Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
4 Oid la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.
5 Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad, y tornáronse vanos?
6 Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de tierra de Egipto, que nos hizo andar por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?
7 Y os metí en tierra de Carmelo, para que comieseis su fruto y su bien: mas entrasteis, y contaminasteis mi tierra, e hicisteis mi heredad abominable.
8 Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.
9 Por tanto entraré aún en juicio con vosotros, dijo Jehová, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé.
10 Porque pasad á las islas de Chîttim y mirad; y enviad á Cedar, y considerad cuidadosamente, y ved si se ha hecho cosa semejante á ésta:
11 Si alguna gente ha mudado sus dioses, bien que ellos no son dioses. Pero mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha.
12 Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová.
13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: dejáronme á mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas.
Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo de Asaph.
81 CANTAD á Dios, fortaleza nuestra:
Al Dios de Jacob celebrad con júbilo.
10 Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto:
Ensancha tu boca, y henchirla he.
11 Mas mi pueblo no oyó mi voz,
E Israel no me quiso á mí.
12 Dejélos por tanto á la dureza de su corazón:
Caminaron en sus consejos.
13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera Israel andado!
14 En una nada habría yo derribado sus enemigos,
Y vuelto mi mano sobre sus adversarios.
15 Los aborrecedores de Jehová se le hubieran sometido;
Y el tiempo de ellos fuera para siempre.
16 Y Dios lo hubiera mantenido de grosura de trigo:
Y de miel de la piedra te hubiera saciado.
13 PERMANEZCA el amor fraternal.
2 No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
3 Acordaos de los presos, como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como que también vosotros mismos sois del cuerpo.
4 Honroso es en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; mas á los fornicarios y á los adúlteros juzgará Dios.
5 Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
6 De tal manera que digamos confiadamente:
El Señor es mi ayudador; no temeré
Lo que me hará el hombre.
7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; la fe de los cuales imitad, considerando cuál haya sido el éxito de su conducta.
8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
15 Así que, ofrezcamos por medio de él á Dios siempre sacrificio de alabanza, es á saber, fruto de labios que confiesen á su nombre.
16 Y de hacer bien y de la comunicación no os olvidéis: porque de tales sacrificios se agrada Dios.
14 Y ACONTECIÓ que entrando en casa de un príncipe de los Fariseos un sábado á comer pan, ellos le acechaban.
7 Y observando cómo escogían los primeros asientos á la mesa, propuso una parábola á los convidados, diciéndoles:
8 Cuando fueres convidado de alguno á bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más honrado que tú esté por él convidado,
9 Y viniendo el que te llamó á ti y á él, te diga: Da lugar á éste: y entonces comiences con vergüenza á tener el lugar último.
10 Mas cuando fueres convidado, ve, y siéntate en el postrer lugar; porque cuando viniere el que te llamó, te diga: Amigo, sube arriba: entonces tendrás gloria delante de los que juntamente se asientan á la mesa.
11 Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
12 Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida ó cena, no llames á tus amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á vecinos ricos; porque también ellos no te vuelvan á convidar, y te sea hecha compensación.
13 Mas cuando haces banquete, llama á los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos;
14 Y serás bienaventurado; porque no te pueden retribuir; mas te será recompensado en la resurrección de los justos.
Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Blue Red and Gold Letter Edition™ Copyright © 2012/2015 BRG Bible Ministries. Used by Permission. All rights reserved.
BRG Bible is a Registered Trademark in U.S. Patent and Trademark Office #4145648