La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres, que no perdona al que injuria a Dios con sus palabras; Dios es testigo de lo más íntimo del hombre, es vigilante sincero de su corazón y escucha todo lo que dice.
La sabiduría es nuestra amiga, pero no perdona al que habla mal de Dios. Dios conoce nuestros deseos y nuestros pensamientos, y hasta escucha todas nuestras conversaciones.