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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 59

Salmo 59 (58)

Dios mío, líbrame de mis enemigos

59 Al maestro del coro. Según “No destruyas”. Poema de David. Cuando Saúl envió a vigilar su casa para matarlo.

Dios mío, líbrame de mis enemigos,
protégeme de mis agresores;
líbrame de los malhechores,
sálvame de los sanguinarios
que están acechando mi vida.
Me atacan, Señor, los poderosos
sin que yo haya cometido falta ni pecado;
corren y se preparan contra mí
sin que yo tenga culpa alguna.
¡Despierta, sal a mi encuentro, mírame!
Tú, Señor, Dios del universo, Dios de Israel,
decídete a castigar a las naciones,
no te apiades de ningún traidor. [ Pausa]
Al atardecer regresan,
aúllan como perros,
rondan por la ciudad.
Mira, ladran con sus bocas,
hay espadas en sus labios:
“¿Quién puede oírnos?”.
Pero tú, Señor, te ríes de ellos,
te burlas de todas las naciones.
10 Fuerza mía, en ti espero
porque tú eres, oh Dios, mi refugio.
11 El Dios de bondad me acogerá,
Dios hará que vea a mis rivales derrotados.
12 No los mates, no sea que mi pueblo los olvide;
dispérsalos con tu poder y humíllalos,
tú, mi Señor, que eres nuestro escudo.
13 Es pecadora su boca cuando hablan;
que sean presos de su propia soberbia,
de las maldiciones y mentiras que lanzan.
14 Destrúyelos con tu ira; que no quede ninguno
para que sepan que Dios domina en Jacob,
hasta los confines de la tierra. [ Pausa]
15 Al atardecer regresan,
aúllan como perros,
rondan por la ciudad.
16 Vagabundean buscando comida,
gruñen si no quedan saciados.
17 Pero yo cantaré tu poder,
al alba aclamaré tu amor,
porque tú eres mi refugio,
mi fortaleza en la angustia.
18 Fuerza mía, a ti te canto,
porque Dios es mi refugio,
él es el Dios que me ama.

2 Reyes 9:30-37

Muerte de Jezabel

30 Jezabel se enteró de que Jehú llegaba a Jezrael. Entonces se pintó los ojos, se arregló el pelo y se asomó a la ventana. 31 Cuando Jehú entraba a la ciudad, Jezabel le dijo:

— ¿Cómo estás, Zimrí, asesino de su señor?

32 Jehú miró a la ventana y preguntó:

— A ver, ¿quién está conmigo?

Se asomaron dos o tres cortesanos 33 a los que Jehú ordenó:

— ¡Tírenla abajo!

La tiraron y su sangre salpicó sobre las paredes y los caballos, que la pisotearon. 34 Jehú entró a comer y a beber y luego ordenó:

— Ocúpense de esa maldita y entiérrenla, pues es hija de reyes.

35 Cuando fueron a enterrarla sólo encontraron su cráneo, sus pies y sus manos. 36 Volvieron a informar a Jehú, y él comentó:

— Así se cumple la palabra que el Señor pronunció por medio de su siervo Elías, el de Tisbé: “Los perros devorarán el cuerpo de Jezabel en los campos de Jezrael, 37 su cadáver será como estiércol sobre el campo y nadie podrá reconocerla”.

Lucas 9:37-43

Curación de un muchacho poseído por el demonio (Mt 17,14-18; Mc 9,14-27)

37 Al día siguiente, cuando bajaron del monte, mucha gente salió al encuentro de Jesús. 38 De pronto, un hombre de entre la gente gritó:

— ¡Maestro, por favor, mira a mi hijo, que es el único que tengo! 39 Un espíritu maligno se apodera de él y de repente comienza a gritar; luego lo zarandea con violencia, haciéndole echar espuma por la boca y, una vez que lo ha destrozado, a duras penas se aparta de él. 40 He rogado a tus discípulos que lo expulsen, pero no han podido.

41 Jesús exclamó:

— ¡Gente incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo habré de estar con ustedes y soportarlos? Trae aquí a tu hijo.

42 Cuando el muchacho se acercaba a Jesús, el demonio lo derribó al suelo y le hizo retorcerse. Jesús, entonces, increpó al espíritu impuro, curó al muchacho y lo devolvió a su padre. 43 Y todos se quedaron atónitos al comprobar la grandeza de Dios.

Jesús anuncia por segunda vez su muerte (Mt 17,22-23; Mc 9,30-32)

Mientras todos seguían admirados por lo que Jesús había hecho, él dijo a sus discípulos:

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España