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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 143

No te escondas de mí

Canción de David.

SEÑOR, escucha mi oración,
    presta atención a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
    respóndeme.
No me lleves a juicio a mí que soy tu siervo,
    porque delante de ti nadie consigue ser aprobado.
Tengo enemigos que me persiguen
    y tratan de matarme.
Ellos me empujan hacia la tumba
    como si yo hubiera muerto hace mucho tiempo.
He perdido el ánimo,
    mi corazón está desolado.
Pero recuerdo todo lo que hiciste en tiempos pasados;
    pienso en todo lo que hiciste con tus manos.
Tiendo hacia ti mis manos;
    te necesito como la tierra necesita de la lluvia. Selah

Respóndeme pronto, SEÑOR,
    que se me va el aliento.
No te escondas de mí;
    si lo haces, me daré por muerto.
Muéstrame tu fiel amor por la mañana,
    porque en ti he puesto mi confianza.
Pongo mi vida en tus manos,
    muéstrame lo que debo hacer.
SEÑOR, busco tu protección;
    sálvame de mis enemigos.
10 Enséñame a hacer tu voluntad,
    porque tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me guíe
    por el buen camino.

11 Por el prestigio de tu nombre, SEÑOR, dame vida.
    Por tu justicia, sálvame de mis enemigos.
12 Por tu fiel amor, acaba con mis enemigos.
    Destruye a mis enemigos,
    pues yo soy tu siervo.

Jeremías 32:1-9

Jeremías compra un campo

32 Este es el mensaje que el SEÑOR le dio a Jeremías en el décimo año del reinado de Sedequías, rey de Judá,[a] que a su vez era el año 18 del reinado de Nabucodonosor. En ese tiempo, el ejército del rey de Babilonia tenía rodeada a Jerusalén. El profeta Jeremías estaba preso en el patio de la prisión del palacio del rey de Judá. Sedequías, rey de Judá, había mandado que lo encarcelaran y le había dicho: «¿Por qué profetizas: “Esto dice el SEÑOR: Voy a entregar esta ciudad en poder del rey de Babilonia para que caiga en sus manos. Sedequías, el rey de Judá, no escapará del poder de los babilonios, sino que caerá en manos del rey de Babilonia y tendrá que poner la cara ante él. Nabucodonosor se llevará a Sedequías a Babilonia y allí permanecerá hasta que yo me vuelva a ocupar de él. Ustedes lucharán contra los babilonios, pero no vencerán. Es la decisión del SEÑOR”?»

Jeremías dijo: «Vino a mí mensaje del SEÑOR que decía: “Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a ti y te pedirá que le compres un campo que tiene en Anatot, pues tú tienes el derecho de comprarlo por ser su pariente más cercano”. Y tal como dijo el SEÑOR, mi primo Janamel vino a mí al patio de la prisión y me propuso que le comprara el campo que tenía en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque yo tenía obligación de comprarlo y tomar posesión de él por ser su pariente más cercano. Entonces supe que ese era un mensaje del SEÑOR y le compré a mi primo Janamel el campo que estaba en Anatot por 17 piezas de plata.

Jeremías 32:36-41

36 »Pero ahora, esto dice el SEÑOR Dios de Israel de esta ciudad que ustedes dicen que por medio de la guerra, el hambre y la enfermedad va a caer en manos del rey de Babilonia: 37 “Los voy a reunir y los traeré de todas las tierras a donde los arrojé debido a mi ira y mi gran furia. Los traeré de regreso a este lugar y haré que vivan seguros. 38 Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. 39 Yo les daré un solo corazón y un solo camino para que siempre sientan temor de mí, por su propio bien y el de sus descendientes. 40 Yo haré con ellos un pacto eterno de hacerles siempre el bien y pondré en su corazón tal respeto por mí que nunca se alejarán de mi lado. 41 Me alegrará hacerles el bien y con todo mi corazón y todo mi ser los plantaré en esta tierra”».

Mateo 22:23-33

Pregunta sobre la resurrección

(Mr 12:18-27; Lc 20:27-40)

23 Ese día, unos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, se acercaron a Jesús y le preguntaron:

24 —Maestro, Moisés dijo que si un hombre muere sin haber tenido hijos, su hermano debía casarse con la viuda. De esa manera los hijos que tuvieran serían considerados hijos del hermano fallecido.[a] 25 Una vez hubo siete hermanos que vivían entre nosotros. El primero se casó, pero más tarde murió sin dejar hijos. Su hermano se casó con la viuda. 26 Lo mismo pasó con el segundo, el tercero y con todos los siete hermanos. 27 Después la mujer también murió. 28 Puesto que todos los hermanos se habían casado con ella, el día en que la gente resucite, ¿de quién será esposa la viuda?

29 Jesús les contestó:

—Ustedes están equivocados porque no saben lo que dicen las Escrituras ni conocen el poder de Dios. 30 Cuando la gente resucite, no se casará, sino que todos serán como los ángeles del cielo. 31 Además, con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo a ustedes: 32 (A)“Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”[b]? Él no es Dios de muertos, sino de vivos.

33 Al oír la gente esto, quedó admirada de su enseñanza.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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