los judíos que se hallaban en Susa se reunieron también el día catorce del mes de Adar y mataron a trescientos hombres en Susa(FP), pero no echaron mano a los bienes(FQ).

La fiesta de Purim

16 Y los demás judíos que se hallaban en las provincias del rey se reunieron(FR) para defender sus vidas y librarse[ct] de sus enemigos; y mataron a setenta y cinco mil de los que los odiaban(FS), pero no echaron mano a los bienes. 17 Esto sucedió el día trece del mes de Adar(FT), y el día catorce[cu] descansaron, y lo proclamaron día de banquete y de regocijo(FU). 18 Pero los judíos que se hallaban en Susa se reunieron(FV) el trece y el catorce del mismo mes[cv], y descansaron el día quince[cw] y lo proclamaron[cx] día de banquete y de regocijo(FW). 19 Por eso los judíos de las áreas rurales, que habitan en las ciudades abiertas(FX), proclaman el día catorce del mes de Adar día festivo[cy] para regocijarse, hacer banquetes y enviarse porciones de comida unos a otros(FY).

20 Entonces Mardoqueo escribió estos hechos, y envió cartas a todos los judíos que se hallaban en todas las provincias del rey Asuero, tanto cercanas como lejanas, 21 ordenándoles que celebraran anualmente el día catorce del mes de Adar, y el día quince del mismo mes[cz], 22 porque en esos días los judíos se libraron[da] de sus enemigos, y fue para ellos un mes que se convirtió de tristeza en alegría y de duelo en día festivo[db](FZ). Los harían días de banquete y de regocijo, para que se enviaran porciones de comida unos a otros e hicieran donativos a los pobres(GA). 23 Así los judíos llevaron a cabo lo que habían comenzado a hacer, y lo que Mardoqueo les había escrito. 24 Pues Amán, hijo de Hamedata, agagueo, enemigo de todos los judíos, había hecho planes contra los judíos para destruirlos, y había echado el Pur, es decir, la suerte(GB), para su ruina y destrucción. 25 Pero cuando esto llegó al conocimiento[dc] del rey, este ordenó por carta que el perverso plan que había tramado contra los judíos(GC) recayera sobre su cabeza(GD), y que él y sus hijos fueran colgados en la horca[dd](GE). 26 Por eso estos días son llamados Purim[de], por el nombre Pur. Y a causa de las instrucciones[df] en esta carta(GF), tanto por lo que habían visto sobre este asunto y por lo que les había acontecido, 27 los judíos establecieron e hicieron[dg] una costumbre para ellos, para sus descendientes[dh] y para todos los que se aliaban con ellos(GG), de que no dejarían de[di] celebrar estos dos días conforme a su ordenanza[dj] y conforme a su tiempo señalado cada año(GH). 28 Así estos días serían recordados y celebrados por todas las generaciones, por cada familia, cada provincia y cada ciudad; para que estos días de Purim no dejaran de celebrarse[dk] entre los judíos, ni su memoria se extinguiera[dl] entre sus descendientes[dm].

29 Entonces la reina Ester, hija de Abihail(GI), y el judío Mardoqueo escribieron con toda autoridad para confirmar esta segunda carta acerca de Purim(GJ). 30 Y se enviaron cartas a todos los judíos, a las ciento veintisiete provincias del reino de Asuero(GK), palabras de paz y de verdad, 31 para establecer estos días de Purim en sus tiempos señalados, tal como habían establecido para ellos el judío Mardoqueo y la reina Ester, según habían fijado para ellos y sus descendientes[dn], con instrucciones[do] para sus tiempos de ayuno y de lamentaciones(GL). 32 El mandato de Ester estableció estas costumbres[dp] acerca de Purim(GM), y esto fue escrito en el libro.

Grandeza de Mardoqueo

10 El rey Asuero impuso tributo sobre la tierra y sobre las costas del mar(GN). Y todos los actos de su autoridad y poder, y todo el relato de la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeció(GO), ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Media y Persia(GP)? Porque el judío Mardoqueo era el segundo después del rey Asuero(GQ), grande entre los judíos y estimado por la multitud de sus hermanos, el cual buscó el bien de su pueblo y procuró el bienestar de[dq] toda su gente[dr](GR).

Integridad y riquezas de Job

Hubo un hombre en la tierra de Uz(GS) llamado Job(GT); y era aquel hombre intachable[ds], recto(GU), temeroso de[dt] Dios(GV) y apartado del mal(GW). Y le nacieron siete hijos y tres hijas(GX). Su hacienda era de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas(GY) y muchísima servidumbre; y era aquel hombre el más grande(GZ) de todos los hijos del oriente. Sus hijos solían ir y hacer un banquete en la casa de cada uno por turno, e invitaban[du] a sus tres hermanas para que comieran y bebieran con ellos. Y sucedía que cuando los días del banquete habían pasado[dv], Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos(HA) conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: Quizá mis hijos hayan pecado(HB) y maldecido a Dios en sus corazones(HC). Así hacía Job siempre. Hubo un día cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del Señor(HD), y Satanás[dw] vino también entre ellos(HE). Y el Señor dijo a Satanás: ¿De dónde vienes? Entonces Satanás respondió al Señor, y dijo: De recorrer la tierra y de andar por ella(HF). Y el Señor dijo a Satanás: ¿Te has fijado[dx] en mi siervo Job(HG)? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra, hombre intachable[dy] y recto, temeroso de[dz] Dios y apartado del mal(HH). Respondió Satanás(HI) al Señor[ea]: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No has hecho tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados(HJ)? Has bendecido el trabajo de sus manos(HK) y sus posesiones han aumentado en la tierra(HL). 11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene(HM), verás si no te maldice en tu misma cara(HN). 12 Entonces el Señor dijo a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu poder[eb]; pero no extiendas tu mano sobre él. Y Satanás salió de la presencia del Señor.

Dios permite las pruebas de Job

13 Y aconteció que un[ec] día en que sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor, 14 vino un mensajero a Job y dijo: Los bueyes estaban arando y las asnas paciendo junto a ellos, 15 y los sabeos[ed](HO) atacaron[ee] y se los llevaron. También mataron[ef] a los criados a filo de espada; solo yo[eg] escapé para contártelo. 16 Mientras estaba este hablando, vino otro y dijo: Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió(HP); solo yo escapé para contártelo. 17 Mientras estaba este hablando, vino otro y dijo: Los caldeos(HQ) formaron tres cuadrillas y atacaron los camellos y se los llevaron, y mataron[eh] a los criados a filo de espada; solo yo escapé para contártelo. 18 Mientras estaba este hablando, vino otro y dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor, 19 y he aquí, vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y esta cayó sobre los jóvenes y murieron; solo yo escapé para contártelo.

20 Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra(HR), adoró, 21 y dijo:

Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré allá(HS).
El Señor dio y el Señor quitó(HT);
bendito sea el nombre del Señor.

22 En todo esto Job no pecó ni culpó[ei] a Dios(HU).

Job pierde su salud

(HV)Y sucedió que un día cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del Señor, vino también Satanás[ej] entre ellos para presentarse delante del Señor. Y el Señor dijo a Satanás: ¿De dónde vienes? Entonces Satanás respondió al Señor, y dijo: De recorrer la tierra y de andar por ella. Y el Señor dijo a Satanás: ¿Te has fijado[ek] en mi siervo Job? Porque no hay otro como él sobre la tierra, hombre intachable[el], recto, temeroso de[em] Dios y apartado del mal. Y él todavía conserva su integridad(HW), aunque tú me incitaste contra él para que lo arruinara[en] sin causa. Respondió Satanás al Señor, y dijo: ¡Piel por piel! Sí, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Sin embargo, extiende ahora tu mano(HX) y toca su hueso y su carne, verás si no te maldice en tu misma cara(HY). Y el Señor dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; pero guarda su vida.

Satanás salió de la presencia del Señor, e hirió a Job con llagas malignas[eo] desde la planta del pie hasta la coronilla(HZ). Y Job tomó un tiesto para rascarse mientras estaba sentado entre las cenizas(IA). Entonces su mujer le dijo: ¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete. 10 Pero él le dijo: Como habla cualquier mujer necia, has hablado. ¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal(IB)? En todo esto Job no pecó con sus labios(IC).

11 Cuando tres amigos de Job, Elifaz temanita(ID), Bildad suhita(IE) y Zofar naamatita, oyeron de todo este mal que había venido sobre él, vinieron cada uno de su lugar, pues se habían puesto de acuerdo para ir juntos a condolerse de él y a consolarlo(IF). 12 Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo reconocieron, levantaron sus voces y lloraron. Cada uno de ellos rasgó su manto(IG) y esparcieron polvo(IH) hacia el cielo sobre sus cabezas. 13 Entonces se sentaron en el suelo con él por siete días(II) y siete noches sin que nadie le dijera una palabra, porque veían que su dolor era muy grande.

Lamentos de Job

Después abrió Job su boca y maldijo el día de su nacimiento[ep]. Y Job dijo[eq]:

(IJ)Perezca el día en que yo nací,
y la noche que dijo: «Un varón ha sido concebido».
Sea ese día tinieblas,
no lo tome en cuenta Dios desde lo alto,
ni resplandezca sobre él la luz.
Apodérense de él tinieblas y densa oscuridad(IK),
pósese sobre él una nube,
llénelo de terror la negrura del día.
Y en cuanto a aquella noche, apodérense de ella las tinieblas;
que no se alegre entre los días del año,
ni se cuente en el número de los meses.
He aquí, sea estéril aquella noche,
no entren en ella gritos de júbilo.
Maldíganla los que maldicen el día,
los que están listos[er] para despertar a Leviatán[es](IL).
Oscurézcanse las estrellas de su alba;
que espere la luz mas no la tenga,
que tampoco vea el rayar[et] de la aurora;
10 porque no cerró las puertas[eu] del vientre de mi madre,
ni escondió la aflicción de mis ojos.

11 ¿Por qué no morí yo al nacer[ev],
o expiré al salir del vientre(IM)?
12 ¿Por qué me recibieron las rodillas,
y para qué los pechos que me dieron de mamar?
13 Porque ahora yo yacería tranquilo;
dormiría, y entonces tendría descanso(IN)
14 con los reyes(IO) y los consejeros(IP) de la tierra,
que reedificaron ruinas(IQ) para sí;
15 o con príncipes(IR) que tenían oro,
que llenaban sus casas de plata(IS).
16 O como aborto desechado[ew], yo no existiría,
como los niños que nunca vieron la luz.
17 Allí los impíos cesan de airarse,
y allí reposan los cansados[ex](IT).
18 Juntos reposan los prisioneros;
no oyen la voz del capataz.
19 Allí están los pequeños y los grandes,
y el esclavo es libre de su señor.

20 ¿Por qué se da luz al que sufre(IU),
y vida al amargado de alma;
21 a los que ansían[ey] la muerte, pero no llega[ez](IV),
y cavan por ella más que por tesoros(IW);
22 que se alegran sobremanera,
y se regocijan cuando encuentran el sepulcro?
23 ¿Por qué dar luz al hombre cuyo camino está escondido(IX),
y a quien Dios ha cercado(IY)?
24 Porque al ver mi alimento(IZ) salen mis gemidos,
y mis clamores se derraman como agua(JA).
25 Pues lo que temo[fa] viene sobre mí,
y lo que me aterroriza me sucede(JB).
26 No tengo reposo ni estoy tranquilo,
no descanso, sino que me viene turbación(JC).

Reproches de Elifaz

Entonces respondió Elifaz temanita, y dijo:

Si alguien osara hablarte, ¿te pondrías impaciente?
Pero ¿quién puede abstenerse de hablar[fb](JD)?
He aquí, tú has exhortado a muchos,
y las manos débiles has fortalecido(JE).
Al que tropezaba tus palabras han levantado[fc],
y las rodillas débiles[fd] has robustecido.
Pero ahora que te ha llegado a ti, te impacientas(JF);
te toca a ti, y te desalientas(JG).
¿No es tu temor[fe] a Dios(JH) tu confianza(JI),
y la integridad de tus caminos tu esperanza?

Recuerda ahora, ¿quién siendo inocente ha perecido jamás?
¿O dónde han sido destruidos los rectos(JJ)?
Por lo que yo he visto, los que aran iniquidad
y los que siembran aflicción, eso siegan(JK).
Por el aliento de Dios perecen(JL),
y por la explosión[ff] de su ira son consumidos(JM).
10 El rugido del león, el bramido de la fiera[fg]
y los dientes de los leoncillos son quebrantados(JN).
11 El león perece por falta de presa(JO),
y los cachorros de la leona se dispersan(JP).

12 Una palabra me fue traída furtivamente(JQ),
y mi oído percibió un susurro(JR) de ella.
13 Entre pensamientos inquietantes de visiones nocturnas,
cuando el sueño profundo cae sobre los hombres(JS),
14 me sobrevino un espanto, un temblor
que hizo estremecer todos[fh] mis huesos.
15 Entonces un espíritu pasó cerca de[fi] mi rostro,
y el pelo de mi piel[fj] se erizó.
16 Algo se detuvo, pero no pude reconocer su aspecto;
una figura estaba delante de mis ojos,
hubo silencio, después oí una voz:
17 «¿Es el mortal justo delante de Dios(JT)?
¿Es el hombre puro delante de su Hacedor(JU)?
18 Dios no confía ni aún en sus propios siervos;
y a sus ángeles atribuye errores(JV).
19 ¡Cuánto más a los que habitan en casas de barro(JW),
cuyos cimientos están en el polvo(JX),
que son aplastados como[fk] la polilla!
20 Entre la mañana y la tarde son hechos pedazos(JY);
sin que nadie se dé cuenta, perecen para siempre(JZ).
21 ¿No les es arrancada la cuerda de su tienda(KA)?
Mueren, mas sin sabiduría(KB)».

Llama ahora, ¿habrá quién te responda?
¿Y a cuál de los santos(KC) te volverás?
Porque el enojo mata al insensato,
y la ira da muerte al necio(KD).
Yo he visto al insensato echar raíces(KE),
y al instante maldije su morada(KF).
Sus hijos no tienen seguridad alguna(KG),
aun en la puerta son oprimidos[fl],
y no hay quien los libre.
Su[fm] cosecha devoran los hambrientos,
la toman aun de entre los espinos,
y el intrigante[fn](KH) ansía su riqueza.
Porque la aflicción(KI) no viene del polvo,
ni brota el infortunio de la tierra;
porque el hombre nace para la aflicción(KJ),
como las chispas vuelan hacia arriba.

Pero yo buscaría a Dios,
y delante de Dios presentaría mi causa(KK);
Él hace cosas grandes e inescrutables,
maravillas[fo] sin número(KL).
10 Él da la lluvia sobre la faz de la tierra,
y envía las aguas sobre[fp] los campos(KM).
11 Para poner en alto a los humildes,
y a los que lloran levantarlos a lugar seguro(KN),
12 Él frustra las tramas de los astutos(KO),
para que sus manos no tengan éxito.
13 Él prende a los sabios en su propia astucia(KP),
y el consejo de los sagaces pronto se frustra.
14 De día tropiezan con las tinieblas,
y a mediodía andan a tientas como de noche(KQ).
15 Pero Él salva al pobre de la espada, de sus bocas(KR)
y de la mano del poderoso(KS).
16 El desamparado, pues, tiene esperanza,
y la injusticia tiene que cerrar su boca(KT).

17 He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende(KU);
no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso[fq](KV).
18 Porque Él inflige dolor, pero da alivio[fr];
Él hiere, pero sus manos también sanan(KW).
19 De[fs] seis aflicciones te librará(KX),
y en siete no te tocará el mal(KY).
20 En el hambre te salvará de la muerte(KZ),
y en la guerra del poder de la espada(LA).
21 Estarás a cubierto del azote de la lengua(LB),
y no temerás la violencia cuando venga(LC).
22 De la violencia y del hambre te reirás(LD),
y no temerás a las fieras de la tierra(LE).
23 Pues con las piedras del campo harás tu alianza,
y las fieras del campo estarán en paz contigo(LF).
24 Y sabrás que tu tienda está segura[ft],
porque visitarás tu morada y no temerás pérdida alguna(LG).
25 También sabrás que tu descendencia[fu] será numerosa(LH),
y tus vástagos como la hierba de la tierra(LI).
26 En pleno vigor llegarás al sepulcro(LJ),
como se hacinan las gavillas a su tiempo.
27 He aquí, esto lo hemos examinado, y así es;
óyelo, y conócelo para tu bien[fv].

Respuesta de Job a Elifaz

Entonces respondió Job y dijo:

¡Oh, si pudiera pesarse mi sufrimiento,
y ponerse en la balanza junto con mi calamidad(LK)!
Porque pesarían(LL) ahora más que la arena de los mares:
por eso mis palabras han sido precipitadas.
Porque las flechas del Todopoderoso[fw] están clavadas en mí(LM),
cuyo veneno bebe mi espíritu(LN),
y contra mí se juntan[fx] los terrores de Dios(LO).
¿Acaso rebuzna el asno montés junto a[fy] su hierba(LP),
o muge el buey junto a[fz] su forraje?
¿Se come sin sal lo insípido,
o hay gusto en la clara del huevo[ga]?
Mi alma se niega a tocar estas cosas;
son para mí alimento repugnante(LQ).

¡Quién me diera que mi petición se cumpliera,
que Dios me concediera mi anhelo,
que Dios consintiera en aplastarme,
que soltara su mano y acabara conmigo(LR)!
10 Mas aún es mi consuelo,
y me regocijo en el dolor sin tregua,
que no he negado[gb] las palabras del Santo(LS).
11 ¿Cuál es mi fuerza, para que yo espere,
y cuál es mi fin, para que yo resista[gc](LT)?
12 ¿Es mi fuerza la fuerza de las piedras,
o es mi carne de bronce?
13 ¿Es que mi ayuda(LU) no está dentro de mí,
y está alejado de mí todo auxilio[gd](LV)?

14 Para el abatido(LW), debe haber compasión de parte de su amigo;
no sea que abandone el temor[ge] del Todopoderoso[gf](LX).
15 Mis hermanos han obrado engañosamente como un torrente[gg],
como las corrientes de los arroyos que se desvanecen(LY),
16 que a causa del hielo están turbios
y en los que la nieve se derrite[gh].
17 Cuando se quedan sin agua, están silenciosos[gi],
cuando hace calor, desaparecen de su lugar(LZ).
18 Serpentean las sendas de su curso,
se evaporan en la nada y perecen[gj].
19 Las caravanas de Temán(MA) los buscaron[gk],
los viajeros de Sabá(MB) contaban con ellos.
20 Quedaron frustrados[gl] porque habían confiado,
llegaron allí y fueron confundidos(MC).
21 Ciertamente, así sois vosotros ahora,
veis algo aterrador y os espantáis(MD).
22 ¿Acaso he dicho: «Dadme algo»,
«De vuestra riqueza ofrecedme un soborno»,
23 «Libradme de la mano del adversario»,
o: «Rescatadme de la mano de los tiranos»?

24 Instruidme, y yo callaré(ME);
mostradme en qué he errado.
25 ¡Cuán dolorosas son las palabras sinceras!
Pero ¿qué prueba vuestro argumento?
26 ¿Pensáis censurar mis palabras,
cuando las palabras del desesperado se las lleva el[gm] viento(MF)?
27 Aun echaríais suerte(MG) sobre los huérfanos(MH),
y especularíais con vuestro amigo(MI).
28 Y ahora, tratad de mirarme
y ved si miento(MJ) en vuestra cara.
29 Desistid, por favor; que no haya injusticia;
sí, desistid; en ello está aún mi justicia(MK).
30 ¿Acaso hay injusticia en mi lengua?
¿No puede mi paladar discernir calamidades(ML)?

Miserias de la vida

¿No está el hombre obligado a trabajar[gn] sobre la tierra(MM)?
¿No son sus días como los días de un jornalero(MN)?
Como esclavo que suspira por la sombra,
y como jornalero que espera con ansias su paga,
así me han dado en herencia meses inútiles,
y noches de aflicción me han asignado(MO).
Cuando me acuesto, digo:
«¿Cuándo me levantaré?».
Pero la noche sigue,
y estoy dando[go] vueltas continuamente hasta el amanecer(MP).
Mi carne está cubierta de gusanos y de una costra de tierra;
mi piel se endurece y supura(MQ).
Mis días pasan más veloces que la lanzadera(MR),
y llegan a su fin sin esperanza(MS).

Recuerda, oh Dios, que mi vida es un soplo(MT),
mis ojos no volverán a ver el bien(MU).
El ojo del que me ve no me verá más(MV);
tus ojos estarán sobre mí, pero yo no existiré(MW).
Como una nube se desvanece y pasa(MX),
así el que desciende(MY) al Seol[gp](MZ) no subirá;
10 no volverá más a su casa,
ni su lugar lo verá más(NA).

11 Por tanto, no refrenaré mi boca,
hablaré en la angustia de mi espíritu,
me quejaré en la amargura de mi alma(NB).
12 ¿Soy yo el mar, o un monstruo marino(NC),
para que me pongas guardia?
13 Si digo: «Mi cama me consolará,
mi lecho atenuará[gq] mi queja(ND)»,
14 entonces tú me asustas con sueños
y me aterrorizas con visiones;
15 mi alma, pues, escoge la asfixia,
la muerte, en lugar de mis dolores[gr].
16 Languidezco[gs]; no he de vivir para siempre(NE).
Déjame solo, pues mis días son un soplo(NF).
17 ¿Qué es el hombre para que lo engrandezcas,
para que te preocupes por[gt] él(NG),
18 para que lo examines cada mañana,
y a cada momento lo pongas a prueba(NH)?
19 ¿Nunca[gu] apartarás de mí tu mirada,
ni me dejarás solo(NI) hasta que trague mi saliva?
20 ¿He pecado(NJ)? ¿Qué te he hecho a ti,
oh guardián de los hombres(NK)?
¿Por qué has hecho de mí tu blanco,
de modo que soy una carga para mí mismo?
21 Entonces, ¿por qué no perdonas mi transgresión
y quitas mi iniquidad(NL)?
Porque ahora dormiré en el polvo(NM);
y tú me buscarás, pero ya no existiré(NN).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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