Los amigos de Heliodoro corrieron a pedir a Onías que hiciera una oración al Dios altísimo, para que le perdonara la vida a Heliodoro, que ya estaba a punto de morir.
Algunos de los compañeros de Heliodoro fueron enseguida a donde estaba el sacerdote Onías, y le suplicaron que le pidiera al Dios altísimo que sanara a Heliodoro, pues se estaba muriendo.