Book of Common Prayer
El Señor exalta al humilde
113 ¡Aleluya[a]!
Alabad(A), siervos del Señor(B),
alabad el nombre del Señor.
2 Bendito sea el nombre del Señor(C)
desde ahora y para siempre.
3 Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso(D),
alabado sea el nombre del Señor(E).
4 Excelso sobre todas las naciones es el Señor(F);
su gloria está sobre los cielos(G).
5 ¿Quién es como el Señor nuestro Dios(H),
que está sentado en las alturas(I),
6 que se humilla[b] para mirar(J)
lo que hay en el cielo y en la tierra?
7 Él levanta al pobre del polvo(K),
y al necesitado saca del muladar[c],
8 para sentarlos con príncipes[d](L),
con los príncipes[e] de su pueblo.
9 Hace habitar en casa a la mujer estéril(M),
gozosa de ser madre de hijos.
¡Aleluya[f]!
Oración por la paz de Jerusalén
Cántico de ascenso gradual[a]; de David.
122 Yo me alegré cuando me dijeron:
Vamos a la casa del Señor(A).
2 Plantados están nuestros pies
dentro de tus puertas(B), oh Jerusalén.
3 Jerusalén, que está edificada(C)
como ciudad compacta, bien unida(D),
4 a la cual suben las tribus(E), las tribus del Señor[b],
(lo cual es ordenanza[c] para Israel)
para alabar[d] el nombre del Señor.
5 Porque allí se establecieron tronos para juicio(F),
los tronos de la casa de David.
20 Y[a] a su debido tiempo[b], después de haber concebido, Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel[c], diciendo: Porque se lo he pedido al Señor(A).
21 Subió el varón Elcana con toda su casa a ofrecer al Señor el sacrificio anual y a pagar su voto(B), 22 pero Ana no subió, pues dijo a su marido: No subiré hasta que el niño sea destetado; entonces lo llevaré para que se presente delante del Señor(C) y se quede allí para siempre(D). 23 Y Elcana su marido(E) le dijo: Haz lo que mejor te parezca[d]. Quédate hasta que lo hayas destetado; solamente confirme el Señor su palabra(F). La mujer se quedó y crió a su hijo hasta que lo destetó. 24 Después de haberlo destetado, lo llevó consigo, con un novillo de tres años[e], un efa[f] de harina y un odre de vino(G), y lo trajo a la casa del Señor en Silo(H), aunque el niño era pequeño. 25 Entonces sacrificaron el novillo(I), y trajeron el niño a Elí(J). 26 Y ella dijo: ¡Oh señor mío! Vive tu alma(K), señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al Señor. 27 Por este niño oraba, y el Señor me ha concedido la petición que le hice[g](L). 28 Por lo cual yo también lo he dedicado[h] al Señor; todos los días de su vida estará dedicado[i](M) al Señor. Y adoró[j] allí al Señor(N).
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios(A), los tales son hijos de Dios(B). 15 Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor[a](C), sino que habéis recibido un espíritu[b] de adopción(D) como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre(E)! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu(F) de que somos hijos de Dios(G), 17 y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo(H), si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él(I).
La gloria futura
18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada(J). 19 Porque el anhelo profundo(K) de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios(L). 20 Porque la creación fue sometida a vanidad(M), no de su propia voluntad, sino por causa de aquel(N) que la sometió, en la esperanza 21 de que la creación[c] misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios(O).
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