Entonces Ajicar habló en mi favor, y de esa manera pude volver a Nínive. Porque cuando Senaquerib era rey de Asiria, Ajicar fue jefe del servicio de mesa, encargado de guardar el sello real y jefe de administración y cuentas. Asarhadón le volvió a dar esos cargos. Ajicar era de mi familia, sobrino mío.
Cuarenta días después, Senaquerib fue asesinado por dos de sus hijos, quienes huyeron a las montañas de Ararat. Su hijo Esarhadón reinó en su lugar, y dejó que mi sobrino Ajicar continuara como administrador del reino y jefe de los coperos. Ajicar, que era hijo de mi hermano Anael, habló con el rey Esarhadón para que me dejara volver a Nínive, y el rey aceptó.