Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Exhortación a la alabanza universal
Al músico principal. Sobre Neginot. Salmo. Cántico.
67 Dios mío, ¡ten misericordia de nosotros, y bendícenos!
¡Haz resplandecer su rostro sobre nosotros!
2 ¡Que sea reconocido en la tierra tu camino,
y en todas las naciones tu salvación!
3 ¡Que te alaben los pueblos, Dios mío!
¡Que todos los pueblos te alaben!
4 ¡Que las naciones se llenen de gozo,
porque tú juzgas a los pueblos con equidad
y eres el Pastor de todas las naciones!
5 ¡Que te alaben los pueblos, Dios mío!
¡Que todos los pueblos te alaben!
6 ¡Que la tierra rinda sus frutos!
¡Que el Dios nuestro nos bendiga!
7 ¡Que nuestro Dios nos bendiga,
y que todos los confines de la tierra lo teman!
9 Así entenderás lo que es el derecho y la justicia,
la equidad y todo buen camino.
10 Cuando la sabiduría entre en tu corazón,
Y te deleites con el conocimiento,
11 la discreción te protegerá
y la inteligencia cuidará de ti.
12 Te librará del mal camino
y de los que dicen cosas perversas,
13 de los que dejan el camino recto
para andar por senderos tenebrosos;
14 de los que gozan haciendo el mal,
y se alegran de sus actos perversos.
15 Sus senderos son torcidos;
sus caminos han perdido el rumbo.
Jesús y Zaqueo
19 Jesús entró en Jericó, y comenzó a cruzar la ciudad. 2 Mientras caminaba, un hombre rico llamado Zaqueo, que era jefe de los cobradores de impuestos, 3 trataba de ver quién era Jesús, pero por causa de la multitud no podía hacerlo, pues era de baja estatura. 4 Pero rápidamente se adelantó y, para verlo, se trepó a un árbol, pues Jesús iba a pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó a ese lugar, levantó la vista y le dijo: «Zaqueo, apúrate y baja de allí, porque hoy tengo que pasar la noche en tu casa.» 6 Zaqueo bajó de prisa, y con mucho gusto recibió a Jesús. 7 Todos, al ver esto, murmuraban, pues decían que Jesús había entrado en la casa de un pecador. 8 Pero Zaqueo se puso de pie y le dijo al Señor: «Señor, voy a dar ahora mismo la mitad de mis bienes a los pobres. Y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces más lo defraudado.» 9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues este hombre también es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.»(A)
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