⁴⁴ Mientras Pedro les hablaba así, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que lo escuchaban.

³¹ Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban congregados se sacudió, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios sin ningún temor.

¹⁷ Nosotros no somos como muchos, que negocian con la palabra de Dios, sino que hablamos de Cristo con sinceridad, como enviados por Dios, y en la presencia de Dios.

³ Ustedes buscan una prueba de que Cristo, quien no es débil para con ustedes, sino que es poderoso en ustedes, actúa por medio de mí.

¹⁹ ¿Todavía creen que nos estamos disculpando con ustedes? Cuando hablamos, lo hacemos delante de Dios en Cristo; y todo esto, amados míos, para la edificación de ustedes.

¹³ de lo cual también hablamos, pero no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, que explican las cosas espirituales con términos espirituales.

¹¹ Cuando hable alguno, hágalo ciñéndose a las palabras de Dios; cuando alguno sirva, hágalo según el poder que Dios le haya dado, para que Dios sea glorificado en todo por medio de Jesucristo, de quien son la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

¹⁸ El que habla por su propia cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, éste es verdadero, y en él no hay injusticia.

⁴⁹ Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre, que me envió, me dio también el mandamiento de lo que debo decir y de lo que debo hablar.

⁸ Lo que dice es: «La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.»^(A) Ésta es la palabra de fe que predicamos: