Si alguna persona que tenga una deuda con el fisco real o cualquier otra obligación se refugia en el templo de Jerusalén o en el terreno que le pertenece, quedará libre ella y todas las cosas que posea en mi reino.
»Si alguno de ustedes no ha pagado los impuestos y busca protección en cualquier lugar del templo de Jerusalén, se le perdonará la deuda, y ninguno de sus bienes será tomado como pago.