Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo de David.
15 ¿Quién, Señor, puede habitar en tu santuario?
¿Quién puede vivir en tu santo monte?
2 Solo el de conducta intachable,
que practica la justicia
y de corazón dice la verdad;
3 que no calumnia con la lengua,
que no le hace mal a su prójimo
ni le acarrea desgracias a su vecino;
4 que desprecia al que Dios reprueba,
pero honra al que teme al Señor;
que cumple lo prometido
aunque salga perjudicado;
5 que presta dinero sin ánimo de lucro,
y no acepta sobornos que afecten al inocente.
El que así actúa no caerá jamás.
El castigo a los gobernantes corruptos
3 Entonces dije:
«Escuchad, gobernantes de Jacob,
autoridades del pueblo de Israel:
¿Acaso no os corresponde a vosotros
conocer el derecho?
2 Vosotros odiáis el bien y amáis el mal;
a mi pueblo le arrancáis la piel del cuerpo
y la carne de los huesos;
3 vosotros devoráis a mi pueblo,
le arrancáis la piel, le rompéis los huesos;
lo descuartizáis como carne para la olla,
como carne para el horno».
4 Entonces le pedirán auxilio al Señor,
pero él no les responderá;
esconderá de ellos su rostro
porque hicieron lo malo.
Jesús predice la negación de Pedro
31 Cuando Judas hubo salido, Jesús dijo:
―Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. 32 Si Dios es glorificado en él,[a] Dios glorificará al Hijo en sí mismo, y lo hará muy pronto.
33 »Mis queridos hijos, poco tiempo me queda para estar con vosotros. Me buscaréis, y lo que antes dije a los judíos, ahora os lo digo a vosotros: Adonde yo voy, vosotros no podéis ir.
34 »Este mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Así como yo os he amado, también vosotros debéis amaros unos a otros. 35 De este modo todos sabrán que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros».
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