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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 94

Salmo 94 (93)

Ponte en acción, juez de la tierra

94 ¡Dios justiciero, Señor,
Dios justiciero, muéstrate!
Ponte en acción, juez de la tierra,
da su merecido a los soberbios.
Señor, ¿hasta cuándo los malvados,
hasta cuándo se regocijarán?
Presumen, hablan con arrogancia,
se ensoberbecen los malhechores;
oprimen, Señor, a tu pueblo,
humillan a tu heredad.
Matan a la viuda y al forastero,
quitan la vida a los huérfanos
y dicen: “Dios no lo ve,
el Dios de Jacob no se da cuenta”.
Entiendan, necios del pueblo;
insensatos, ¿cuándo van a razonar?
Quien formó el oído, ¿no oirá?
Quien hizo el ojo, ¿no verá?
10 Quien corrige a las naciones, ¿no castigará?
Quien enseña al ser humano, ¿no sabrá?
11 El Señor conoce los planes humanos
y sabe que son únicamente vanidad.
12 Feliz a quien tú, oh Dios, corriges,
a quien instruyes en tu ley;
13 le darás paz en días de desgracia,
mientras se cava la fosa del malvado.
14 Porque el Señor no olvida a su pueblo,
él no abandona a su heredad.
15 Se juzgará de nuevo con justicia
y los rectos caminarán tras ella.
16 ¿Quién me defenderá ante los malvados?
¿Quién me apoyará frente a los malhechores?
17 Si el Señor no me hubiese ayudado,
el país del silencio sería pronto mi morada.
18 Si yo digo: “Mi pie resbala”,
tu bondad, Señor, me sostiene.
19 Cuando me invaden las penas,
tus consuelos me dan alegría.
20 ¿Te aliarás con el juez corrupto
que utiliza la ley para cometer injusticias?
21 Atacan la vida del justo,
declaran culpable al inocente.
22 Pero el Señor es mi refugio;
mi Dios, la fortaleza que me ampara.
23 Se volverá contra ellos su propia maldad;
el Señor, nuestro Dios, los destruirá,
por sus maldades los destruirá.

Jeremías 5:18-31

18 Pero tampoco en aquellos días acabaré con ustedes —oráculo del Señor—.

19 Y cuando digan: “¿Por qué nos ha hecho todas estas cosas el Señor, nuestro Dios?”, les responderás: “Por haberme abandonado y haber servido a dioses extranjeros en la tierra de ustedes, también servirán a extraños en una tierra extraña”.

Nuevas acusaciones y amenazas

20 Anuncien esto a la casa de Jacob,
háganselo saber así a Judá:
21 Escuchen lo que voy a decir,
pueblo necio e insensato.
Tienen ojos y no ven,
oídos pero no escuchan.
22 ¿Es que no me respetan?
—oráculo del Señor—
¿No tiemblan en mi presencia?
Yo mismo puse arena como límite al mar,
una linde perpetua que no traspasará;
hierven las aguas, pero son impotentes,
mugen las olas, pero no lo traspasan.
23 En cambio este pueblo tiene
corazón terco y rebelde;
se apartan de mí y se van,
24 incapaces de decir en su interior:
“Respetemos al Señor, nuestro Dios,
que es quien proporciona lluvia,
en otoño y primavera, a su tiempo;
quien garantiza los tiempos de la siega”.
25 Sus culpas lo han trastornado todo,
sus pecados los dejan sin lluvia,
26 pues mi pueblo está lleno de canallas
que espían como pajarero al acecho:
tienden trampas y atrapan personas.
27 Como un cesto repleto de pájaros,
así rebosan sus casas de fraudes;
por eso prosperan y se enriquecen,
28 engordan y se ponen lustrosos.
También rebosan de maledicencia,
no juzgan conforme a justicia,
no atienden la causa del huérfano
ni defienden el derecho de los pobres.
29 ¿Y no castigaré estas cosas?
—oráculo del Señor—.
De un pueblo que así se comporta,
¿no he de vengarme en persona?
30 Una cosa espantosa y horrible
está sucediendo en el país:
31 los profetas profetizan en falso,
los sacerdotes actúan a su antojo,
y a mi pueblo le gustan estas cosas.
¿Qué harán cuando todo esto acabe?

2 Pedro 3:8-13

De cualquier modo, queridos, no deben olvidar que, para el Señor, un día es como mil años, y mil años como un día. No es que el Señor se retrase en cumplir lo prometido, como algunos piensan; es que tiene paciencia con ustedes y no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan. 10 Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se derrumbarán con estrépito, los elementos del mundo quedarán pulverizados por el fuego y desaparecerá la tierra con cuanto hay en ella.

11 Si, pues, todo esto ha de ser aniquilado, ¡qué vida tan entregada a Dios y tan fiel debe ser la de ustedes, 12 mientras esperan y aceleran la venida del día de Dios! Ese día, en que los cielos arderán y se desintegrarán y en que los elementos del mundo se derretirán consumidos por el fuego. 13 Nosotros, sin embargo, confiados en la promesa de Dios, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva que sean morada de rectitud.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España