Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Cántico de los peregrinos. Salmo de David.
122 Me alegré mucho cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor». 2 Hemos llegado, Jerusalén. ¡Ya estamos dentro de tus muros! 3 Jerusalén, ciudad que estás bien edificada, bien unida entre sí. 4 Todo el pueblo de Israel, el pueblo del Señor, sube aquí. Vienen para alabar el nombre del Señor como la ley lo ordena. 5 Aquí están los tronos de justicia, los tronos de la dinastía de David.
6 Pidamos por la paz de Jerusalén: «Que vivan en paz los que te aman. 7 Que reine la paz dentro de tus muros y la prosperidad en tus palacios». 8 Por causa de mi familia y amigos, yo diré: «Deseo que tengas paz». 9 Por la casa del Señor nuestro Dios procuraré tu bienestar.
11-13 Dios vio que la humanidad se había degenerado, y practicaba la violencia. La depravación llegó a tal extremo que un día Dios le dijo a Noé: «He decidido destruir a la humanidad, porque por su culpa hay mucha violencia y corrupción en la tierra. Sí, voy a destruir a toda la gente junto con lo que hay en el mundo. 14 Hazte un barco de madera de pino, cubre todas sus hendijas con alquitrán, y hazle cubiertas y camarotes a todo lo largo. 15 Hazlo de ciento treinta y cinco metros de largo, veintidós metros y medio de ancho y trece metros y medio de alto. 16 Permite que entre el techo y la pared alrededor de todo el barco haya un espacio libre de unos cuarenta y cinco centímetros para que tanto la luz como el aire puedan circular. Hazle tres cubiertas: una cubierta inferior, una intermedia y una superior, y hazle una puerta al costado. 17 Porque voy a inundar la tierra con un diluvio para destruir a todos los seres vivos. Todos morirán. 18 Pero contigo haré un pacto, de modo que entrarás en el barco junto con tus hijos, tu esposa, y tus nueras, para que no mueran.
19-20 »De cada animal trae un macho y una hembra, y hazlos entrar en el barco contigo, para que sobrevivan al diluvio. Haz entrar una pareja de cada especie de animal, ave y reptil. 21 También guarda en el barco todo el alimento que tú y ellos necesitarán».
22 Y Noé hizo todo lo que Dios le mandó.
Señales del fin del mundo
24 Mientras salían, sus discípulos le suplicaron que los acompañara a recorrer los edificios del templo. 2 Y él les dijo:
―¿Ven esos edificios? ¡Todos serán destruidos y no quedará ni una piedra sobre otra!
3 Una vez sentados en las laderas del monte de los Olivos, los discípulos le preguntaron:
―¿Qué acontecimientos indicarán la cercanía de tu regreso y el fin del mundo?
4 ―No dejen que nadie los engañe —les contestó Jesús—: 5 Muchos vendrán diciendo que son el Mesías y engañarán a un gran número. 6 Cuando oigan rumores de guerras, no crean que ya estarán señalando mi retorno; habrá rumores y habrá guerra, pero todavía no será él fin. 7 Las naciones y los reinos de la tierra pelearán entre sí, y habrá hambrunas y terremotos en diferentes lugares. 8 Pero esto será sólo el principio de los horrores que vendrán. 9 Entonces a ustedes los torturarán, los matarán, los odiarán en todo el mundo por causa de mí, 10 y muchos de ustedes volverán a caer en pecado y traicionarán y aborrecerán a los demás. 11 Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchas personas. 12 Habrá tanto pecado y maldad, que el amor de muchos se enfriará. 13 Pero los que se mantengan firmes hasta el fin serán salvos. 14 Las buenas nuevas del reino serán proclamadas en todo el mundo, para que todas las naciones las oigan. Y sólo entonces vendrá el fin.
15 »Por lo tanto, cuando vean que aparece en el Lugar Santo la desoladora impureza de que habla el profeta Daniel[a] (¡preste atención el lector!), 16 el que esté en Judea, que huya a los montes. 17 El que esté en la azotea, que no baje a hacer las maletas, 18 y el que esté en el campo, que no regrese a buscar la capa. 19 ¡Ay de las mujeres que estén encinta o que tengan niños de pecho en aquellos días! 20 Oren para que la huida no sea en invierno ni en el día de reposo, 21 porque como la persecución que entonces se desatará no se habrá desatado ninguna en la historia, ni se desatará después. 22 Si aquellos días no fueran acortados, la humanidad entera perecería; pero serán acortados por el bien de los escogidos de Dios.
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