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Así sometió Dios en aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel.
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¡Oíd, reyes; prestad oído, príncipes! Yo al Señor, yo cantaré, cantaré alabanzas al Señor, Dios de Israel.
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Los montes se estremecieron ante la presencia del Señor, aquel Sinaí, ante la presencia del Señor, Dios de Israel.
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el Señor envió a los hijos de Israel un profeta que les dijo: Así dice el Señor, Dios de Israel: «Fui yo el que os hice subir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre.
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La prueba del vellón
Entonces Gedeón dijo a Dios: Si has de librar a Israel por mi mano, como has dicho,
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Respondió su amigo, y dijo: Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel; Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento.
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Y sucedió que al morir Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse con los baales e hicieron a Baal-berit su dios.
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Y los hijos de Israel se olvidaron del Señor su Dios que los había librado de manos de todos sus enemigos en derredor;
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Opresión amonita
Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, sirvieron a los baales, a Astarot, a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos; abandonaron, pues, al Señor y no le sirvieron.
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Entonces los hijos de Israel clamaron al Señor, diciendo: Hemos pecado contra ti, porque ciertamente hemos abandonado a nuestro Dios y servido a los baales.
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Y quitaron los dioses extranjeros de en medio de ellos y sirvieron al Señor; y Él no pudo soportar más la angustia de Israel.
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Y el Señor, Dios de Israel, entregó a Sehón y a todo su pueblo en manos de Israel, y los derrotaron, e Israel tomó posesión de toda la tierra de los amorreos, los habitantes de esa región.
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Y puesto que el Señor, Dios de Israel, expulsó a los amorreos de delante de su pueblo Israel, ¿has tú de poseerla?
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Pues he aquí, concebirás y darás a luz un hijo; no pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo para Dios desde el seno materno; y él comenzará a salvar a Israel de manos de los filisteos.
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Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, tomaron su puesto en la asamblea del pueblo de Dios, cuatrocientos mil soldados de a pie que sacaban espada.
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Los hijos de Israel se levantaron, subieron a Betel, y consultaron a Dios, y dijeron: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los hijos de Benjamín? Entonces el Señor dijo: Judá subirá primero.
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Y consultaron los hijos de Israel al Señor (porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días,
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Y dijeron: ¿Por qué, oh Señor, Dios de Israel, ha sucedido esto en Israel, que falte hoy una tribu en Israel?
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Que el Señor recompense tu obra y que tu remuneración sea completa de parte del Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.
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Respondió Elí y dijo: Ve en paz; y que el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho.
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Por tanto, el Señor, Dios de Israel, declara: «Ciertamente yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí para siempre»; pero ahora el Señor declara: «Lejos esté esto de mí, porque yo honraré a los que me honran, y los que me menosprecian serán tenidos en poco.
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Respondió el que trajo la noticia y dijo: Israel ha huido delante de los filisteos, además ha habido gran matanza entre el pueblo, también han muerto tus dos hijos, Ofni y Finees, y el arca de Dios ha sido tomada.
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Y sucedió que cuando mencionó el arca de Dios, Elí cayó de su asiento hacia atrás, junto a la puerta, se rompió la nuca y murió, pues era entrado en años y pesaba mucho. Había juzgado a Israel cuarenta años.
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Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Se ha ido la gloria de Israel!, por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido.
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Y dijo: Se ha ido la gloria de Israel, porque el arca de Dios ha sido tomada.