En realidad, lo que pretendían era asustarnos. Pensaban desanimarnos, para que no termináramos la obra.

«Y ahora, Señor, ¡fortalece mis manos!».

Read full chapter

Mindenki meg akart bennünket félemlíteni, mert azt gondolták: Majd elmegy a kedvük a munkától, és nem készül az el. - Azért te erősíts engem!

Read full chapter

Porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos.

Read full chapter