Después de esta victoria y de la matanza que hizo, marchó contra Efrón, ciudad fortificada, donde vivían Lisias y gente de diversas naciones. Jóvenes fuertes, colocados delante de las murallas, las defendían con valor, y dentro había abundante provisión de máquinas de guerra y proyectiles.
Después fue a atacar a Efrón, una ciudad fortificada cuyas murallas eran defendidas por soldados muy valientes. Dentro de la ciudad había muchas máquinas de guerra y proyectiles. Allí vivía el gobernador Lisias, y también mucha gente de distintas naciones.