Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 118 (117)
El amor del Señor es eterno
118 Den gracias al Señor por su bondad,
porque es eterno su amor.
2 Que lo diga Israel:
es eterno su amor.
19 ¡Ábranme las puertas de la justicia!
Entraré por ellas dando gracias a Dios.
20 Esta es la puerta del Señor,
por ella entrarán los justos.
21 Te doy gracias pues me has escuchado,
tu fuiste para mí la salvación.
22 La piedra que desecharon los constructores,
es ahora la piedra angular.
23 Del Señor viene todo esto
y nos parece admirable.
24 Este es el día en que actuó el Señor,
alegrémonos, gocémonos en él.
25 Te lo ruego, Señor, sálvanos,
te lo ruego, Señor, haznos triunfar.
26 Bendito el que viene en nombre del Señor,
desde la casa del Señor los bendecimos.
27 Dios es el Señor, él nos alumbra,
¡aten con ramas la víctima festiva
a los salientes del altar!
28 Tú eres mi Dios y te doy gracias,
eres mi Dios a quien ensalzo.
29 Den gracias al Señor por su bondad,
porque es eterno su amor.
Restauración del pueblo
33 De nuevo recibió Jeremías la palabra del Señor, mientras seguía detenido en el patio de la guardia:
2 — Así dice el Señor, el Creador, el que da forma y consolida todo, el que tiene como nombre “el Señor”: 3 Llámame y te responderé; te comunicaré cosas importantes y recónditas, que no conoces. 4 Pues así dice el Señor, Dios de Israel, sobre las casas de esta ciudad y los palacios de los reyes de Judá, destruidos ahora mediante las rampas de asalto y la espada: 5 Los caldeos vienen a luchar contra la ciudad, y las casas se llenarán de los cadáveres de las personas que he decidido aniquilar lleno de ira y de cólera, pues oculté mi rostro a esta ciudad a causa de todas sus maldades. 6 Pero luego yo mismo les proporcionaré cura y remedio, los sanaré y les revelaré el bienestar y la estabilidad que les voy a conceder. 7 Haré cambiar la suerte de Judá y la suerte de Israel, y los reconstruiré como al principio. 8 Los purificaré de todos los pecados que cometieron contra mí y perdonaré todos los pecados y rebeldías que cometieron contra mí. 9 Y la ciudad será objeto de alegría, de alabanza y de honor para todas las naciones que escuchen los beneficios que le voy a conceder; y se estremecerán y se conmoverán a la vista de los beneficios y el bienestar que le voy a proporcionar.
Lumbreras en medio del mundo
12 Y puesto que siempre me han obedecido, queridos míos, ahora que estoy ausente, afánense con santo temor en lograr la propia salvación, con más empeño aún que si yo estuviese presente. 13 Es Dios mismo quien realiza en ustedes el querer y el hacer, más allá de la buena disposición que tengan.
14 Háganlo todo sin protestas ni discusiones. 15 Serán así irreprochables y sencillos, serán hijos de Dios, intachables en medio de gentes depravadas y perversas, y brillarán entre ellas como lumbreras que iluminan el mundo. 16 Mantengan con firmeza la palabra que es fuente de vida; así, el día en que Cristo se manifieste, podré enorgullecerme de no haber corrido en vano ni de haberme fatigado inútilmente. 17 Y aunque tuviera que sufrir el martirio como ofrenda sacrificial en favor de la fe que ustedes profesan, me sentiría dichoso compartiendo con todos ustedes mi alegría; 18 alégrense igualmente ustedes de compartir conmigo su alegría.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España