Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 42 (41)
Estoy sediento de Dios
42 Al maestro del coro. Poema de los hijos de Coré.
2 Como la gacela suspira por torrentes de agua
así, Dios mío, suspiro yo por ti.
3 Estoy sediento de Dios, del Dios vivo,
¿cuándo llegaré a ver el rostro de Dios?
4 Mi llanto es mi alimento día y noche
mientras no dejan de preguntarme:
“¿Dónde está tu Dios?”.
5 Siento gran tristeza al recordar
cómo avanzaba yo entre el gentío,
llevándolos a la casa de Dios
entre vítores de gozo y alabanza
en medio de una muchedumbre en fiesta.
6 ¿Por qué estoy abatido?
¿Por qué estoy tan turbado?
En Dios pondré mi esperanza,
no cesaré de alabarlo.
¡Él es mi Dios salvador!
7 Estoy abatido; por eso te evoco
desde la tierra del Jordán y el Hermón,
desde el monte Mizar.
8 El abismo grita al abismo
ante el fragor de tus cascadas;
tu oleaje, tus impetuosas olas
me han anegado por entero.
9 De día el Señor envía su amor,
de noche un canto me acompaña,
una oración al Dios de mi vida.
10 Pregunto a Dios, mi roca:
“¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué he de andar afligido
por el acoso del enemigo?”.
11 Mis huesos están dañados,
mis adversarios me insultan
y no dejan de preguntarme:
“¿Dónde está tu Dios?”.
12 ¿Por qué estoy abatido?
¿Por qué estoy tan turbado?
En Dios pondré mi esperanza,
no cesaré de alabarlo,
¡él es mi Dios salvador!
Cercanía de la salvación
17 Dentro de un breve tiempo,
el Líbano se volverá un vergel,
el vergel parecerá un bosque.
18 Aquel día los sordos oirán
las palabras escritas en el libro;
los ciegos podrán ya ver,
libres de sus densas tinieblas.
19 Otra vez la gente desgraciada
gozará de la ayuda del Señor;
los más pobres de la sociedad
se alegrarán en el Santo de Israel.
20 Violentos y cínicos acabarán consumidos,
los que se aprestan al mal serán aniquilados:
21 los que engañan a la gente en un pleito,
ponen trampas al defensor en el juicio
y condenan por una nadería al inocente.
22 Por eso, así dice a Jacob
el Señor, que rescató a Abrahán:
Ya no se avergonzará Jacob,
ya no le saldrán los colores,
23 pues, cuando vea lo que haré con él,
reconocerá mi santo nombre,
confesará al Santo de Jacob,
respetará al Dios de Israel.
24 Los descaminados sabrán entender,
los que protestan aprenderán la lección.
Los apóstoles realizan milagros
12 Eran muchos los milagros y prodigios que se producían entre el pueblo por medio de los apóstoles. Los fieles, por su parte, se reunían todos formando una piña en el pórtico de Salomón. 13 Pero nadie más se atrevía a juntarse con ellos, aunque el pueblo los tenía en gran estima. 14 Sin embargo, pronto fueron multitud los hombres y mujeres que creyeron en el Señor. 15 Incluso sacaban a los enfermos a la calle y los ponían en lechos y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra tocara a alguno de ellos. 16 De los pueblos próximos a Jerusalén acudían también muchedumbres de gentes llevando enfermos y personas atormentadas por espíritus malignos, y todos eran curados.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España