Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.
63 ¡Oh Dios, mi Dios! ¡Cómo te busco! ¡Qué sed tengo de ti en esta tierra reseca y triste en donde no hay agua! ¡Cómo anhelo encontrarte! 2 ¡Te he visto en tu santuario y he contemplado tu fortaleza y gloria, 3 porque tu amor y bondad son para mí mejor que la vida misma! ¡Cuánto te alabo! 4 Te bendeciré mientras viva, alzando a ti mis manos en oración. 5 Tú dejas mi alma más satisfecha que un delicioso banquete; te alabarán mis labios con gran júbilo.
6 Paso la noche despierto en mi lecho pensando en ti, 7 en cuánto me has ayudado. ¡Canto durante la noche con gozo bajo la protectora sombra de tus alas! 8 Te sigo de cerca, protegido por tu potente diestra.
El canto a la viña
5 Ahora entonaré para el que amo un canto sobre su viña. Mi Amado tiene una viña en una fértil colina. 2 La aró, le quitó todas las piedras y plantó un viñedo con las más escogidas vides. Edificó una torre para el vigilante y en las rocas cavó un lagar. Estuvo en espera de la vendimia, pero las uvas que se produjeron eran silvestres y agrias, y no dulces como él las esperaba.
3 Ya han oído el caso, hombres de Jerusalén y de Judá, sean ustedes los jueces. 4 ¿Qué más podría haber hecho yo? ¿Por qué en vez de uvas dulces mi viña produjo uvas agrias? 5 Derribaré las cercas y dejaré que mi viña sea pisoteada por las vacas y ovejas que en ella pastan. 6 No la podaré ni la escardaré sino dejaré que la invadan maleza y espinos. Ordenaré a las nubes que no lluevan más sobre ella.
7 Les he presentado la historia del pueblo de Dios. Mi pueblo es la viña de la que les he hablado. Israel y Judá son su agradable parcela. Dios esperaba que le produjeran cosecha de justicia, pero halló que sólo cometieron hechos sangrientos. Esperaba que actuaran con rectitud, pero a sus oídos llegaron sólo gritos de opresión.
El árbol y su fruto
43 »Ningún árbol bueno da fruto malo, ni ningún árbol malo da fruto bueno. 44 Cada árbol se conoce por el fruto que produce. De los espinos no se pueden recoger higos ni de las zarzas se cosechan uvas. 45 El hombre que es bueno hace el bien, porque en su corazón tiene un tesoro de bondad. Pero el que es malo hace el mal, porque eso es lo que llena su corazón. De lo que abunda en su corazón es de lo que habla su boca.
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