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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 115

Salmo 115 (113b)

Confíen todos en el Señor

115 No a nosotros, Señor, no a nosotros,
que sea a tu nombre al que des gloria,
por tu amor y tu bondad.
¿Por qué las naciones preguntan:
“Dónde se halla su Dios?”.
¡Nuestro Dios está en el cielo,
todo cuanto quiere hace!
Los ídolos paganos son plata y oro,
obra de manos humanas.
Tienen boca y no hablan,
ojos pero no ven,
oídos pero no oyen,
nariz y no pueden oler;
tienen manos y no palpan,
tienen pies y no caminan,
con su garganta no emiten sonidos.
Sean como ellos quienes los hacen,
todo el que en ellos confía.
Israel, confía en el Señor:
él es tu ayuda y tu escudo;
10 casa de Aarón, confía en el Señor:
él es tu ayuda y tu escudo;
11 los que veneran al Señor, confíen en él:
él es la ayuda y el escudo de ustedes.
12 El Señor nos recuerda y nos bendice,
bendecirá a la casa de Israel,
bendecirá a la casa de Aarón;
13 bendecirá a quienes lo veneran,
a los pequeños y grandes.
14 Que el Señor los multiplique,
a ustedes y a sus hijos,
15 que sean bendecidos por el Señor,
creador del cielo y de la tierra.
16 El cielo es del Señor,
la tierra se la dio a los humanos.
17 Los muertos no alaban al Señor,
ni tampoco quienes bajan al silencio,
18 pero nosotros bendecimos al Señor
desde ahora y para siempre.
¡Aleluya!

1 Samuel 9:15-10:1

15 El día anterior de la llegada de Saúl, el Señor había revelado directamente a Samuel lo siguiente:

16 — Mañana a estas horas te enviaré a un hombre de la región de Benjamín y tú lo ungirás como jefe de mi pueblo Israel. Él defenderá a mi pueblo del poder de los filisteos, pues he visto el sufrimiento de mi pueblo y me han llegado sus lamentos.

17 Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le comunicó:

— Ahí tienes al hombre del que te hablé. Ese gobernará a mi pueblo.

18 Saúl se acercó a Samuel a la entrada de la ciudad y le dijo:

— Por favor, indícame dónde está la casa del vidente.

19 Samuel le respondió:

— Yo soy el vidente. Sube delante de mí al santuario, que hoy ustedes comerán conmigo y mañana por la mañana te dejaré marchar y te revelaré todo cuanto te preocupa. 20 En cuanto a las asnas que se te perdieron hace tres días, deja de pensar en ellas, porque ya han aparecido. Ahora el principal interés de Israel son tú y la familia de tu padre.

21 Y Saúl contestó:

— ¿Por qué me dices eso si yo no soy más que un benjaminita, de la tribu más pequeña de Israel, y mi familia es de las más insignificantes entre las familias de la tribu de Benjamín?

22 Samuel tomó a Saúl y a su criado, los introdujo en la sala y les asignó el lugar de la presidencia entre los invitados, que eran unos treinta. 23 Luego dijo al cocinero:

— Tráete la ración que te di y que te encargué que guardaras.

24 El cocinero sacó una pierna entera y se la sirvió a Saúl. Samuel le dijo:

— Ahí tienes lo que estaba reservado: sírvete y come, pues se te había guardado para este momento cuando invité a la gente.

Y Saúl comió aquel día con Samuel. 25 Luego bajaron del santuario a la aldea, prepararon a Saúl un lecho en la terraza 26 y se acostó. Al amanecer, Samuel llamó a Saúl, diciéndole:

— Levántate, que voy a despedirte.

Saúl se levantó y los dos salieron a la calle. 27 Cuando bajaban por las afueras de la aldea, Samuel dijo a Saúl:

— Di a tu criado que nos adelante. Y tú espera un momento, que tengo que comunicarte la palabra de Dios.

10 Entonces Samuel tomó la aceitera, la derramó sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo:

— El Señor te unge como jefe de su pueblo.

1 Timoteo 3:1-9

La función del obispo

Es esta una palabra digna de crédito: quien aspira al episcopado, aspira a una noble tarea. Ahora bien, es preciso que el obispo, sea un hombre sin tacha, marido de una sola mujer. Debe ser sobrio, equilibrado, cortés, hospitalario, con capacidad para enseñar. No ha de ser borracho ni pendenciero, sino ecuánime, pacífico y desinteresado. Que sepa gobernar bien su propia casa y educar a sus hijos con autoridad y pleno equilibrio, pues quien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios? Que no sea un recién convertido para que no se le suba el cargo a la cabeza y se haga acreedor de la misma condenación que el diablo. Es necesario, finalmente, que goce también de buena fama entre los no creyentes, para que no incurra en descrédito ni el diablo lo atrape en sus trampas.

Cualidades del diácono

Que los diáconos sean igualmente personas responsables, hombres de palabra, no dados al vino ni a los negocios sucios; que guarden las verdades de la fe con una conciencia limpia.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España