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Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Marcos 12-13

Parábola de los labradores malvados

12 (A)Entonces Jesús comenzó a hablarles en parábolas(B): «Un hombre plantó una viña y la cercó con un muro[a], cavó un estanque debajo del lagar y edificó una torre(C); la arrendó a labradores y se fue de viaje. Al tiempo de la vendimia envió un siervo a los labradores para recibir de los labradores su parte de los frutos de la viña. Pero ellos, echándole mano, lo golpearon y lo enviaron con las manos vacías. De nuevo les mandó otro siervo, y a él lo hirieron en la cabeza y lo trataron vergonzosamente. Envió a otro y a este lo mataron; y así con muchos otros, golpeando a unos y matando a otros.

»Todavía le quedaba[b] uno, un hijo amado; y les envió a este último, diciendo: “Respetarán a mi hijo”. Pero aquellos labradores se dijeron entre sí: “Este es el heredero; ¡vengan, matémoslo, y la heredad será nuestra!”. Echándole mano, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.

»¿Qué hará, entonces, el dueño[c] de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros. 10 ¿Ni aun esta Escritura han leído:

La piedra que desecharon los constructores,
Esa, en piedra angular[d] se ha convertido(D) ;
11 Esto fue hecho de parte del Señor,
Y es maravilloso a nuestros ojos(E) ”?».

12 Y procuraban prender a Jesús(F), pero temían a la multitud, porque comprendieron que contra ellos había dicho la parábola. Y lo dejaron y se fueron(G).

El pago del impuesto a César

13 (H)Pero enviaron* algunos de los fariseos y de los herodianos(I) para sorprender a Jesús en alguna palabra(J). 14 Cuando ellos llegaron*, le dijeron*: «Maestro, sabemos que eres veraz y que no buscas el favor[e] de nadie, porque eres imparcial[f], y enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Es lícito pagar[g] impuesto a César, o no? 15 ¿Pagaremos[h] o no pagaremos[i]?». Pero Él, dándose cuenta de su hipocresía, les preguntó: «¿Por qué me están poniendo a prueba? Traigan un denario[j] para verlo». 16 Se lo trajeron, y Él les dijo*: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?». «De César», le contestaron. 17 Entonces Jesús les dijo: «Den a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios(K)». Y se maravillaban de Él.

Pregunta sobre la resurrección

18 (L)Algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, se acercaron* a Jesús, y le dijeron: 19 «Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si el hermano de alguien muere y deja mujer y no deja hijo, que su hermano tome la mujer y levante descendencia a su hermano(M)”. 20 Hubo siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia. 21 El segundo la tomó, y murió sin dejar descendencia; y asimismo el tercero; 22 y así los siete, sin dejar descendencia. Y por último murió también la mujer. 23 En la resurrección, cuando resuciten[k], ¿de cuál de ellos será mujer? Pues los siete la tuvieron por mujer».

24 Jesús les dijo: «¿No es esta la razón por la que están ustedes equivocados: que no entienden[l]las Escrituras ni el poder de Dios? 25 Porque cuando ellos resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dados en matrimonio, sino que serán como los ángeles en los cielos. 26 Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el pasaje(N)sobre la zarza ardiendo, cómo Dios le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob(O)”? 27 Él no es Dios de muertos, sino de vivos(P); ustedes están muy equivocados».

El mandamiento supremo

28 (Q)Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir, y reconociendo que Jesús les había contestado bien(R), le preguntó: «¿Cuál mandamiento es el más importante[m] de todos?».

29 Jesús respondió: «El más importante es: “Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es(S); 30 y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza(T)”. 31 El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo(U)”. No hay otro mandamiento mayor que estos».

32 Y el escriba le dijo: «Muy bien, Maestro; con verdad has dicho que Él es Uno, y no hay otro además de Él(V); 33 y que amarle a Él con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo(W), es más que todos los holocaustos y los sacrificios(X)».

34 Viendo Jesús que él había respondido sabiamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y después de eso, nadie se aventuraba a hacer más preguntas(Y).

Jesús, Hijo y Señor de David

35 (Z)Mientras enseñaba en el templo(AA) Jesús decía: «¿Por qué[n]dicen los escribas que el Cristo[o]es hijo de David(AB)? 36 David mismo dijo por el Espíritu Santo:

El Señor dijo a mi Señor:
Siéntate a Mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies(AC) ’”.

37 David mismo lo llama “Señor”. ¿En qué sentido es, pues, su hijo?». Y la gran multitud(AD) lo escuchaba con gusto.

Advertencia contra los escribas

38 (AE)Y en Su enseñanza les decía: «Cuídense de los escribas, a quienes les gusta andar con vestiduras largas, y aman los saludos respetuosos en las plazas(AF), 39 los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes; 40 que devoran las casas de las viudas, y por las apariencias hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación(AG)».

La ofrenda de la viuda

41 (AH)Jesús se sentó frente al arca del tesoro(AI), y observaba cómo la multitud echaba dinero[p] en el arca del tesoro(AJ); y muchos ricos echaban grandes cantidades. 42 Llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante[q]. 43 Y llamando Jesús a Sus discípulos, les dijo: «En verdad les digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al[r]tesoro; 44 porque todos ellos echaron de lo que les sobra[s], pero ella, de su pobreza, echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir[t](AK)».

Profecía sobre la destrucción del templo

13 (AL)Cuando Jesús salía del templo, uno de Sus discípulos le dijo*: «Maestro, ¡mira qué[u] piedras y qué[v] edificios!». Y Jesús le dijo: «¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra(AM)que no sea derribada».

Señales antes del fin

Y estando Él sentado en el monte de los Olivos(AN), frente al templo, Pedro, Jacobo[w], Juan(AO) y Andrés le preguntaban en privado: «Dinos, ¿cuándo sucederá[x] esto, y qué señal[y] habrá cuando todas estas cosas se hayan de cumplir?». Y Jesús comenzó a decirles: «Miren que nadie los engañe. Muchos vendrán en Mi nombre diciendo: “Yo soy(AP)el Cristo”, y engañarán a muchos. Cuando ustedes oigan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen; es necesario que todo esto suceda, pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares; y habrá hambres. Esto solo es el comienzo de dolores[z].

»Pero ustedes, estén alerta[aa] ; porque los entregarán a los tribunales[ab] y serán azotados en las sinagogas(AQ) , y comparecerán delante de gobernadores y reyes por Mi causa, para testimonio a ellos. 10 Pero primero el evangelio debe ser predicado a todas las naciones(AR). 11 (AS)Cuando los lleven y los entreguen, no se preocupen de antemano por lo que van a decir, sino que lo que les sea dado en aquella hora, eso hablen; porque no son ustedes los que hablan, sino el Espíritu Santo. 12 El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte[ac]. 13 Y ustedes serán odiados de todos por causa de Mi nombre(AT), pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.

La abominación de la desolación

14 »Pero cuando vean la abominación de la desolación(AU) puesta donde no debe estar (el que lea, que entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes(AV) ; 15 y el que esté en la azotea, no baje ni entre a sacar nada de su casa(AW); 16 y el que esté en el campo, no vuelva a tomar su capa. 17 Pero, ¡ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días!

18 »Oren para que esto no suceda en el invierno. 19 Porque aquellos días serán de tribulación, tal como no ha acontecido desde el principio de la creación(AX)que hizo[ad]Dios hasta ahora, ni acontecerá jamás. 20 Si el Señor no hubiera acortado aquellos[ae]días, nadie[af]se salvaría; pero por causa de los escogidos[ag]que Él eligió[ah], acortó los días. 21 Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Cristo[ai]”, o: “Miren, allí está”, no lo crean. 22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas(AY), y mostrarán señales[aj]y prodigios(AZ)a fin de extraviar, de ser posible, a los escogidos[ak]. 23 Pero ustedes, estén alerta; vean que se lo he dicho todo de antemano.

La venida del Hijo del Hombre

24 »Pero en aquellos días, después de esa tribulación, el sol se oscurecerá y la luna no dará su luz(BA) , 25 las estrellas irán cayendo del cielo y las potencias que están en los cielos serán sacudidas(BB). 26 Entonces verán al Hijo del Hombre(BC)que viene en las nubes con gran poder y gloria(BD). 27 Y entonces Él enviará a los ángeles, y reunirá a Sus escogidos[al]de los cuatro vientos(BE), desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo(BF).

Parábola de la higuera

28 »De la higuera aprendan la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, saben que el verano está cerca. 29 Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que Él está cerca[am], a las puertas. 30 En verdad les digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán. 32 Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre(BG).

Exhortación a velar

33 »Estén alerta, velen(BH) ; porque no saben cuándo es el tiempo señalado. 34 Es como un hombre que se fue de viaje, y al salir de su casa dejó a sus siervos encargados[an], asignándole a cada uno su tarea, y ordenó al portero que estuviera alerta(BI). 35 Por tanto, velen(BJ), porque no saben cuándo viene el señor de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo(BK), o al amanecer(BL); 36 no sea que venga de repente y los halle dormidos(BM). 37 Y lo que a ustedes digo, a todos digo: ¡Velen(BN)!».

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