Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
111 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Álef
Alabaré al Señor con todo el corazón
Bet
en la asamblea, en compañía de los rectos.
Guímel
2 Grandes son las obras del Señor;
Dálet
meditadas por los que en ellas se deleitan.
He
3 Gloriosas y majestuosas son sus obras;
Vav
su justicia permanece para siempre.
Zayin
4 Ha hecho memorables sus maravillas.
Jet
¡El Señor es clemente y compasivo!
Tet
5 Da de comer a quienes le temen;
Yod
siempre recuerda su pacto.
Caf
6 Ha mostrado a su pueblo el poder de sus obras
Lámed
al darle la heredad de otras naciones.
Mem
7 Las obras de sus manos son fieles y justas;
Nun
todos sus preceptos son dignos de confianza,
Sámej
8 inmutables por los siglos de los siglos,
Ayin
establecidos con fidelidad y rectitud.
Pe
9 Pagó el precio del rescate de su pueblo
Tsade
y estableció su pacto para siempre.
Qof
¡Su nombre es santo e imponente!
Resh
10 El principio de la sabiduría es el temor del Señor;
Shin
buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos.[a]
Tav
¡Su alabanza permanece para siempre!
David proclama rey a Salomón(A)
28 Al oír esto, el rey David ordenó:
―¡Llamad a Betsabé!
Ella entró y se quedó de pie ante el rey. 29 Entonces el rey le hizo este juramento:
―Tan cierto como que vive el Señor, que me ha librado de toda angustia, 30 te aseguro que hoy cumpliré lo que te juré por el Señor, el Dios de Israel. Yo te prometí que tu hijo Salomón me sucederá en el trono y reinará en mi lugar.
31 Betsabé se inclinó ante el rey y, postrándose rostro en tierra, exclamó:
―¡Que viva para siempre mi señor el rey David!
32 David ordenó:
―Llamad al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías hijo de Joyadá.
Cuando los tres se presentaron ante el rey, 33 este les dijo:
―Tomad con vosotros a los funcionarios de la corte, montad a mi hijo Salomón en mi propia mula, y llevadlo a Guijón 34 para que el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey de Israel. Tocad luego la trompeta, y gritad: “¡Viva el rey Salomón!” 35 Después de eso, regresad con él para que ocupe el trono en mi lugar y me suceda como rey, pues he dispuesto que sea él quien gobierne a Israel y a Judá.
36 ―¡Que así sea! —le respondió Benaías hijo de Joyadá—. ¡Que así lo confirme el Señor, Dios de mi señor, el rey! 37 Que así como el Señor estuvo con mi señor, el rey, esté también con Salomón; ¡y que engrandezca su trono aún más que el trono de mi señor el rey David!
38 El sacerdote Sadoc, el profeta Natán y Benaías hijo de Joyadá, y los quereteos y los peleteos, montaron a Salomón en la mula del rey David y lo escoltaron mientras bajaban hasta Guijón. 39 Allí el sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite que estaba en el santuario, y ungió a Salomón. Tocaron entonces la trompeta, y todo el pueblo gritó: «¡Viva el rey Salomón!» 40 Luego, todos subieron detrás de él, tocando flautas y lanzando gritos de alegría. Era tal el estruendo que la tierra temblaba.
41 Adonías y todos sus invitados estaban a punto de terminar de comer cuando sintieron el estruendo. Al oír el sonido de la trompeta, Joab preguntó:
―¿Por qué habrá tanta bulla en la ciudad?
42 Aún estaba hablando cuando llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar.
―¡Entra! —le dijo Adonías—. Un hombre respetable como tú debe traer buenas noticias.
43 ―¡No es así! —exclamó Jonatán—. Nuestro señor el rey David ha nombrado rey a Salomón. 44 También ha ordenado que el sacerdote Sadoc, el profeta Natán y Benaías hijo de Joyadá, con los quereteos y los peleteos, monten a Salomón en la mula del rey. 45 Sadoc y Natán lo han ungido como rey en Guijón. Desde allí han subido lanzando gritos de alegría, y la ciudad está alborotada. A eso se debe tanta bulla. 46 Además, Salomón se ha sentado en el trono real, 47 y los funcionarios de la corte han ido a felicitar a nuestro señor, el rey David. Hasta le desearon que su Dios hiciera el nombre de Salomón más famoso todavía que el de David, y que engrandeciera el trono de Salomón más que el suyo. Ante eso, el rey se inclinó en su cama 48 y dijo: “¡Alabado sea el Señor, Dios de Israel, que hoy me ha concedido ver a mi sucesor sentarse en mi trono!”
17 Os ruego, hermanos, que os cuidéis de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra de lo que a vosotros se os ha enseñado. Apartaos de ellos. 18 Tales individuos no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a sus propios deseos.[a] Con palabras suaves y lisonjeras engañan a los ingenuos. 19 Es cierto que vosotros vivís en obediencia, lo que es bien conocido de todos y me alegra mucho; pero quiero que seáis sagaces para el bien e inocentes para el mal.
20 Muy pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo vuestros pies.
Que la gracia de nuestro Señor Jesús sea con vosotros.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por